23.9.14

Teníamos pendiente hablar en este espacio de uno de los más reconocidos directores de la historia del cine brasileño y uno de los principales representantes (si no el principal) de su Cinema Novo: Glauber Rocha. Un minucioso analista de las culturas latinoamericanas y sus representaciones visuales. Y aunque "Antonio das Mortes", título con el que se suele referir más comúnmente a esta cinta (aunque "El Dragón de la Maldad contra el Santo Guerrero" es un fantástico título), es en realidad continuación de "Dios y el Diablo en la Tierra del Sol", es con la que empezaremos hablando en este pequeño maratón dedicado al director.



"Porque la venganza tiene dos cruces: La cruz del odio y la cruz del amor"
Cuando se habla del encuentro entre Neorrealismo Italiano y Nouvelle Vague, influencias primarias del Cinema Novo que terminó por arraigarse a una realidad local e inmediata, podemos imaginarlo como la premisa de esta película: un Western transformado en metáfora de lucha de clases en medio de la zona desértica brasileña. Antonio das Mortes es un hombre que vive en busca de un enemigo, ya que la historia de su propia vida así lo requiere, y es de este modo que termina yendo a buscar a Coirana, un bandido que lucha de parte de los pobres contra el cacique del pueblo. Es éste cacique el que contrata a Antonio para matar al ladrón dando inicio a la alegórica aventura. 
Este conocido inicio, parte del clásico 'este pueblo es demasiado grande para nosotros dos', está repleto de color popular, de trajes que pasan del exotismo a la tradición, como si un conflicto real de lucha social se disputara a modo de enorme puesta en escena teatral abarcando a toda una población. Este sentido teatral es también el que parece configurar la propia existencia de Antonio das Mortes, un hombre que es a la vez un mercenario y una figura legendaria. Un hombre que necesita vivir conforme a esta leyenda.

No es este encuentro western el principal elemento de esta historia. La comunidad a donde llega Antonio das Mortes es habitada por una 'santa', una mujer con halo místico que guía a los campesinos en su resistencia. Esta última pieza clave del teatro representa la religiosidad confusa y la necesidad de reconstruir constantemente la propia mitología. Es también una presencia que hará del choque con das Mortes algo más que 'otro trabajo sucio', al encontrarlo también con una realidad marginal y una resistencia que va más allá de las armas y el bandidaje. Un encuentro que operará un cambio íntimo en la visión de Antonio, contrastando todas estas exóticas presencias con el inalterable y desértico paisaje del sertón brasileño.

La película es una manifestación de la lucha en todos los sentidos. Desde un título explícito hasta la primera misión, pero es también una constante metáfora de las luchas que tienen lugar en lo social y en lo individual, en todos los aspectos de un ser humano, de una población y de un país. Y así, con guerreros-vaqueros y bandidos en medio del desierto, es que Rocha y el principio Novo de 'una cámara en la mano y una idea en la cabeza' van representando a su modo a Brasil, con sus propias batallas y sus propios disfraces. 

Este viaje cinematográfico, entre la más dura realidad y la ficción casi hollywoodense, dotan a "Antonio das Mortes" de una belleza y una fuerza particular, que terminan por combinarse con sus elementos más propios y una fantástica fotografía que aprovecha al máximo cada uno de sus espacios. Es, en gran medida, el sertón uno de los protagonistas de esta película, y el marco apropiado para que todos los personajes se encuentren y desencuentren. Y entre desiertos y niñas santas, parece válido preguntarse cuánta influencia tuvo Glauber Rocha en la obra de directores como Jodorowsky, cuya "El topo" se estrenaría apenas un año después que "Antonio das Mortes".

Y así seguiremos hablando de Rocha al menos un rato más.




¿Otras películas que tengan lugar en desiertos?

20.9.14

Hace ya algún tiempo me había propuesto buscar diferentes adaptaciones cinematográficas de la obra de Clive Barker. Algunos años después regresamos a otro de los intentos del escritor por desempeñarse también como director de cine, tras el clásico "Hellraiser", adaptando otra de sus historias, con un título tan atractivo como "Lord of the Illusions".



