31.5.13


Y supongo que como siempre me quedo con esa sensación de que tengo que ver más de Corea. Y más de la guerra entre las Coreas, cuando este drama bélico se me cruzó en el camino.



"Do you know why you're losing? Do you know why you keep running? Let me tell you. That's because you don't know why you're fighting"
"The front line" se centra en un momento muy específico hacia el final del conflicto entre las dos Coreas. Mientras en la mayoría de las bases militares ya se había ordenado el cese al fuego, un remoto y estratégico punto se mantenía a la defensiva en un intento constante por ganar terreno en la pronta delimitación entre los países. Un lucha tensa un poco kafkiana que los llevaba a ganar terreno para luego perderlo ante las tropas norcoreanas y de vuelta. En ese sitio, Aerok Hill, nombrado por el monte que intentan ganar constantemente, muere el que fuese comandante de la armada surcoreana. Nada de lo cual debería ser muy extraño, tomando en cuenta que llueven balas todo el tiempo, sino fuese porque la que encontraron dentro de su cadáver pertenecía a un arma surcoreana. El teniente de las fuerzas de defensa, Kang Eun-Pyo es enviado al sitio a investigar y descubre que el líder de las tropas es Kim Soo-Hyeok, quien fuese su compañero muchos años atrás cuando empezaron en el ejército y a quien creía muerto. Y entre misterios militares, crímenes, batallas absurdas y un ejército de norcoreanos del otro lado de la frontera, las intrigas y el drama están a la orden del día. 

Toda esta puesta en escena me recordó un poco, al menos en líneas muy generales, a "Joint Security Area": abordar este conflictivo momento histórico centrándose en un punto fronterizo entre los ejércitos, que la trama parta de un misterioso hecho aislado que parece encerrar demasiadas implicaciones, y varios detalles sobre la relación más o menos cercana entre dos grupos de enemigos que llevan demasiado tiempo viéndose las caras y apartados de sus correspondientes naciones. La sospecha que flota en el aire tras la premisa del asesinato es que quizá 'Corea del Norte no sea el enemigo más inmediato' o algo que lejanamente podría parecer un intento de humanizar a esos *otros* que no dejan de ser coreanos. Todo lo cual está en la obra de Park Chan Wook, mucho menos bélico pero maravillosamente representado.

El asunto con "The front line" es que las implicaciones, los ángulos y las líneas narrativas son demasiadas y al inicio no sabemos muy bien en qué enfocarnos: el asesinato concreto que debe ser resuelto, el teniente que viene de zonas más amigables y que se encuentra con otros problemas más allá de un asesinato, los intentos constantes de asegurar la zona del monte, ciertos encuentros con soldados norcoreanos, las estrategias militares abstractas y las repercusiones que tienen en el campo de batalla (en el de Aerok Hill, por lo menos) y las historias personales que algunos personajes dejan entrever. Y sus más de dos horas de duración. La cantidad de información que se nos da es tanta, sobre todo si no estamos familiarizados con el contexto histórico, los giros argumentales son constantes y tenemos que seguir tantas líneas que es casi inevitable perderse un poco. Por no decir que sin querer apelar al recurso fácil de que 'todos los asiáticos se parecen' y dejando de lado que los protagonistas se identifican fácilmente, tenemos a un montón de hombres vestidos exactamente igual, con el cabello a rape, cubiertos y manchados casi todo el tiempo y moviéndose frenéticamente de un lado a otro. No se culpe a nadie si en algún momento ya no sabes a quién corresponde qué historia o quién acaba de hacer qué acción.

Es claro que se trató de ser muy dramático y muy épico pero a mí todo este torrente de información e historias hizo que no terminara de conectar con ninguna y la duración llegara a resultarme excesiva (sobre todo en las idas y venidas del monte). Además que aunque hay un intento de mostrar a los norcoreanos más allá de 'los malos', parece una posición engañosa que no deja de ser algo caricaturizada en sí misma. Hay que recordar que el director ya había tratado la tensión entre los dos países, a mucha menor escala, en "A secret reunion" donde también se veía esta perspectiva tendenciosa disfrazada de humanista. Y tal parece que el heroísmo propio de la guerra da la posibilidad de disfrazarla un poco menos. 
No puedo creer que sea el mismo director de "Rough cut", con lo buenísima película que es. Sospecho que, en efecto, todo el mérito de esa es, finalmente, el guión de Kim Ki Duk.




¿Otras películas que tengan lugar en los frentes de guerra que les gusten?

30.5.13


La leyenda suele ser más bien 'los thrillers surcoreanos no saben fallar', pero en algunas otras ocasiones también hay que darles voto de confianza a los thrillers japoneses. Ya todos sabemos que Japón sigue siendo mi favorito.



"A veces, una persona puede salvar a otra por el mero hecho de existir"
Estoy segura de que cuando leí la sinopsis fue muy por encima y no me pareció nada especialmente destacable: detalles generales de un caso y una figura detectivesca a lo Holmes para resolverlo. 
Manabu Yukawa, también conocido como Profesor Galileo, en realidad no es un detective sino un físico, protagonista de una serie de bestsellers escritos por Keigo Higashino y al parecer adaptados con igual suerte. "Suspect X" se centra en el caso de "La devoción del sospechoso X" y emplea uno de esas estrategias que nos confunden desde el inicio y que una vez estemos con la guardia baja es que aprovechan la embestida: conocemos al *sospechoso x* a los pocos minutos de haber empezado la película. No hay misterio, sabemos quién mató a quién y por qué. Pero ahí, redoble de tambores, es donde empieza verdaderamente el asunto.

Por un lado tenemos a Yukawa, un hombre eminentemente racional y práctico que ha ayudado en varias ocasiones a la policía como consultor externo para demostrar cosas muy científicas que a nadie parecía quedarle claro de los casos. Suele trabajar de cerca con la detective Kaoru Utsumi, quien no es especialmente diestra en su trabajo y se deja guiar (no siempre con buenos resultados) por una estrategia por completo opuesta a la del físico: ella cree en las corazonadas y en emociones que no puede explicar de manera lógica. No es difícil ver cómo los polos opuestos se complementan en las investigaciones, aunque a veces sea más en razón de la combinación cómica que hacen.
En otro lado de Tokio tenemos a Yasuko Hanaoka, una madre soltera quien vive únicamente con su hija, tratando de dejar atrás un pasado no muy agradable que involucra a un ex esposo violento. Pero todos sus planes a futuros parecen venirse abajo la noche que el ex esposo las encuentra e irrumpe en su apartamento, dispuesto a revertir la situación. No más spoilers. El ex esposo golpeador es encontrado muerto en un descampado. Para la policía lo que sucedió les parece más que evidente pero nada puede ser demostrado, y mientras más se empeñan en hacer de Hanaoka su sospechosa principal menos evidencias tienen al respecto. Yukawa, quien no parecía demasiado interesado por un caso tan evidente en un primer momento, cambia de parecer cuando se entera que el vecino de las sospechosas es un antiguo compañero de universidad, un brillante matemático cuya vida tomó un camino muy distinto al de su colega.

