31.10.10


31/10/10
Seguimos con Sitges en el día de sorpresas. La siguiente elección casi al azar fue "The wild hunt", que pintaba para ser una película de mitologías fantásticas y tal, pero eso dejándonos llevar por la imagencita ilustrativa al caso.



"Y ya es momento de que empiece la cacería"
Sí, sí, leí muy por encima la sinopsis y me quedé vagamente con la idea de 'y ahora tendrá que entrar en un mundo inimaginable para rescatar a su novia', lo cual sumado a los primeros cinco minutos en que todos aparecían en medio de un bosque metidos en personajes estereotípicos y con no especialmente buenas actuaciones, yo comencé a pensar "¿por qué entré a ver ésto?". Pero, oh, unos pocos minutos después la realidad aparente se quiebra y se nos revela la verdadera naturaleza de la escena: una partida de rol. Extrema.

Ahora, la verdadera trama: Erik no está pasando por sus mejores momentos, tiene que vivir al pendiente de un padre muy enfermo y pelea constantemente con su novia Lyn quien ya está harta de la situación. Por influencia del hermano medio loco de Erik, Bjorn, Lyn comienza a partir en un juego de rol completamente ambientado al modo medieval en medio de un bosque, por lo cual se desaparece algunos días de casa. Ahora se marcha una vez más, durante algunas semanas, para una larga partida y Erik no puede evitar sentir que algo terrible va a suceder, sobre todo cuando se entera que el personaje de Lyn ha sido secuestrado por el clan de chamanes de la partida.
Claro que en ese mundito de frikis hay reglas, y si Erik quiere entrar a 'rescatar' a su novia (en el nivel de realidad que sea) tiene que jugar bajo esas reglas.

La verdad a mí me pareció fantástico desde la concepción. Quizá porque la idea de tener enormes terrenos de bosque y una organización compleja para manejar a un montón de vikingos, elfos, chamanes, caballeros medievales, hadas y etc, me parece ya bastante llamativa por sí misma. Y ahora, manejar la realidad a dos niveles hacia un mismo fin resultó también de lo más interesante.

Películas como "El experimento", y los experimentos sociales en que están basadas, ya nos lo han dejado muy claro: los seres humanos, cuando nos condicionamos para seguir un personaje, realmente nos metemos en personaje. La noción de la realidad es fácilmente manipulable y, además, la gente se vuelve loca en cualquier momento. Una pequeña porción de tu realidad se quiebra y ya no entiendes de razones. Ahora pongámoslo eso en un montón de gente que se cree vikingo o chamán, y sobre todo que tiene que ser suficientemente friki para ir a pasar días congelándose en el bosque en las cabañitas que correspondan al clan. Eso es vocación. Y si insertamos en ello un agente doble (Erik, que tiene que jugar con las reglas pero no convencido de ellas) que comienza a contaminar un poco el ambiente, tenemos una bomba de tiempo.

Al parecer uno de los principales puntos que han comentado las críticas del público es la cuestión de los jugadores de rol. Sin duda hay un afán por tener un toque realista en contraposición con la idealización fantástica del juego, pero tampoco creo que sea extremo en ese aspecto. Es decir, a mí me gustó que no fuesen un estereotipo del friki jugador de rol como todos lo imaginamos, pero también creo que no lo fue porque entonces la trama no hubiese funcionado. Es muy previsible que los frikis se vuelvan locos y además no los vemos muy audaces. Era mejor esa idea de que gente común se divierte de maneras extrañas y a veces las cosas no resultan tan bien como uno esperaba (también rescatando la idea olvidada de que hay frikis que perfectamente pasan por 'gente común'). Pero por otro lado creo que sí todos los personajes responden a unas ciertas características que tal vez no encontraríamos mayoritariamente si organizáramos una partida de rol así de extrema. Pero, ey, en la realidad de la película funciona.

