29.3.14

Lentamente (como todo últimamente), continuamos hablando de Tsai Ming-liang con "The hole".



"They should burn us all together"
¿Ven esos extravagantes vestidos que parecen anunciar un musical? Como habíamos comentado en la reseña anterior, pareciera que la estructura general se repite, partiendo de circunstancias inmediatas para dar rienda suelta a una fantasía reprimida y para reflexionar sobre la interacción ente las personas en circunstancias inusuales. Una extraña enfermedad comienza a asolar a Taiwán y las autoridades comienzan a ordenar la evacuación, pero no todas las personas estarán dispuestos a abandonar sus hogares, como sucede con varios integrantes de un viejo edificio habitacional. Un día las labores en uno de los departamentos termina con un nada glamouroso agujero en el piso de la sala, que termina por conectar involuntariamente a los dos vecinos y no del mejor modo. A partir de entonces la relación entre ambos, al igual que la relación con el agujero, comenzará a alterar sus vidas. 

Lo cierto es que la premisa y la puesta en escena configura la propuesta como algo bastante más interesante. Ese sentimiento apocalíptico conferido a una enfermedad que se presenta lejana, y la estrategia de reflexionar sobre las relaciones humanas con su propio ambiente a través de un agujero en el suelo es algo fantástico y que incluso da fuerza al contraste con los números musicales. Pero Tsai Ming-liang, como me parece hace con todas sus películas, requiere una conexión emocional más para terminar de caer rendidos en este juego de espacios y universos. Si bien de lo poco que he visto de su filmografía me parece la película más interesante, no termino por ver de manera inmediata todo lo que parece el autor está ofreciendo a través de sus extrañas historias. Y sin haber superado esa barrera sospecho que no se puede trabajar mucho más con sus propuestas. Difícil. 




¿Películas sobre la relación del individuo con su ambiente que les gusten?

23.3.14

Comienzo a retomar ritmo y luego me desaparezco. Típico. Pero ya estamos de vuelta y con un poco de suerte también estaremos retomando ritmo. Y para regresar, uno de los pequeños maratones de un autor que es un poco inexplicable que no se haya cruzado antes por este espacio: Tsai Ming-liang con "El sabor de la sandía".



"Mi despiadado amor, flotando en las alturas"
Y bueno, con ustedes: la sandía.

Es difícil hablar de las películas de Tsai Ming-liang en virtud de una trama como algo concreto. Muchas veces se parte de una cuestión directamente realista y con connotaciones sociales, como es en este caso los problemas de escasez de agua en un Taipei demasiado caluroso. O dos individuos que se reencuentran. Para luego expandirse y perderse en un laberinto de situaciones y emociones que no se acomodan a una estructura específica. De las recomendaciones del gobierno sobre beber agua de sandía en lugar de agua ante la escasez, se siguen secuencias sexuales con sandías de por medio. Ante una historia nada convencional de reencuentros se siguen psicodélicos y extravagantes secuencias musicales que nos hacen preguntarnos en qué universo taiwanés hemos entrado. 

Y es que Tsai Ming-liang es indudablemente un director que no funciona del mismo modo para todos. En extremo sugerente, alejado de formas convencionales, uno puede sentirse atrapado por sus extraños números musicales lo mismo que perderse un poco al no saber exactamente a dónde se dirige la historia. Si es que se dirige a alguna parte. Sus largas secuencias, su economía en diálogos y, en este caso, un metraje que se acerca bastante a las dos horas, no ayudan demasiado. Y es que si bien es un director que se ha posicionado de manera importante dentro del panorama asiático e internacional, para aquellos que no sigan de manera particular su trayectora pueden encontrarse con una película que funcione de maravilla por escenas y en otras pueda parecer de lo más dispersa. 

Y aunque a veces yo tengo la sensación de que con sus propuestas (tanto narrativas como de estrategias audiovisuales) debería ser un director que me gustara mucho (supongo que ser asiático también ayuda bastante), todavía no consigue atraparme del todo e incluso algunas de sus películas me resultan bastante difíciles de digerir. Igual seguiremos hablando de algunas otras de sus piezas clave dentro del pequeño maratón.




¿Otras películas donde alguna fruta juegue un papel importante que recuerden?

7.3.14

Y bueno, directo desde la categoría de 'películas para ver con mi madre', llega "El Exótico Hotel Marigold".



"Can there be anywhere else in the world that is such an assault on the senses?"
Debo confesar que, a diferencia de muchas películas de la categoría 'para ver con mi madre', tenía hasta un poco de ganas de verla. Y es que la premisa sonaba ya con cierto encanto. 
Seis personajes mayores se encuentran en el momento de su vida en que deben encarar la vejez, de golpe frente a un futuro oscuro e incierto. Llegan, cada uno por sus propias razones y con su propia historia, hasta el anuncio de una casa de retiro en la India que pinta para ser la solución a sus problemas y se embarcan en una extraña aventura. Que rápidamente parece tornarse todavía más irracional cuando descubren que la maravillosa casa de retiro es un hotel que apenas comienza a salir de sus ruinas pero dirigido por un energético y positivo joven que sueña con volverlo un hotel de ensueños para adultos mayores. A partir del choque que tendrá cada uno de ellos con el terremoto socio-cultural que es la vida en la India, comenzarán a replantearse cosas de su vida en un punto en que nadie parece esperar mucho más de ellos que su lento tránsito hacia la muerte.