Manteniendo una presentación y un desarrollo muy apegado a la estructura clásica de misterio detectivesco, la historia hace gala de una maestría fantástica al mover constantemente la historia y sus implicaciones. Del interés de saber lo que sucede pasamos al misterio de cómo está configurando el complejo plan que se va desarrollando. De parecer que tenemos bien en claro lo que sucedió (aunque no sepamos bien cómo) nos adentramos en las particularidades de los personajes, acercándonos a ellos y dotándolos de todas sus dimensiones. Lo que en un principio puede parecer el esquema clásico de 'quién mató a quién', nos confunde y nos atrapa en un momento y ya no nos suelta más, consiguiendo una historia cuidadosa con sus detalles y rica en cada uno de sus ángulos. 

Si no sueno lo suficientemente fan, decir que fui directo a comprarme la novela y disfrutar la misma historia por segunda vez. Y estoy más que puesta para adentrarme en otras adaptaciones de historias del escritor, como la serie de televisión que precede a esta película (que incluye a los mismos actores principales) y la adaptación coreana de esta misma historia (con críticas mucho menos favorables). 




¿Película de detectives no anglosajones favoritos?

29.5.13


Difícil resistirse a pósters bellos, títulos sugestivos y alusiones a "Alicia en el País de las Maravillas". "Alicia o la última fuga" parecía prometer todo ello y hasta tenía a Sylvia Kristel como protagonista.



"No siempre fuiste infeliz"
Alice Caroll abandona a su marido una noche lluviosa sin una razón aparente. Ya lo ama más y no puede seguir soportándolo. Toma su coche y huye del hogar que compartían, pero el vehículo se estropea y la deja tirada a mitad del camino. Camina hasta una gran casa cercana para pedir ayuda y su dueño, únicamente acompañado por un criado, le ofrecen que se quede a pasar la noche. La casa es lúgubre y extraña, a la mañana Alice no encuentra a ninguno de los hombres pero la casa parece moverse a voluntad propia. Cuando intenta dejar el sitio descubre que no será tan fácil irse como lo fue llegar hasta ahí.

Entre tantas reinvenciones de la obra más famosa de Lewis Caroll, los guionistas suelen olvidar la verdadera esencia de lo que configuró al País de las Maravillas. Chabrol se aleja de la trama original y ni siquiera pretende trazar paralelismos evidentes, pero la ambientación y el tono con el que rodea a su Alicia protagónica no tarda demasiado en convertirse en la bella pesadilla que ese país maravilloso encarnaba en el clásico literario. Las condiciones son distintas, y esa Alice tiene sus propias razones para haber llegado a ese punto y moverse por ese basto territorio que no deja de ser para ella una jaula. 
Con una historia más bien sencilla y que no busca sorpresas en ningún punto, la película se recrea en sus escenarios, su ritmo onírico y surreal, sus imágenes entre la belleza y el terror sutil. Sin caer en ninguno de los recursos del cine de horror, la historia se va encaminando hacia terrenos incómodos, oscuros, que engañan con la aparente claridad y cuidado estético de sus imágenes. El recorrido es breve y quizá menos vertiginoso, pero la odisea de Alice entre un desengaño amoroso y una mansión laberinto, consigue un impacto fantástico.

Al parecer la pieza es considerada una obra menor dentro de la filmografía de Chabrol, de quien no he visto nada más, y al parecer gran parte de la culpa lo tiene su cercanía con el cine de género antes que con otro tipo de tramas 'más propias del cine de arte'. Difícil creerlo, ya que si bien gran parte de la historia transcurre precisamente en este estado de pesadilla, poca comparación tendría con cualquier otra película del tipo 'persona a mitad de la nada llega a un sitio al que desearía no haber ido nunca' que sería lo más cercano en el género de terror. 
Con todo es posible que no sea tan contundente como promete en un inicio, ya que precisamente este discurrir sin sorpresas nos lleva hacia un final que podría parecer débil en comparación con todo lo que sucedió antes. Y no pude menos de evitar sentir que 'esperaba algo más', alguna especie de golpe final que coronara ese fantástico País de las Maravillas que de pronto parecía menos complejo y trascendente que unas escenas atrás. 

Sylvia Kristel, quien hiciera su carrera encarnando a la erótica Emmanuelle, puede no ser una gran actriz pero tiene una presencia en pantalla que justifica cualquier otra debilidad. Sin duda queda como una Alicia más que apropiada para esta curiosa puesta en escena.




¿Otras películas con el recurso 'sitio que no puede abandonarse' que recuerden?

28.5.13


28/05/13
Considerada una de las mejores películas de Shunji Iwai e imperdonable eterno pendiente en mi lista de espera.




"Please tell me more about him. Please write about your memories"
Iwai es un director que ha demostrado manejarse con igual facilidad en historias complejas y en sencillas. Partiendo como casi siempre de una cierta inocencia, en ocasiones sus premisas parecen tan tiernas que podrían sospecharse limitadas, o condicionadas por un cierto romanticismo fácil que las dirigiría a un desarrollo algo típico. Pero ya sabemos que Iwai es todo menos típico, y su particular visión de la ternura y la crueldad confieren a sus historias una fuerza poderosa que se detiene en los detalles, en la ambientación, en la perfecta encarnación de sus personajes y en un delicado transcurrir de la trama que parece reinventar los hechos más cotidianos y ajustarlos a su ritmo. "Love letter", tal como sugiere su título y su póster, es una historia de amor, una historia de invierno, donde la blancura de la nieve equiparable a la de hoja en blanco, reinventa la historia a cada palabra. 