Creo que es una película bastante refrescante, en el aspecto de que es muy entretenida, mantiene un excelente nivel de tensión y dramatismo, y sobre todo porque nos aleja de las ambientaciones usuales y de las realidades a las que ya estamos todos acostumbrados metiéndonos a un mundo fantástico y extraño que puede tornarse hostil en cualquier momento. Todo sin grandes pretensiones, con un guión bastante correcto que tampoco quiere sorprendernos exageradamente y con unas actuaciones que cumplen en todos los aspectos.
Supongo que yo me quedo con Shaman Murtagh, el gran chamán, quizá porque es el personaje que mejor se mueve entre los dos aspectos extremos de esas realidades.

Está en mi lista de las sorpresas más agradables del festival, para que luego no sienta que todas mis decisiones aleatorias fueron malas.




¿Película canadiense favorita?

30.10.10


30/10/10
Haciendo otro intermedio para continuar con las películas en cartelera. Y sobre todo con este documental que desde hacía tiempo quería y que /cine_asiatico me recordó apenas que tenía pendiente. Y encima estando en pantalla grande, yo no podía pedir más.



"I used to encourage everyone I knew to make art. I don't do that so much anymore"
Uno ve el trailer y no sabe muy bien qué pensar al respecto, un documental ¿de qué? si parecen escenas más bien sacadas de un "Jackass" graffitero. Pero, ajam, es Banksy, y es todo lo que yo necesito saber.
En realidad el trailer es una trampa compleja. Uno puede pensar, después de haber visto la película, que en realidad el documental no va por ahí. Pero por otro lado, sí va por ahí. Y bienvenidos a la complejidad histórica-social del arte urbano.

De entrada nos encontramos con Banksy, como si necesitáramos algo más que un rostro en sombras y una voz medio manipulada para confiarnos en que es él; y nos dice realmente de que va el asunto: lo que comenzó siendo un intento de hacer un documental sobre él, terminó por ser un documental sobre el tipo que quería hacer un documental sobre él, Thierry Guetta.
Curioso.
Thierry Guetta es un francés que emigró a Estados Unidos y que se ha dedicado a algunos negocios al tiempo que se distrae grabando todo con una cámara. Todo. Parece que el hobby no va más allá hasta que en una visita familiar a Francia descubre que uno de sus primos es el artista urbano conocido como Space Invader. Lo que al principio a Thierry le parece una manía curiosa de pegar monitos pixeleados por las calles francesas, termina en convertirse en toda una revelación y a partir de entonces dedicará por entero su vida, literalmente, a documentar el arte urbano y tratar de acceder a él por todos los medios. En donde está claro que el punto más alto de su misión será conocer a Banksy, el enigmático y anónimo artista inglés.

Como una fanática, con fácil tendencia a la obsesión, del arte urbano, puedo entender perfectamente a Thierry. En algunas cosas. Además que la pasión que tiene por el seguimiento de los artistas y el modo en que se involucra realmente con el movimiento es bastante admirable. Aunque por momentos también pueda rozar lo ingenuo o lo absurdo, el paseo que nos representa su vida a través de sus tomas es fantástico. Pero, la pregunta es inevitable: ¿a dónde se dirige un seguimiento puntual del arte urbano?

El pietaje se mueve de manera histórica, ajustándose por un lado a los cambios en la vida de Thierry y, por otro, a mostrar a varios artistas y el modo en que intervienen el paisaje urbano. Entendemos que toda la edición es por parte de Banksy y nos dirige, eventualmente, hasta la pregunta crucial: ¿quién es el artista callejero? ¿cómo marcas diferencias cuando no hay absolutamente ninguna diferencia? Y es Thierry, precisamente, el personaje que salta la línea y de estar detrás de la cámara termina por revelarse frente a ella.