"Magic is the oldest trick in the book"
Aunque sin duda "Hellraiser" se ha ganado un lugar distinguido en la historia del cine de terror, debido en gran parte a la emblemática estética del principal cenobita, Pinhead, es una pena que el resto de la literatura de Barker no haya tenido una mejor presencia en pantalla. El propio autor limitó su intento como director a estos dos largometrajes y una película en video. Y es que teniendo historias y elementos tan atractivos, parece que es imposible trasladar de manera óptima sus 'historias de sangre' al plano audiovisual.

"Lord of Illusions" está pensado entre el film noir y el tributo a las sectas clásicas estadounidenses, en este caso concreto la de Charles Manson. Con un toque de magia y de transmutación física (sello característico del autor), la historia gira alrededor del culto a El Puritano, un hombre capaz de usar magia para sus oscuros intereses. En los años 80 un grupo de ex seguidores suyos planean detener para siempre sus planes y enterrarlo en lo profundo del desierto de Mojave para que nadie jamás encuentre su cuerpo. Pero dado que así no funcionan las sectas mágicas, trece años después todo parece indicar que Nix, o El Puritano, está de vuelta para terminar lo que empezara tantos años atrás. Esta vez es el detective Harry D'Amour quien también termina involucrado en una trama detectivesca con entramado sobrenatural en la que el resultado puede ser fatal para todos. 

Si la historia suena innegablemente a años 90, y se mantiene dentro del tono y ritmo necesario para resultar entretenida y un poco sangrienta durante sus 100 minutos, muy poco pueden lucirse los elementos mágicos o de horror en una trama que se maneja casi como acción adolescente. Y el hecho de que Scott Bakula, a quien resulta imposible no imaginar todo el tiempo en su papel de "Quantum leap", sea el protagonista D'Amour tampoco ayuda a darle un poco más de seriedad a una historia cuyas capacidades terroríficas se mantienen por lo bajo ante un giro constante de 'ahora quién usa la magia'. 
Si puede resultar una buena opción como una de esas películas que uno se encuentra canaleando en la televisión, no le hace verdadera justicia a la literatura de Barker (que él mismo no parece demasiado capaz de adaptar) ni una oportuna introducción a la misma. 

Aunque quizás esto debería ser una advertencia de que a veces es mejor quedarse con los libros, no duden que a futuro nos seguirán tocando reseñas sobre sus adaptaciones. Sobre todo de "Hellraiser", que todavía nos queda mucho por ver en la saga.




¿Otras películas sobre ilusionistas?

14.9.14

Desde el 9 de Septiembre dio inicio en la Ciudad de México la Muestra Internacional de Cine con Perspectiva de Género o MicGénero, un festival que busca acercar los estudios de género al público general a través del cine. Y entre su vasto y completo programa aparece un documental que tenía pendiente desde hace mucho tiempo y que ahora pude disfrutar, además, en pantalla de cine. Poca presentación necesita "I am Divine".



"We were freaks, not hippies"
Divine ha quedado grabada en la memoria colectiva hasta nuestros días a través de "Pink Flamingos", la odisea de John Waters ha través del mal gusto. Divine, una drag queen con sobrepeso y un excéntrico estilo, se vuelve un pilar de ese mundo caótico, violento y desagradable al que Waters daría ritmo a través de esa y otras de sus películas. Pero ¿cuál es la historia de ese ícono, el proceso de creación de esa persona/personaje? "I am Divine", una frase tajante y también violenta, es un recorrido a través de la historia de Harris Glenn Milstead, un joven tímido en quien la evidencia de su homosexualidad era una herida. Glenn y John Waters se conocieron cuando eran jóvenes, cuando ambos estaban aún por adentrarse en ese mundo oculto y nocturno de las drags, de los espectáculos trasgresores, del deseo de ser estrellas a su manera. 
Y una tarde Glenn y su entonces novia iban a ir a una fiesta de disfraces y él decidió ir de Elizabeth Taylor. Y ya no hubo vuelta atrás.

Las dimensiones de la vida de Divine se han quedado atrás. Muchos recuerdan momentos exactos (casi siempre ligados a películas de Waters) y no conocen el complicado y psicodélico camino de ese fascinante personaje. Del chico que quería estudiar para ser estilista del joven drag que participaba en escandalosas obras de teatro. De musa de John Waters al actor buscando ser reconocido en sus papeles femeninos pero también masculinos. Si lo que podemos ver de manera inmediata en Divine cautiva por su agresividad, por su exotismo, por su pasión, al dar la vuelta a su rostro y encontrarnos con Glenn, el hombre sin maquillaje y vestidos, resulta también un camino intrigante, otro mundo extraño al que esa enorme mujer con sobrepeso parece incitarnos a entrar. Y es un mundo con ritmos de cabaret terrorista, de música tecno ochentera, de cine sin sentido, de drama familiar. Y en todos esos puntos Divine es reina y tirana, primera piel y máscara de un hombre que se descubrió a través de pelucas, maquillaje y la oportunidad de vivir su vida, en gran medida, bajo sus propios términos. 