El prometido de Hiroko Watanabe falleció hace dos años en un accidente al escalar una montaña. Ella ha mantenido el luto desde entonces y a pesar de ser joven parece como si su vida se hubiera detenido en ese luto. Revisando sus anuarios escolares decide escribir lo que ella creía sería una carta ficticia catártica, a la antigua dirección de su prometido, Itsuki Fujii, de la ciudad donde creció. Semanas después, para sorpresa suya, recibe una respuesta. Tras el pequeño desequilibrio y malentendido sucesivo, se descubre que quien le escribe es una mujer llamada también Itsuki Fujii, a cuyo domicilio escribió sin percatarse que en el mismo año escolar que su prometido habían dos personas con el mismo nombre. A través de esa curiosa coincidencia es que las mujeres comienzan a escribirse compartiendo sus recuerdos de ese hombre al que ambas conocieron en diferentes épocas de su vida.

El recurso de reconstruir a alguien a través de sus memorias es una estrategia fantástica si se sabe cómo usar, y en el caso de "Love letter" la construcción de la trama parece tan sencilla que nos rendimos al encanto tierno de una historia de amor. Pero la construcción funciona también a la inversa, más allá de la evidente búsqueda de recuperar al prometido aunque sea a través de las palabras de otros, de las épocas en que no se le conoció, de sus secretos. A través de las cartas también las protagonistas se van desenvolviendo y se van reconstruyendo a si mismas. La mujer de luto que ha detenido su vida y sus posibilidades en una espera que no puede completarse, la otra mujer, la mujer de las cartas, cuyo pasado había permanecido hasta entonces intacto, sin saber que también hay cosas que ella ha estado esperando. 

Como parte del juego de dobles, ambas mujeres son encarnadas por Miho Nakayama, quien cumple a la maravilla con la labor de representar dos mundos aparentemente opuestos pero sutilmente conectados. Y como dato curioso, uno de los rostros fugaces que me dio gusto encontrar fue el de Mariko Kaga como madre del fallecido Itsuki, una actriz recurrente en las películas de Masahiro Shinoda en los 60.




¿Otras películas sobre misivas de amor que les gusten?

23.5.13


23/05/13
Independientemente de que el cine checoslovaco suele prometer emociones inesperadas, el saber que había una suerte de adaptación de "El martillo de las brujas" (que equivale a decir que es una película sobre lo terrible que era vivir en el medievo) era para no perdérselo.



"Your commission has power. But power and truth are two different things"
Quizá ya lo sabrán pero "El martillo de las brujas" era una suerte de 'todo lo que usted siempre quiso saber sobre quema de brujas y no se atrevía a preguntar'. Es uno de los textos más completos de la época, escrito por dos religiosos alemanes, que explica todas las posibilidades que tenía el demonio para hacerse de un cuerpo humano por allá en esos años oscuros, y todas las posibilidades que tenía la Inquisición para incitarlo a abandonar dicho cuerpo.

La película en realidad parte de un otro libro, una novela histórica de Václav Kaplický quien se inspiró precisamente por el mencionado texto antiguo y se dedicó a investigar sobre casos reales sucedidos en Checoslovaquia. El que más llamó su atención fue una serie de denuncias y juicios sucedidos en un pueblo de Moravia, retomado después por el director para realizar la película.
Una anciana realiza una acción que puede ser malinterpretada y es denunciada. Un inquisidor se da cuenta de cuánto puede ganar al despojar a un condenado de sus pertenencias. Una burguesa vive con temor de Dios pero también se contradecir al Santo Oficio. Un sacerdote trata de ayudar a su pueblo pero él mismo es señalado. Otro sacerdote está convencido de la presencia del demonio en la gente y no se da cuenta que está siendo utilizado. Mientras tanto, unos y otros se señalan, se acusan, se llenan de miedos. Y los instrumentos de tortura se ciñen a los cuerpos y la sangre confiesa. Todos son culpables ante el dolor, y el ambición y la codicia asola a una población con fuego.

Este panorama no es del todo desconocido, cualquiera puede sospechar las razones que llevaron a la quema  de tantas personas durante la Edad Media. Lo que la película consigue es reconstruir de manera exacta la dinámica de una sociedad donde estos abusos eran cometidos de manera sistemática, colocando a cada quien en su sitio, instaurando una retórica paranoica bajo la cual todos pudieran ser culpables o inocentes a conveniencia, y deshumanizando las estructuras de poder incluso en sus manifestaciones más mínimas. A más de representar cada uno de los pasos que seguían los juicios de la Inquisición.
En este aspecto la película no sólo es informativa y cuidadosa en esta representación, sino que su esmero histórico no demerita en absoluto su condición de pieza de ficción y resulta en una producción fantástica y estéticamente maravillosa. Este cuidado, en contraposición con la brutalidad de los actos, no hace sino conferirle más fuerza a lo indignante de esa realidad histórica. 

Y si viéndola ahora consigue tal efecto positivo, por la época en que fue estrenado, a inicios de los 70, también sirvió como un vehículo de crítica sutil a la situación que la propia Checoslovaquia estaba viviendo bajo el régimen comunista, donde ser inocente o culpable volvía a depender del dedo que te señala, y muchos vivían con el temor de verse inmersos en una situación adversa que ya no pudieran controlar. La crítica funciona (y funcionó, ya que la película fue prohibida en muchas partes y aun así logró ser un éxito en su momento) sin necesidad de expresarla directamente. Demostrando que, a veces, la humanidad conoce su historia y aun así vuelve a repetirla.




¿Otras películas del medievo que les gusten?

21.5.13


21/05/13
Mi desmedido amor por los thrillers surcoreanos a veces me ciega y me hace confiar en todas sus otras producciones. Luego mi capacidad por malinterpretar premisas esperando lo mejor de ellas y mi confianza también ciega en algunos directores (un hongkonés en este caso) sólo me convencen más y más.



"The future can be changed"
Si "Daisy" tenía todos estos elementos, ¿cómo podía fallar?
Wai-keung Lau dirigió el maravilloso thriller "Infernal affairs". Ahora dirigiendo una producción surcoreana localizada en Amsterdam nos lleva hasta la historia de una joven coreana que trabaja en una tienda de antigüedades y que un día descubre que tiene un admirador secreto. Coincidiendo con ello entran dos hombres (coreanos) en su vida. Ella, quien cree haber advertido ya la identidad de su admirador, no sabe que uno es un asesino y otro el policía encubierto que lo persigue. Algunas críticas habían creído ver en este mortal triángulo amoroso una reinvención de "The Killer" de John Woo. En general diría que ya sólo con "Infernal affairs" Wai-keung puede hacerle a Woo toda la justicia que necesita en la actualidad pero "Daisy" no es precisamente una muestra de ello. 