Primero que nada, hay que ver ese elenco: Judi Dench, Bill Nighy, Maggie Smith, Tom Wilkinson, Penelope Wilton, Ronald Pickup y Celia Imrie, como un fantástico sexteto protagónico. Coronado por el prototípico indio con un sueño, Dev Patel, y la guapa Tena Desae. Todos siempre fantásticos (hablo sobre todo por los ingleses, jo) y todavía más perfectos en sus correspondientes papeles que representan las muchas variables de su edad. Una viuda que se da cuenta que dependía para todo de su esposo, un matrimonio que tras tantos años descubre que cada vez es menos lo que los une, un hombre que trata de buscar aquello que quedó inconcluso en su adolescencia, una mujer que busca desesperadamente a su próximo esposo, un hombre que sólo quiere volver a tener sexo, una mujer bastante racista que se ve obligada a ir a la India por una operación de cadera. Todos ellos conformarán los mosaicos de ese 'exótico' Hotel Marigold que es una representación de las ataduras en todos los momentos de la vida. Las cosas que uno no hace porque ha sido convencido de que no debe hacerlas. Y todos ellos dan un paso adelante decidiendo que finalmente lo que quieren es vivir, sin importar lo que los otros piensen o digan.

Y creo que esa es una realidad latente en la industria cinematográfica donde cada vez hay menos y más limitados papeles para los actores de mayor edad, como sucede también en la vida, donde parece que llegado un punto uno alcanza su fecha de caducidad y después de ello no debe aspirar a mucho más porque 'ya no está en edad'. Si a eso se le contrasta el colorido, la alegría, pero también el caos que parece inherente a la cultura india, el resultado es un mundo de encuentros y desencuentros fantásticos que nos lleva a creer que siempre quedan más giros, más momentos, más cosas que hace falta vivir. 
Y bueno, si las vas a vivir en la India, pues qué mejor, aunque no tengas musicales bollywoodenses de fondo. Además que si uno piensa en las posibilidades de esos choques culturales, el humor está en bandeja de plata, y tanto el guión como el carisma de los personajes lo aprovechan de maravilla. 

Siendo una película que no parece tener muchas aspiraciones más que ser una comedia dramática suave, lo cierto es que la disfruté mucho y me he descubierto regresando a ella y riéndome y conmoviéndome una vez más. 




¿Otras películas sobre choques culturales que recuerden?

5.3.14

Ni siquiera sabía que "Ánimas Trujano" tenía un subtítulo. Eso explicaría el amor de los traductores mexicanos por añadir explicaciones a un gran número de títulos internacionales. Pero bueno, nos vamos hacia el Cine de Oro mexicano, a una de las películas más populares de Ismael Rodríguez.



"Dios siempre hace lo que yo no quiero. Yo ya me estoy cansando de Dios"
Pero yo no llegué a esta película precisamente porque fuera muy reconocida dentro de la trayectoria de Ismael Rodríguez. Sino por una particularidad que tiene, bastante inusual para nuestra cinematografía y para aquella época. Sabrán ya algunos, o quizás podrán reconocer al rostro masculino de estos fotogramas, que el protagonista de esta producción es Toshiro Mifune. El gran samurai japonés. No sólo aparece en una producción de un país tan inesperado como México sino que encima encarna a un personaje mexicano. A un indígena, para ser más exactos, y es un hecho que la fisonomía de Mifune se prestaba bastante bien para eso. De hecho, en un momento cinematográfico en que muchos personajes indígenas eran representados por actores bastante caucásicos, Mifune podría pasar por el más mexicanísimo de los involucrados. Si uno pasa por alto que evidentemente su voz está doblada (al parecer él quería decir sus diálogos y los memorizó en español, pero me imagino que igual hubiera sido difícil justificar que un indio mexicano tuviera acento japonés).

¿Que tengo que hablarles también de la trama? Qué detalles. A diferencia de otras películas de la época, donde se presentaba a los indígenas con un aura de pureza que justificaba de algún modo las terribles tribulaciones con las que vivían, aquí la historia gira en torno a un personaje bastante mezquino y con el que es difícil simpatizar. Justamente Ánimas Trujano. Un hombre irresponsable, infiel, borracho, testarudo y todos esos adjetivos que conforman a un patán. Pero Ánimas Trujano, además, tiene un sueño, y es llegar a ser mayordomo del pueblo. Un puesto que usualmente sólo le corresponde a quienes puedan pagar por ello o estén muy bien posicionados en la sociedad. La obsesión de Trujano mezcla el exagerado fervor religioso (casi nada aplicado en las demás facetas de su vida diaria, como podrán suponer) con el deseo desesperado de ser reconocido socialmente. A lo largo de la película tendrá diversas oportunidades de reivindicarse y quizás conseguir por fin ser mayordomo, pero Ánimas Trujano no seguirá siempre un camino muy claro para conseguir sus metas. 