La cuestión sin duda ha sido tratada en cuestiones contemporáneas en muchos ámbitos del arte, a saber cuánto se ha modificado (o distorsionado, según se vea) los términos del mismo a raíz de sus nuevas expresiones. En este caso viene, además, de una rama bastante marginada del arte que en incluso no suele ser considerada siempre de tal modo, por lo que la cuestión resulta mucho más retorcida de algún modo. Y lo mejor logrado de la cinta es que consigue presentar la cuestión restándole un juicio de valor. No es hablar del artista contemporáneo y si es o no válido, no es hablar de las nuevas expresiones de arte y si son o no válidas. Aquí las cosas se muestran sencillamente, a modo de decir "aquí está aunque no te guste" (tal como Banksy ha tratado en general de denunciar muchas veces con sus trabajos) y te deja a ti sacar cualquier otra conclusión, involucrarte en la historia desde la perspectiva que más te agrade. Además de mostrar, de forma natural y de lo más entretenida, el modo en que las cosas, una vez que suceden, no pueden ser controladas en su desarrollo. El modo en que un concepto, una forma, una idea, puede apreciarse o malinterpretarse con la misma fácilidad. Y eso sucede con el arte pero sucede también con todo. Una especie de viaje después del cual nos preguntamos: después de todos esto ¿aún no has aprendido nada?

Qué cliché que soy pero no puedo evitarlo: a mí me encanta Banksy. Y me parece que es este uno de los documentales más increíblemente divertidos e interesantes que he visto últimamente.




¿Documental de arte actual favorito?

29.10.10


29/10/10
El día siete en Sitges fue un poco del dejar al azar. Tenía sólo una película clara para ese día y las demás las elegí de manera más o menos arbitraria. Y la debilidad asiática se hizo presente en esta primera elección, además de que el pequeño fotograma (el que aparecía en el librito, no éste) y la sinopsis tampoco sonaba del todo mal. El título era, sencillamente, "Miyoko".



"Verlo así, tan triste y acabado, sólo conseguía encenderme más, aunque sabía que eso terminaría por hacernos daño"
La idea central de la película es la vida de un mangaka y su relación con la musa que inspiraba sus tiras y que, paradójicamente, era su propia esposa (y digo que es paradójico porque uno usualmente no se encuentra con películas donde la relación tormentosa sea con la esposa abnegada, ajam). Lo que aparentemente yo leí por encima era que se trataba, efectivamente, de una especie de cinta biográfica sobre el mangaka Shinichi Abe y la relación que tuvo con su esposa. La verdad es que yo esperaba algo un poco más fantasioso y, de entrada, pues es 'una historia real'.

Yo de Shinichi Abe no conocía ni la existencia ni mucho menos sus historietas. Al parecer estaba inscrito en una cierta corriente surrealista y por lo que podemos deducir de las viñetas que aparecen en la película, en general trataba tramas abruptas, reducidas, sin un sentido demasiado aparente y con una carga relevantemente erótica. Y al parecer así era su vida, paso por paso.

Shinichi está loco, y por loco entendemos enfermo, aunque hasta el final no sabremos hasta qué punto pero queda bastante claro con su comportamiento errático desde el principio. Quizá el problema es que en las películas solemos idealizar la enfermedad mental de modos bastante prácticos a nivel cinematográfico pero, ¿adivinen qué? las enfermedades no siempre son interesantes. Y Shinichi la verdad es que la mayor parte del tiempo no es un personaje interesante y el modo en que nos movemos por su obsesión con su esposa, su total desinterés por todo y sus manías absurdas, no deja un espacio a que nos hagamos una idea compleja de él. Quizá él mismo no era complejo, pero eso no puedo sino conjeturarlo.
El problema es que tampoco Miyoko, la esposa, llena muy bien los espacios en blanco. Pasa de ser una mujer abnegada a ser otra obsesa más y entonces ya no podemos sino seguir la historia sin entenderla del todo.