Mi primer error fue leer 'asesino' y pensar 'asesino serial'. ¿No es fantástica ya la idea de que un asesino serial se enamore? Sobre todo enamoramiento al estilo surcoreano, con melodrama y romance de verdad, no un tipo obsesionado con arrancar su cuero cabelludo o algo así. Pero Park Yi no es un asesino serial sino un asesino a sueldo, y quedando eso claro en las primeras escenas mi emoción comenzó a entibiarse. 
El asunto de persecución policial tampoco está tan bien tratado como en tantas otras películas de relaciones amor-odio entre un criminal y su persecutor. Ya no citemos a John Woo, que no tiene nada que hacer aquí, pero ya hemos dicho en el área de thrillers Corea del Sur es suficientemente buena por sí misma. Y, una vez más, me remito a la joyita antes mencionada del director. 

Aquí es cuando yo diría: "¡Pues olvídenlo todo! Esto es un pastelazo con excusa de trama policial". Y en cierta medida lo creo, pero me estoy enterando apenas que hay un Director's Cut de la película que no sólo garantiza las diferencias de cualquier Director's Cut sino que al parecer es considerablemente distinto a la versión comercial. Algunas críticas de quienes vieron ambas películas señalan que en la versión del director el enfoque cambia de manera bastante drástica haciendo que la película sea en efecto una peligrosa pero sutil cacería entre dos hombres adversos que tiene, casi por casualidad, una historia de amor de fondo. En contra de todo lo que me tocó ver a mí, por terrible suerte. En lo que a mí respecta "Daisy" tuvo muchas flores y pocas balas, y esa tendencia surcoreana al romance apastelado y el melodrama arruinó cualquier oportunidad de que al menos la trágica relación de una mujer con dos hombres escondiendo su verdadera identidad, resultase en algo al menos entretenido.
Me gustaría decir que quizá algún día le dé oportunidad a la otra versión a ver lo que tiene que ofrecer pero lo cierto es que lo dudo un poco. Dado que la historia en sí no promete nada nuevo, me parece que me seguiré adentrando en otras películas por el estilo más alentadoras. 
Además que Wai-keung Lau ya me falló dos veces, eso no lo olvido.




¿Otros asesinos enamorados que recuerden?

19.5.13


19/05/13
Y bueno, después de "Wanted and Desired", creo que el sentimiento de "¡Quiero ver algo de Roman Polanski YA!" era más que natural.



"Morally you're supposed to overcome your impulses, but there are times you don't want to overcome them"
Siguiendo el rumbo reciente de la filmografía de Polanski, "Carnage" puede resultar una intromisión inesperada y demasiado simple. Del drama histórico de un pianista judío durante la Segunda Guerra Mundial, pasando por la adaptación del clásico de Dickens sobre las aventuras de un huérfano, y el thriller político de un escritor fantasma, llegamos a la reunión casual de dos padres para discutir las desavenencias entre sus hijos. Y en apariencia eso es todo: cuatro personajes, un departamento, una discusión delimitada. Una aproximación a un tema más que en boga, el bullying, desde una perspectiva tan evidente que resulta difícil creer que no sea la más común: no, no los trágicos sucesos por los que muchos niños atraviesan al ser sistemáticamente molestados, sino lo que hay detrás de cada uno de esos niños, los que abusan y los que son abusados.

Con un cuarteto más que apropiado de protagonistas, las dos parejas de la película, los Longstreet y los Cowan, representan dos de los extremos más desafortunados de la paternidad: aquellos que ignoran y justifican las acciones de sus hijos escudándose sobre su incapacidad de influir en ellos, y aquellos cuya preocupación e interés se convierten en un exceso de control y no les permiten desarrollarse de manera natural. Ni siquiera es necesario recurrir a los ejemplos más melodramáticos, no hay en apariencia un abandono fragante o violencia física intrafamiliar, ambas parejas están dispuestas a un encuentro que en principio debería ayudar a la relación entre los dos hijos ausentes. Ponemos el té y los pastelillos sobre la mesa y todo sale terriblemente.

El guión original es de una pieza teatral y sus estrategias son evidentes. Todos los hechos suceden dentro de un espacio más que delimitado cuyo ritmo lo marcan las idas y venidas de los personajes sobre el espacio, a modo de una sutil danza donde no pueden quedarse quietos y donde los altibajos de la discusión los llevarán a variar sus acciones y su posición. Sin recurrir a sobresaltos inesperados el diálogo va construyendo, transformando y revelando a los personajes cuya verdadera presencia será sin duda bastante sintomática de los hechos que condujeron finalmente a la reunión. Una madre hiper-preocupada por formar en exceso a sus hijos, controladora pero incapaz de contener las acciones pasivo-agresivas de un esposo descuidado. Una madre más interesada por ella y su condición que por su familia y que justifica las acciones de su pareja en una especie de relación amor-odio. Un padre que pretende pasar como el 'buen tipo' y que cree que dar rienda suelta a su mujer es todo su deber en la casa, aunque tome decisiones impulsivas que atenten contra ese equilibrio. Un padre adicto al trabajo al que sólo le preocupa darle dinero a su familia y que lo dejen en paz. 

"Carnage" es una obra en apariencia simple y en apariencia menor pero con una manufactura inmejorable. Las actuaciones de todos los involucrados consiguen no sólo una disección puntual de los problemas familiares en las sociedades actuales sino que tienen la fuerza suficiente para llenar todo el espacio, el tiempo y el diálogo arrastrándolos a su antojo en una puesta en escena fantástica. Es de esas ocasiones en que con pocos elementos se puede notar la calidad que un intérprete y un guión pueden tener. 

Es difícil no detenerse en las actuaciones, y también es difícil inclinarse por una sola pero es que Christoph Waltz es enorme en pantalla. Es increíblemente cínico, calculador, pero a su modo carismático y turbulento. Hace no demasiado tiempo que apareció en el panorama cinematográfico más comercial y creo que ha demostrado de sobra que es de los mejores actores actuales. Y me encanta. Y ahora imagínenlo junto a Kate Winslet, como si se necesitara más. Incluso para cumplir con el papel de mujer arrogante y medio pasiva es una maravilla verla. Jodie Foster no se queda atrás como la mujer culta y madre que se esmera por ser la mejor, quizá una de las más convincentes en su papel. Y aunque John C. Reilly es quizá el que menos destaque no por eso tiene menos mérito ya que la competencia era difícil. Aunque entre esto y "We need to talk about Kevin" comienzo a temer que verdaderamente sea un terrible padre. 