Hacia el final, uno de sus amigos entrevistados habla sobre las luchas que Divine terminó encarnando aunque nunca hubiese tomado ninguna postura política ni social sobre sí misma, aunque nunca se hubiera usado como estandarte para ninguna búsqueda. Pero poco hay tan sincero, tan radical y tan valiente como esa capacidad abrumadora de sumergirse en lo más profundo, más caótico y más desagradable de uno mismo y volverlo tu propio rostro. 
Sin duda un gran documental sobre una vida fascinante. 

Y quizás ya nos haga falta y esperemos que pronto toque un mini-maratón de John Waters. Y también seguiremos hablando de algunas otras producciones del MicGénero.




¿Película favorita en la que aparezca Divine?

6.9.14

Tras la prolongada ausencia regresa el terror cámara en mano. Porque así suelo volver yo, esporádica y terroríficamente. O lo más cercano a eso.



"Los devora desde el interior"
En el cada vez más extenso subgénero del terror cámara-en-mano o falso documental o metraje encontrado, parece que ya hemos visto casi todo y en gran medida probablemente tengamos razón. Fantasmas que poseen los mismos sitios, criaturas fantásticas que no se muestran, un montón de zombies en todos los contextos. Y si "The bay" nos ofrecía algo que mínimamente se salía de lo común proponiendo una perspectiva un poco más 'seria' y ecológica ante una amenaza infecciosa, sin duda destacaba también por parecer una película de bajo presupuesto más pero ostentar a Barry Levinson, ganador del Óscar por "Rain man", como su director.

En un pequeño pueblo de Maryland junto al mar se celebra el 4 de Julio y una reportera novata se ve cubriendo las festivas pero sencillas actividades del lugar. Su cámara no es la única que graba en las inmediaciones, al tiempo que una pareja de oceanógrafos realizan pruebas para descubrir peligrosos niveles de toxicidad en el agua que han llevado a la mutación de un parásito. Después de eso: cámaras caseras, grabaciones policiales, videomensajes. De un modo u otro la población de Chesapeake se va encontrando con un parásito que trata de apoderarse del 'cuerpo huésped' hasta consecuencias inimaginadas. La puesta en escena clásica del cine de zombies da lugar al caos epidemiológico, agravado por el incontrolable contexto marino. 

Una de las principales críticas negativas sobre "The bay" es su moderada condición de 'terror'. Es cierto que en pocas ocasiones recurre a los instrumentos básicos del género tratando de asustar al espectador con saltos inoportunos o imágenes grotescas. La caótica situación se preocupa más por generar una atmósfera de angustia y por retratar vívidamente las emociones ante una crisis de esta magnitud, pasando por distintas situaciones y personajes. El horror es en gran medida corporal y se limita mucho a los cuerpos, al temor a ellos y lo que puedan contener, la desesperación del no-saber. Todo lo cual se concentra mucho más en los cambios de cámara y la focalización en los distintos puntos de vista, antes que buscar únicamente el susto fácil o la imagen shockeante. 

Si su aparente condición de producción de bajo presupuesto o su limitación de falso documental traen algunos problemas consigo (algunos elementos tópicos, la relevancia de personajes poco interesantes con la excusa de ser quienes consiguen recuperar las grabaciones, o la necesidad de justificar el modo en que se ha mantenido la cinta), sin duda resulta una propuesta que excede las expectativas y ofrece un resultado refrescante entre tanta película de terror en masa. 
Sin duda la incluiría entre las películas más relevantes dentro del recurso de mockumentary de terror. Si no por su eficacia sí por su bien logrado manejo del tema. 

¿Una de las mejores cosas de la historia? Que el parásito en que está inspirada es real, el Cymothoa exigua, y es igualmente inquietante a nivel pez. Pronto (esperemos) nos tocará hablar de otros parásitos reales inspirando tramas de terror. 




¿Películas sobre parásitos/virus/etc que les gusten?