Por una parte podemos decir que es una típica historia de amor obsesivo e irracional de las que tanto solemos encontrar en los 'genios incomprendidos', y supongo que por otra parte se trató de ser deliberamente surrealista, o de algún modo surrealista. El producto es una historia que no se entiende del todo bien, y a la que sólo se le puede dar un cierre lógico cuando al final Shinichi Abe nos cuenta el 'desenlace' palabra por palabra o de otro modo nos quedaría una sensación de no haber visto ninguna acción real. Además que el constante elemento erótico a mí me pareció que de querer conceptualizarlo tanto le quitaron mucho valor al grado de que muchos momentos parecen escenas completamente fortuitas y poco efectivas. Y es que no se siente realmente una tensión erótica latente, sino sencillamente una serie de secuencias de desnudos sexuales que no conforman un mayor significado.

No sé si la perspectiva de la película cambiaría si el espectador conociera al mangaka y/o sus historias de antemano. De hecho no sé siquiera qué tan famoso sea fuera de Japón. A mí la verdad me resultó principalmente tediosa, como cuando te obligan a ver una biografía de alguien que realmente no te interesa en absoluto.



No todas las decisiones sorpresa pueden ser buenas, ¿no?

¿Alguien conoce alguna película sobre la vida de algún mangaka que sea recomendable?

28.10.10


28/10/10
También es cierto que hay veces en que uno necesita ver películas muy malas, y para eso el encanto de la tercera dimensión es casi como un agregado del mal gusto. De modo que teniendo ante mí la oportunidad de ver "Amphibious 3D" era un poco difícil negarse.



"Todos en este mundo queremos poder"
El asunto es que uno quiere, en realidad, ese tipo de películas de las que sale con la sensación de que fue tan mala que fue buena, pero tampoco es que sea tan sencillo llegar a ese punto. Hay películas que, llanamente, son tan malas que son malas. Y ya. Y puedes tener un anfibio gigante en tercera dimensión y que eso no ayude mucho.

La trama tiene que ser necesariamente tópica: bióloga marina sensual pero nerd (y con un trauma del pasado) viaja al mar de Sumatra en busca de algo que no está muy claro. Contrata marinero galán y golpeado por la vida para que la lleve por esas aguas. Descubre que en Indonesia la vida es dura pero como tiene nula noción de contextos sociales decide que quiere ayudar a los chicos que viven explotados en una rudimentaria plataforma pesquera en medio del mar. Chico explotado resulta heredero de un brujo del lugar con poder para controlar anfibios gigantes ancestrales. En tercera dimensión. Y no se diga más.

Es cierto que así de llanamente la película podría haber resultado buena por hilarante, pero si después del tópico no nos ofrecen nada más (y especialmente ni siquiera aprovechan la capacidad de burla que una trama tan mala ofrece) llega el punto en que las cosas se estancan y no avanzan. Los actores está claro que tienen las actuaciones más acartonadas del mundo, la bióloga marina no es suficientemente sexy (o el hecho de que sea tan tonta no ayuda a que se quite la ropa y al menos nos distraiga), el chico con poderes no es suficientemente malvado, y el anfibio ancestral no es suficientemente anfibio.
No voy a ahondar en ello pero ¿soy a la única que le parece absurdo que si la película se llama 'amphibious' no hayan recurrido a una rana, un sapo, una salamandra gigante y ancestral con poderes malvados? Para las pocas oportunidades que hay de utilizar anfibios como bichos gigantes y asesinos, deciden que sólo van a usar del término el chiste de que puede vivir en la tierra y en el agua y todo lo demás lo pasarán por alto.
No lo sé, igual y era más difícil hacer que una rana se viera muy mortal y ancestral y mala onda.

Así, llanamente, la película es mala. No tiene absolutamente nada que destacar, es tópica hasta el hartazgo y cuando uno cree que la historia no podría ir a peor, lo consigue de algún modo. Y no un 'a peor' que sea al menos ridículo, enfermo, grotesco, etc, sino llanamente peor. Con menos chiste, más tópico y enmarcando aún peor las malas actuaciones de los personajes mal construidos.