Seguro que yo termino haciendo esto con todas las de Polanski, pero es que es una maravilla.




¿Película favorita sobre padres?

18.5.13


18/05/13
Siguiendo con los documentales, un género al que no termino de adentrarme demasiado aunque me encanta, ¿qué mejor figura para profundizar que Roman Polanski?



"The worst part was no one believed me"
Pese a ser un grandísimo director, creo que resulta inevitable que al pensar en Polanski lo primero que nos venga a la mente sean sus grandes escándalos: su esposa embarazada de ocho meses asesinada brutalmente por la Familia Manson, su escape de Estados Unidos en medio de un juicio por violar a una menor. Si tiene enormes clásicos en su filmografía también es cierto que los hechos de su vida personal son lo suficientemente dramáticos como para empeñar su perfil de director. Y de algún modo Polanski es ambos lados de esa moneda, una figura enigmática de la que sólo conocemos la superficie. 

El documental parte especialmente del controversial caso judicial que llevó a que Polanski se convirtiera en persona non-grata para el gobierno de los Estados Unidos. Pero para entender todos los sucesos es necesario remontarnos hasta sus orígenes, partir de otro hecho más que dramático (la Segunda Guerra Mundial) para comenzar a entender su historia, su personalidad, antes de intentar adentrarnos en la maraña de sucesos legales y políticos que compusieron un juicio que distaba de ser tan solo una acusación de violación.

El tema en sí mismo no necesita ninguna clase de ayuda retórica para resultar en extremo interesante. No sólo por el morbo de ver esta clase de situaciones poco agradables en las que se ven envueltas personas del medio cinematográfico, sino porque incluso para las escandalosas acusaciones el desarrollo del caso fue bastante irregular y turbulento en sí mismo. Para quienes resumen los sucesos como que el director fue acusado por una chica menor de edad y huyó del país para no cumplir su condena, resulta revelador ver la cantidad de intereses adversos que pueden resumirse en un proceso de este tipo. Hay momentos en que la verdad parece todavía más fantástica que las posibilidades de un juicio cinematográfico. Y componiendo esta narración de los hechos con entrevistas a varios de sus protagonistas y dando toda clase de giros para posicionarse en diferentes perspectivas, terminamos por tener una visión muy distinta a la que se suele manejar de manera general. 
Y si el tema ya está poniendo de su parte, también es cierto que la labor de Marina Zenovich desde la investigación, la presentación y la edición del documental, no podría ser más que adecuada. Consigue apartarse del peligroso tono de reportaje y convertirse en un verdadero ensayo visual sobre uno de los mejores directores actuales. Esa pasión al acercarse a la figura de Polanski le hace por completo justicia a su cine, aunque las estrategias narrativas tengan que irse por otras direcciones. Sin perder por completo su enigma, el director polaco se nos presenta al menos más cercano, más accesible. Tan accesible como puede ser la presentación de las piezas de un rompecabezas que podemos ver en conjunto pero no podemos terminar de armar. 

Seguro que mi amor por Polanski también influye un poco, pero creo que independientemente de la posición que uno asuma respecto a él (él, su obra, su status legal), el documental resulta más que interesante, revelador y bien orquestado. 
Tiene una continuación documental, sobre las novedades respecto al juicio, aunque no tiene tan buenas críticas y me imagino que siento una actualización no resultará tan cautivante en su conjunto, pero en algún momento le daré también una oportunidad. 




¿Película de Roman Polanski favorita?

16.5.13


16/05/13
Terror al que no se sabe cómo llegaste, "Soft for digging" llevaba demasiado tiempo en la lista de espera. Y supongo que en algún momento me pareció buena opción.



"Here in Earth we do prepare a place to lay our little Claire"
Un hombre mayor vive solo en medio de la nada en una zona boscosa. Al parecer hay un sector de la población que ama vivir aislados del mundo y rodeados de terror potencial, porque ya todos sabemos que esas casas a mitad de la nada terminan tarde o temprano en una trama de terror. Su único compañero es un gato, quien un día se pierde también en medio de ese bosque y el buen señor parte a buscarlo. Dando vueltas por la maleza se topa con lo que a todas luces es un asesinato y enterramiento clandestino. Trata de convencer a la policía pero para cuando llegan no encuentran evidencias de nada. El señor está convencido de lo que sucedió, y el deseo de saber más y descubrir la verdad es tan potente como la paranoia que comienza a experimentar ante la posibilidad de haber quedado en la mira del asesino.

Si la premisa es claramente de terror, la trama se va desarrollando con una lentitud y una calma bastante inusual en el género. Nos posicionamos por completo en la vida del protagonista, Virgil, un hombre cuyo día a día no presenta muchos sobresaltos: ya mayor pero capaz de cuidar de sí mismo, vive sin relacionarse con casi nadie, el bosque es mayormente tranquilo y fuera de la interacción con su gato puede pasar mucho tiempo sin novedades excepcionales. Es cierto que presenciar un asesinato se puede considerar excepcional en casi todas las circunstancias, pero después de la sorpresa inicial no cambia demasiado, regresa a su pacífico bosque y el rumbo que le da a su investigación parece tan dramático como sería el inicio de cualquier colección pasiva. Es a través de esa quietud, de esa cotidianidad, que se va sembrando la paranoia y la duda, que se va acercando pero lentamente hacia un posible entendimiento de la situación, lo que en algunos momentos le significa moverse a otros escenarios pero sin acelerar en ningún momento el ritmo. 
De hecho uno descubre que la película pasa casi por completo sin un solo diálogo, y con tal naturalidad que ni siquiera puede decirse que se les eche de menos, uno es capaz de entender lo que sucede con una información verbal más bien limitada, y esa parquedad de palabras es tan representativa del protagonista como de la cinta. A su modo ese terror lento, que por momentos se va acercando a la edad y la locura, funciona de manera bastante efectiva y consigue al menos darle un toque inusual a una trama que no representa en sí misma demasiadas sorpresas. 