Es bastante claro que la fuerza de la película recae por entero en Mifune, protagonista y eje central que hace que todas las demás situaciones se muevan a su alrededor. También un experto en interpretar papeles inherentemente desagradables dotándolos de su necesaria complejidad y con una maestría que por desgracia en momentos se puede ver algo opacada por el contraste con esa voz 'con tono indígena' que claramente no es suya (también influye el hecho de que esa emulación del habla indígena que usaban en esa época suele desesperarme bastante por lo fingida que suele sonar). Es, además, como muchas películas del Cine de Oro Mexicano, una película para sufrir, donde las desgracias se apilan y los personajes no aprenden, y todos viven bastante acostumbrados a su cruz y su miseria. Es un tipo de drama bastante particular que corre en muchos casos el riesgo de no gustar demasiado por este exceso de dureza que parece no ir a ninguna parte. Sobre todo cuando podría haberse aprovechado mucho más como crítica social a una construcción religiosa-social que procuraba la existencia de personas como Ánimas Trujano (que por cierto, Ánimas es un gran nombre). 

Si para mí fue una curiosidad, ya que no suelo disfrutar demasiado de este tipo de dramas, es también cierto que la construcción del protagonista encarnado por Mifune es un recurso bastante poderoso en sí mismo y capaz de justificar el resto de la trama, aunque sea por la fuerza de su presencia en pantalla. 
Y porque me encanta, probablemente.




¿Combinaciones cinematográficas inusuales que recuerden? 

3.3.14

Pasados los Oscares. Pasados los enojos (no voy a perdonar nunca a Hollywood que "El acto de matar" no haya ganado), pasadas las pocas alegrías, pasadas las terribles transmisiones por televisión. Pasado todo eso, podemos continuar con nuestras reseñas regulares. 
Uy, terror. 



"No, they're something nightmares are from"
A estas alturas seguro ya muchos de ustedes saben de qué va "The cabin in the woods" y cuál es su particular propuesta para darle un 'giro de tuerca' a la típica historia de terror y a la típica sátira cómica de terror. Pero hubo un momento en que la película se estrenó sin demasiada pena ni gloria y uno podía llegar a pensar que era una más de esas producciones poco originales que parecían no haberse enterado que "Evil dead" se estrenó muchas décadas atrás. Una cabaña en el bosque, porque es lo que pensamos siempre que dan inicio esas historias de terror: ¿quién en su sano juicio querría ir a una cabaña en medio de un bosque? 

Pero la película abre con una escena de un laboratorio y uno se inclina a pensar que está viendo la película equivocada. Hasta que salen los típicos jóvenes estadounidenses con su rol estereotípico en el grupo que deciden que es una gran idea alejarse de la civilización e internarse en un bosque probablemente maldito. Yeah, esa es mi película. O algo así. "The cabin in the woods" es tan estereotípica que ese estereotipo es la trama. La disección profunda del absurdo que configura las películas de terror y un juego de 'qué tan maldito puede estar este sitio - pues todavía no has visto nada'. Y empieza la magia.

Aunque hayan excelentes ejemplos, es un hecho de que cada vez es más difícil darle un buen giro al género de terror, incluso en su presentación conjunta con la comedia. Y en este caso no se trata únicamente de la sátira, o del buen uso del humor dentro de la trama, sino de un guión en exceso inteligente que pueda manejar en varios sentidos la retórica del terror para darle una nueva dimensión. Partiendo, indudablemente, de estructuras clásicas como es el caso más que evidente de "Evil dead", y lanzando guiños al por mayor a todo lo que ha conformado el género de horror desde hace años. Consiguiendo que sea tan disfrutable ver a los típicos chicos que se quedan atrapados en tramas horribles como elementos que sutilmente se cruzan por toda la memoria del cine de horror. Zombies, configuraciones de los lamentos, criaturas clásicas, personajes de "Sin City". La cabaña en medio del bosque, a esa que nadie en su sano juicio debería querer ir, representa las mil posibilidades de esa historia mil veces contada que es la esencia del género.

Fantástica película. Mucho más efectiva si uno entra en el juego sin saber nada y sin esperar nada. 

Ese mismo año Joss Whedon, co-guionista y productor, presentó con mucha más gloria "Avengers", dejando en claro que sabe trabajar muy bien con varios géneros. Y que sabe muy bien lo que está haciendo.




¿Otras películas que le den una 'vuelta de tuerca' al terror?