Además que de 3D tampoco es que tenga demasiado. Sí que a veces algo tiene como relieve pero nada que salte demasiado cerca de tu cara o te haga sentir que no quisieras toparte con esa criatura ancestral fuera de tu pantalla. Yo apenas si lo sentí y me dio la sensación de que el 3D lo metieron de último momento para que el título no se viera tan solito.

Ahora imdb nos lo advierte: menos de dos estrellas. Hubiera sido bueno saberlo antes pero seguro que igual la habría ido a ver. Hay cosas que uno tiene que aprender a la mala, y mi debilidad siguen siendo los bichos gigantes asesinos.

27.10.10


27/10/10
Y seguimos con Sitges, aunque parezca que vamos lentísimos con estas reseñas. Una de las que tenía ganas de ver aunque quizá con algo de recelo era "Dream home". Lo que quedaba claro es que seguro que era uno de esos baños de sangre que al menos vale la pena ver para descubrir qué tal.



"En una ciudad de locos si uno quiere sobrevivir tiene que ser todavía más loco"
Debo decir que la trama, en lo referente al concepto, me sonaba genial, y quizá por eso tenía algo de recelo (uno tiene que andarse con cuidado cuando algo parece que podría ser muy bueno). Además que tiene mucho de real y no dudo que el público pueda entender cierta parte de la psicología del personaje protagónico.
La noción es que en la actualidad los precios de las propiedades inmobiliarias están por las nubes, y en realidad resulta muy difícil conseguir el dinero suficiente como para asegurarse una vivienda. Ya no digamos una vivienda ideal. En esta situación encontramos también a Cheng Li-sheung, una joven profesional que ha vivido carencias durante toda su vida y que ahora añora con poder vivir en una casa cerca del mar como cuando era pequeña, cosa bastante imposible en el Hong Kong actual donde los edificios de lujo se han apropiado de la zona. Ella incluso ya ha encontrado el departamento justo que quiere pero el dinero que tiene para él no parece ser suficiente para sus dueños. De modo que está dispuesta a hacer cualquier cosa para devaluar el precio de la propiedad. Cualquier cosa.

Y aquí es donde entra el baño de sangre, ya que es bien sabido que las propiedades cercanas a donde haya ocurrido un crimen no es que se vendan de manera muy exitosa. Y Cheng lo sabe muy bien así que sus pobres vecinos se lamentarán de haber escogido precisamente los departamentos aledaños al deseado por la joven. Y ya, por ahí seguimos toda la película.

En general el metraje se centra en una matanza prolongada en la que intervienen una serie de flashbacks que tratan de explicarnos la situación y la vida general de la protagonista. Un modo de justificar lo que está haciendo aunque resulte bastante difícil, ya que en realidad el personaje ni siquiera en la versión más humilde del mismo resulta especialmente simpático. Y no sé si esa sería sólo mi apreciación personal porque me parece entonces que falla en ese punto, porque lo interesante sería que uno se sintiera suficientemente identificado con Cheng como para entender (al menos hasta cierto punto) lo que está haciendo. Pero durante el desarrollo de su historia por lo general llega a caer bastante antipática y es difícil que uno pueda verla más allá de una loquita que toma decisiones más o menos igual de locas.

Por la parte gore me pareció entretenida aunque el ritmo no fue el mejor. Primero porque al alargar tanto esas escenas llegado un punto se perdía la esencia climática y se volvía sangre más sangre más sangre. Además que en muchos puntos resulta un poco incoherente, está bien que Cheng va más que bien preparada para su misión, pero igual pensar que una mujer de estatua bastante promedio y con una constitución física que no nos hace suponer tampoco mucha más fuerza que el promedio, pueda cargarse todo lo que se encuentra en el camino. Sí, con sus dificultades, pero muy mínimas. Además que muchas veces las cosas se resuelven de un modo casi deus ex machina que si uno no lo toma de manera hilarante puede resultar algo molesto. Sumado a algunos detalles ajenos a la trama que parecen haber sido puestos de manera bastante arbitraria y que no terminaron de convencerme.