Dicho esto, parece bastante claro que "Soft for digging" en ningún momento conseguirá dar un golpe sólido al espectador, ni giros inesperados ni sustos abruptos. No es lo que pretende y si uno espera un terror más convencional puede que quede decepcionado e incluso se aburra un poco con el seguimiento tan lento de la historia. Sin embargo estos mismos posibles puntos negativos también juegan a su favor, y siendo precisamente una irrupción en el ritmo vertiginoso usual del género, y alejándose de otras convenciones 'espectaculares' que parecen esforzarse cada vez más por shockear, J.T. Petty consigue una película interesante. Ciertamente tiene un puntaje más bien bajo en imdb pero a mí me resultó una experiencia hasta un poco grata, sin exagerar sus posibles virtudes.




¿Otras películas de terror con ritmo lento que recuerden?

15.5.13


15/05/13
A la gente le cuesta creer cuando les dices que no te gusta Woody Allen. Lo que usualmente desemboca en que termines viendo otra película porque 'ésta sí es la buena'. Y Adriana me dijo que "Annie Hall" *sí te va a encantar* y ahí voy.



"A relationship, I think, is like a shark. You know? It has to constantly move forward or it dies. And I think what we got on our hands is a dead shark"
"Annie Hall" puede ser una película sobre un comediante que se enamora sobre una curiosa chica sureña. O sobre Woody Allen enamorándose de Diane Keaton y mezclando sus recuerdos con otras de sus historias de amor. O de los puntos altos y bajos del amor, de las relaciones amorosas.
O de Woody Allen, en algo así como su estado más puro. Cuando ni siquiera se esfuerza por hacernos creer que no es él, casi con la misma naturalidad que Keaton no tiene que esforzarse por ser algo así como una extraña modalidad de *ella misma*.

Hay poco que contar en el aspecto de la trama, de hecho debe ser una de las manifestaciones más claras y populares del 'chico conoce chica'. En este caso el chico es bastante atípico, todo lo lejos que Allen puede estar de los estereotipos masculinos hollywoodenses y complementado con todas sus manías. Keaton tampoco es la más típica chica de este tipo de historias, no porque su primera presentación, esa torpe y un poco incómoda provinciana que no deja de tener algo adorable, sea algo totalmente inusual (está visto que la torpeza suele ser el *defecto* más recurrido por hollywood cuando quieren enfatizar que una protagonista no es tan increíblemente perfecta como parece), sino por la muy particular evolución que su personaje va sufriendo a lo largo de la historia. Entendiendo 'historia' como el transcurrir de la película pero también como el transcurrir de la relación amorosa que desarrollan sus personajes, Alvy Singer y Annie Hall.

En algún sitio había leído una anécdota sobre el dato curioso de que el verdadero nombre de Diane Keaton fuese Annie Hall y toda la implicación semántica, romántica y retórica que ello involucraba, sumado al hecho de que Keaton y Allen hubieran sido pareja y varios otros detalles más. Ahora me parece que analizar la película en base a Keaton es bastante parcial, como también sería parcial hacerlo en base a la propia Annie Hall. Si bien Hall es algo así como el eje temático de la película alrededor del cual discurre Singer, me parece más que claro que las películas de Woody Allen siempre giran en torno a él, y creo que este periodo por encima de cualquier otro (dicho esto en base al limitado visionado que tengo de su filmografía).

No puedo juzgar "Annie Hall" justamente porque Woody Allen no me parece gracioso. ¿Y no se fundamenta prácticamente toda la película sobre la habilidad verbal de Allen? Aprecio su ingenio y estoy segura de que si la película fuera un cuento hasta disfrutaría de su maniática personalidad (porque sí suelen gustarme los textos del director), pero cuando lo veo en pantalla me resulta entre antipático e indiferente y sorteando algunas secuencias cuya premisa en sí misma es fantástica (ese momento en el cine con Marshall McLuhan es una obra en sí mismo), no consigue interesarme de ningún modo. A Diane Keaton, por otro lado, la adoro y viéndola tan absurda y risueña y despreocupada no puedo menos que amarla un poquito más, pero tampoco consigue conectar por completo con su personaje lo que en resumidas cuentas resulta en que después de un rato ya tampoco me interese demasiado lo que sucede. 

Analizándola de manera teórica me parece interesante esa aproximación *realista* a las historias de amor, porque es cierto que Allen se le da muy bien centrarse en los detalles menos glamourosos de las personas enamoradas (aunque luego exagere un poco con las contrapartes intelectuales). Y supongo que está bien, en general, o algo así, pero ya les he dicho que yo estoy fisiológicamente incapacitada para conectar con casi todo el cine de Allen y eso es un obstáculo bastante insalvable al momento de ver sus películas.
De hecho, nunca va a dejar de sorprenderme que le guste tanto a todo mundo pero hay tantas cosas en la vida que no dejan de sorprenderme.




¿Película de Diane Keaton favorita?

10.5.13


10/05/13
Gonzalo me había recomendado este documental desde mucho tiempo antes, pero creo que la perspectiva de que tratara una situación muy local había hecho que permaneciera demasiado tiempo en la lista de espera, siendo que las recomendaciones de Gonzalo suelen funcionar casi siempre. Pero bueno, para eso estaban los maratones sabatinos.



"Yo creo que si de repente hubiera sido algo natural, un accidente, lo puedes tolerar un poco más. Pero después viendo la manera en que fue, en que sucedió y cómo lo mataron, no puedes concebir nunca una muerte tan injusta"
En efecto, el episodio del que parte el documental es un momento muy concreto en la historia reciente de Argentina. Tras la salida del presidente Fernando de la Rúa, comenzaron a tener lugar diversas manifestaciones de piqueteros. El 26 de junio del 2002, durante una de estas manifestaciones en las que intervino la policía, dos jóvenes piqueteros, Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, fueron asesinados por integrantes de la policía. 

Que el asunto es social y humanamente indignante es fácil de ver, pero el planteamiento del documental no se detiene en la simple denuncia y adopta una perspectiva de lo más interesante y que nos remite a cuestiones mucho más universales que el caso en específico del que parten. El papel de los medios en esta clase de sucesos sociales. 

El título de "La crisis causó dos nuevas muertes" se toma literalmente del titular del periódico Clarín al día siguiente de los eventos, cuando dentro de la sesión fotográfica de su propio reportero se encontraban imágenes que demostraban no sólo que *la crisis* no mató a nadie sino que incluso se veía de manera clara a los individuos que asesinaban a los jóvenes. 
La manipulación por parte de los medios no es ajena a otras sociedades, pero la elección y la profundidad con la que Patricio Escobar y Damián Finvarb abordan este trágico suceso resulta no sólo más que adecuada sino también de lo más reveladora. A través de una serie de entrevistas, seguimientos, que van desde los reporteros presentes, personas involucradas en la industria periodística, familiares de las víctimas, testigos y demás, podemos reconstruir con una amplitud sorprendente un hecho cuya violencia resulta todavía más agresiva por el modo tan descarado en que se dio. 

Si bien puede sonar como uno de tantos videos de denuncia que abundan ante los desesperanzadores sucesos que comienzan a aflorar al por mayor en nuestras sociedades y cuya finalidad casi siempre es ser efectivos e informativos, "La crisis causó dos nuevas muertes" no sólo destaca en ambos puntos sino que además es una impecable labor periodística y un documental excelentemente realizado. Sin necesidad de recurrir a valores estéticos, es sin duda uno de los mejores documentales con los que me he encontrado en los últimos tiempos. 
¡Y lo pueden ver en su totalidad en youtube! ¿Qué esperan?




¿Otros documentales sobre los medios de comunicación?

9.5.13


09/05/13
Oh, esos maravillosos maratones sabatinos con Adriana.



"Do good people sue each other?"
"The story of Qiu Ju", terriblemente traducida como "Qiu Ju, una mujer china" (por si no era lo suficientemente evidente), forma parte de esa filmografía temprana de Yimou Zhang que se esmeraba en recrear la cotidianidad en las provincias chinas a través del retrato de ciertos personajes. En este caso, protagonizada por la usualmente bellísima Li Gong quien aquí genuinamente parece una campesina china más. A punto de llevar a cabo su propia odisea. 

Qiu Ju es una campesina embarazada quien desea que se haga justicia cuando en una disputa, el jefe del pueblo patea a su marido en los testículos. Con tal ímpetu que el hombre se ve forzado a tomarse un obligatorio descanso de cualquier actividad. Pero es difícil acudir a la justicia cuando tu queja es precisamente contra quien la representa de manera más directa. De tal modo deberá ir a la población más cercana, e ir escalando de nivel en espera de que en algún punto sea verdaderamente escuchada. 

La historia de Qiu Ju encarna de manera increíble el estilo kafkiano para hablar de la burocracia, los procesos, el absurdo normativa de las 'sociedades organizadas'. Incluso el tono en que la historia se maneja, que en principio debería ser bastante indignante y trágico, conserva esa reminiscencia a Kafka al ser representado con un cierto humor, con un palpable absurdo que no deja de ser, de algún modo, increíblemente realista. Claro que en lugar de fantasear con poblaciones aisladas de Europa del Este, partimos aquí de alguna pequeña y perdida aldea de la vasta China provincial, mientras vamos escalando una ciudad a la vez, llevando las implicaciones del particular caso hasta las consecuencias que sean necesarias. 

Que Yimou Zhang es un excelente director no es necesario decirlo, ya sea retratando campesinas enamoradas o peleas hiperbólicas entre un montón de artistas marciales, pero una vez más resulta más que grato darse cuenta de la maestría que demostró desde sus inicios para darle a cada historia el punto más adecuado para su representación. La trágica comedia o cómica tragedia de Qiu Ji puede apreciarse desde su absurdo pero también desde su cruel realidad, y puede ser vista con pena, con regocijo o con indignación, sin que ello demerite su encanto propio y su precisa realización. 
Y aunque Li Gong no se vea tan bellísima como es, está fantástica. 




¿Película de Yimou Zhang favorita?

7.5.13


07/04/13
Ya se me había escapado una vez este documental, con un título tan maravilloso como "It may be that beauty has strengthened our resolve: Masao Adachi", y pensé que sería definitivo cuando volvió a cruzarse inesperadamente en mi camino. Y yo siempre estoy dispuesta a encontrarme con Adachi.



"La revolución también era una idea. La pregunta era cómo hacer de esta idea una imagen"
La propuesta de Philippe Grandrieux es extraña y misteriosa. Con un título cautivador y la técnica propia del cine documental parece prometernos un acercamiento a la poco conocida (pero no menos interesante) figura de Masao Adachi, uno de los artistas más representativos de la Nueva Ola japonesa que, sin embargo, no ha brillado tanto. Tal vez por mantenerse fuera del foco (de la cámara y del público), tal vez por vivir demasiado apegado a las creencias de la época, a un punto al que ningún otro cineasta llegó a comprometerse en primera persona. Pero lo que Grandrieux nos presenta no es un documental sino un retrato, un retrato de un hombre de 72 años paseándose por las calles de su Japón natal. Un hombre de pocas palabras pero muchos gestos, en ciudades llenas de ruidos y silencios, de luces y sombras. Masao Adachi es un misterio y es una revolución. Ninguna revolución o todas las revoluciones. 

La película empieza de forma lenta y se desenvuelve con más interés por la imagen que por la palabra. O quizá con demasiado interés por la palabra como para tomársela a la ligera. Vemos a un hombre, Adachi, recorrer sitios, caminar, seguimos con la cámara las cosas en las que quizá detiene la vista. Las pláticas son cotidianas y nos es fácil suponer que corresponden a encuentros casi íntimos entre el director, el personaje y amistades cercanas a él. Adachi, ya sea por voluntad propia o por dirección de Grandrieux, se acerca a los hechos desde la teoría, desde los ideales. Se habla de la revolución, de lo que perseguía la Nuberu Bagu y el Pinku Eiga, de lo que Adachi persiguió tantos años fuera de su país, del retorno; pero para hablar de ello no es necesario entrar en detalles, no es necesario detenernos en el tiempo que Adachi sirvió en la guerrilla de Líbano, en su encarcelamiento, en sus películas. El retrato de un hombre lleno de historias y de misterios se preocupa sólo por los gestos y por las ideas. 'La revolución también era una idea. La pregunta era cómo hacer de esta idea una imagen'. Y el documental es justo lo que persigue: hacer de la revolución una imagen, una imagen quieta de Japón, una imagen a contraluz de un hombre de 72 años que carga silenciosamente con la historia, la historia de una revolución. 

La propuesta puede resultar confusa al inicio y no estoy segura de cómo debe resultar para alguien que no conozca en absoluto al personaje que busca retratar. Es posible que la confusión, en tal caso, se mantenga a lo largo del metraje pero también es posible que pese a ella uno pueda encontrarse cautivado por el modo en que se van presentando las situaciones, los diálogos, las imágenes, dejándose atrapar por lo que sólo se intuye, lo que no se dice y lo que no se sabe sobre esa figura alrededor de la que gira todo. Y que no necesita ya demostrar nada para erigirse como el eje de esa historia. 