La conclusión final es un poco difícil para mí. Por una parte me pareció interesante y al menos entretenida, pero por otro lado el protagónico me pareció poco atinado (aunque seguro que podría ser yo, ya que ganó el premio del festival a la mejor actuación, según me parece recordar), por momentos me aburrió un poco (que siendo gore debo decir que me parece terrible que llegue a ser precisamente aburrido) y creo que de la idea se pudieron haber sacado historias mucho más interesantes. Pero esa soy yo.
Con todo es una película a la que bien vale echarle un vistazo y sacar conclusiones personales.

26.10.10



26/10/10
Pausando otra vez el festival para hablar de películas en los cines. El domingo que uno tiene ganas de pasarse por el cine y ver, algo, cualquier cosa; Lina, Vicky y yo pensamos que la comedia-romántica de "Los seductores" no estaría mal. Y yo suelo ser enemiga de las comedias románticas pero entre que me apetecía ver algo ligero, pensé que, bueno, era francesa, y tenía a Romain Duris en portada.



"Rompemos sus relaciones, no sus corazones"

En alguna ida anterior me había tocado ver el trailer y la idea parecía al menos curiosa. Es un pequeño equipo cuyo trabajo consiste en seducir mujeres para que dejen una relación problemática. Si una amiga, hermana, familiar, etc, tuya anda con una persona que no le conviene, la trata mal o sencillamente no es para ella, puedes ir y contratar a Alex Lippi quien hará todo para que la mujer abra los ojos y se dé cuenta. El plan podría pensarse que es efectivo y consiste en que ella se dé cuenta de lo poco conveniente que es su pareja y que hay un mundo de posibilidades. Eso parece que nunca implica directamente que se enamoren de Alex Lippi y todo se complique pero, bueno, por eso se supone que es un profesional.

Oh, el resto del equipo se conforma por Melanie, la hermana de Alex, y Marc, el esposo de ésta. Quienes son los encargados de organizar todo alrededor del encuentro e investigar a las 'víctimas' para que todo salga perfectamente.
Se supone que tienen una línea moral definida, en que se encargan sólo de parejas que realmente tengan problemas, y nunca por cuestiones raciales o ideológicas. Y me suena que tienen alguna otra norma que estoy saltándome pero seguro no es necesaria.

Hasta ahí todo bien, pero rápidamente nos enteramos de que están en bancarrota, encima Lippi les debe dinero a unos mafiosos o algo así, de modo que se ven en la necesidad de aceptar un trabajo por la fuerza. Esto es, que tienen diez días para que Juliette Van Der Becq deje a su prometido con quien va a casarse en, exacto, diez días. ¿El problema? Que Juliette no es la típica víctima de Lippi: es una mujer seria, aparentemente segura de sí misma y con una relación de lo más sólida. Encima Jonathan Alcott, es un caballero intachable y no hay por dónde agarrarse para hacerlo quedar mal.

Todo eso, encima, sucede a los pocos minutos de iniciada la película, así que realmente no tenemos una imagen mucho más amplia de la idea del negocio y sobre todo no sabemos mucho más de Alex además de que es una suerte de actorcito al que las cosas suelen resultarle bien. Y en este punto, en que tiene que ir siguiendo a Juliette, todo cobra una suerte de estado de comedia romántica muy del montón de "chico persigue a chica, chica se resiste, chico esconde algo que sabemos que al final será un problema".