Sin duda es difícil abordar tradiciones tan ajenas como lo que podría ser para muchos el cine en Japón durante la década de los 60, sin caer en el reportaje simple o las entrevistas informativas. Grandrieux demuestra no sólo una increíble sensibilidad para acercarse al tema sino un profundo respeto por toda la tradición involucrada y la evolución que ha sufrido hasta la actualidad. 




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6.5.13


06/05/13
En realidad hace ya un ratito que vi la película, pero está bien de pronto dejar enfriar un poco la cabeza para pensar lo que opinamos. De todos  modos seguro en unos años vamos a arrepentirnos. Y tanto nos prometieron "Iron Man 3" y de pronto ya estaba aquí.



"Ladies, children, sheeps. Some people call me a terrorist. I consider myself a teacher. Lesson number one: Heroes, there is no such thing"
Si vemos de manera muy general la línea cronológica de las producciones de Marvel (de Marvel Studios, así que olvidémonos de los X-Men y Spider-Man), la primera película de Iron Man fue básicamente la que volvió a poner en el juego cinematográfico a la compañía de cómics. No es que DC diese una gran pelea en su totalidad, pero ahí estaba Batman y con un poquito de atención sirve para destacar. Robert Downey Jr. hizo de un superhéroe no particularmente popular uno de los ídolos modernos, un precedente para el nuevo cine de superhéroes y al mismo tiempo un juego de espejos sobre lo que un *verdadero héroe* tenía que ser. Era un fanfarrón poco serio con un montón de dinero y tramas explosivas que con su buena dirección compensaban no ser particularmente profundas, y tener villanos no muy inteligentes. A partir de entonces la cosa parecía sólo poder ir a mejor: un exitoso reboot de "Hulk" con Norton (que por desgracia no se quedo en la franquicia, aunque Mark Ruffalo no lo está haciendo nada mal), unas películas decentes de "Thor" y "Capitán América" (a "Thor" le doy el 'decente' por Loki, y nada más) y una deslumbrante "Avengers". Y ahora, para abrir camino a "Avengers 2" (para la que tendremos que esperar todavía un par de años más), teníamos el final de la trilogía (suponiendo que será trilogía) de "Iron Man" (le hace falta un subtítulo ridículo como "Iron Man 3: La últimísima batalla").

¿Por qué Jon Favreau desertaría ahora?
Ok, no *desertó* sino que *quiso aprovechar más su papel como Happy*, como si esa pudiera ser una excusa real. Después de haber creado exitosamente la franquicia desde las cenizas, y después de que Joss Whedon sacara adelante la casta con "Avengers", ¿por qué pasarle la dirección a alguien más justo para la supuesta última película?
Y menciono esto porque es de las primeras cosas que se notan cuando empiezas a ver "Iron Man 3". Ya en la primera escena hay algo que parece extraño, y no es nada en concreto porque es una primera escena como cualquier otra primera escena para recordarte de qué personaje están hablando. Pero hay algo en el ritmo, en la presentación, hasta en Downey Jr. que parece ligeramente fuera de lugar. Y a partir de ahí ese sentimiento irá en aumento hasta como la mitad de la película donde finalmente podremos perdonar ese cambio y quizá comenzar a poner atención. ¿De qué nos está hablando "Iron Man 3"?

Como ya han mencionado por allá, la película también es una suerte de "Avengers 1.5". Continuamos casi justo donde nos dejaron y al parecer la experiencia de pelear contra una raza alienígena no dejó a Stark en su mejor momento. De hecho está bastante cerca del colapso nervioso. Pepper tiene que encargarse de las cosas serias, Stark sólo se dedica a sus robotitos, hay un terrorista llamado El Mandarín que tiene al gobierno en jaque, Rhodes se quedó con una armadura y ahora es el Iron Patriot, un viejo conocido (de Stark y Pepper) vuelve a aparecerse con una arriesgada propuesta científica, gente comienza a explotar en las calles. En realidad hasta que la gente comienza a explotar en las calles que nuestro protagonista sale un poco de su ciclo destructivo de crisis de ansiedad. 

Si la juzgamos en su totalidad, diría que el plan malévolo que rige la trama y que comienza a tener sentido pasada media película, es bastante bueno y que probablemente sea el mejor de la saga. Ya sabemos lo que Stark tiene para ofrecernos y con la ligera excepción de pasarse de gracioso por momentos, cumple bastante bien. Pepper por desgracia aparece mucho más que en las anteriores películas y es todavía más insoportable (y mucho menos pelirroja). Los villanos están bastante bien, aunque leí muchas quejas sobre El Mandarín lo cierto es que a mí me encantó (por breve que sea, la concepción de su subtrama me pareció una adaptación fantástica a tiempos modernos y una reinterpretación inesperada pero efectiva), y Aldrich Killian, en teoría, está bastante bien. Es una pena que cortaran tanto el potencial de Guy Pearce (quien está envejeciendo de forma un poco extraña, ¿no creen?) y que al final los efectos especiales de sus planes malvados se vieran un poco ridículos.

¿En resumen? "Iron Man 3" es un blockbuster divertido y efectivo, deja la sensación de quedarse a la mitad de su potencial pero tampoco llega a resultar un problema grave. Quizá el asunto es que tiene varios detallitos en contra que sumado a este potencial irregular pueden resultar un poco molestos en su momento: que tarde tanto en despegar la película, que incluyan personajes un poco innecesarios, que Stark se pase de graciosito, que Pepper aparezca hasta en la sopa, que algunas cosas que parece que nos prometen no se cumplan, que exageren un poquito el aspecto *serio* de la historia. Y mi impresión es que aunque las dos primeras películas obviamente también tenían sus puntos en contra, Favreau conseguía un producto tan sólido, tan logrado en su conjunto, que te dejabas arrastrar por la acción y perdonabas todas esas posibles debilidades. Pero Shane Black no lo consigue de modo que no dejan de resultar evidentes y te dejan con esa sensación de "pues sí está buena PERO....". 
Y bueno, quizá "Avengers" nos ha predispuesto a todos a esperar pequeñas obras maestras de superhéroes, y hay que recordar que Stark comenzó por entretenernos y al menos en ello ha sido consistente.




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