Mientras la veía me quedó la sensación de que era exactamente la misma línea de narración que en "Hitch", esa película en que Will Smith te enseñaba cómo conquistar mujeres. Sólo que la versión norteamericana era la versión linda porque no involucraba a nadie engañándote para romper tu relación (que si fuese problemática no estaría tan mal, pero en el caso de Juliette que es el que abarca la totalidad de la película resulta poco moral). Los pasos son exactamente los mismos: desarrollo del 'negocio', aparición de un nuevo 'caso' (bue, con Will Smith no era un caso sino un nuevo interés amoroso), muchas dificultades absurdas al respecto, y ya saben lo que continua. Aunque a diferencia de la de Will Smith que debo aceptar que a mí me pareció razonablemente disfrutable, el ritmo de "Los seductores" es muy poco afortunado.

A mí me gusta Romain Duris y aunque escuché muchos comentarios de que no era nada atractivo, tampoco me molestaría verlo como seductor. El problema es que más que un tipo interesante con un trabajo entre placentero y conflictivo, nos queda casi todo el tiempo la imagen de que es un patancito sin más. Juliette no tiene ningún chiste la mayor parte de la película y en los últimos veinte minutos le quieren inventar una complejidad que no mostró nunca y que para entonces queda de lo más forzada y poco lógica. Además que me perdone Johnny Depp pero Vanessa Paradis me parece que no tiene nada que hacer en pantalla grande: no es especialmente buena actriz, y la verdad no me parece bonita (y quizá lo reconsideraría si sus dientes no captaran tan poderosamente mi atención de forma negativa).
Además que no hay nada de química entre ellos dos, así que al final, aunque te esperas lo que va a suceder, queda tan poco sincero que hasta molesta un poco.

Lo peor es, precisamente, que el consuelo que uno solía tener de 'bueno, pero es francesa', de que sabías que las comedias románticas europeas por lo menos tenían un toque particular que las salvaba de algo, ya no funciona para nada. Si los actores hubieran estado hablando en inglés (sin cambiarlos siquiera, ellos mismos hablando en inglés) la película habría sido una producción norteamericana porque la película es una comedia romántica típica del montón. Y lo peor es que queda en el montón menos agraciado.

Debo aceptar de que, en domingo, en que una lo mismo habría visto cualquier repetición en la televisión, pues quedó al menos para pasar el rato. Y sí que tiene un par de escenas que me dieron risa y que levantaron por una milésima de segundo el ritmo de la película antes de que volviera a caer. Pero decir que del mismo modo hubiera visto cualquier repetición por televisión (dependiendo la película seguro que muchísimas incluso las hubiera preferido) tampoco es que hable demasiado bien de una película.
Una pena, yo creo que con la trama se podría haber hecho algo un poco más original. Pero nada.




¿Película favorita de Vanessa Paradis?


25.10.10



25/10/10
Continuando con Sitges, y aún más, con Sitges en tercera dimensión. Uy. Yo vi 'Takashi Shimizu' (pensando en los buenos momentos de las producciones japones de "Ju-on", supongo) y '3D' y no pensé más. Quizá sí que debí detenerme a pensar un poco.



"Dicen que no olvidamos nunca las cosas, que se quedan escondidas en algún rincón de la memoria en espera del momento oportuno para resurgir"

Por ejemplo, checar la sinopsis igual hubiera estado bien aunque quizá no le habría encontrado mayor objeción. El problema era el título de "Shock labyrinth", me ganó fácilmente.

Veamos, la trama: un grupo de niños se separó cuando tras un evento desafortunado una amiga suya desapareció. Ahora, muchos años después, ya adolescentes, vuelven a reunirse y del mismo modo misterioso que la primera vez, la chica desaparecida reaparece y ahora todos tendrán que revivir la experiencia olvidada tantos años antes.
Tópico, en general, pero en ese punto en que puedes hacer una película al menos interesante y arruinarlo miserablemente. Es lo bello del terror, no tiene muchos puntos intermedios.
Ah, y todo eso sucede dentro de una casa del terror, uno creería que eso debería darle puntos extra pero no especialmente.

El primer problema son los adolescentes. Uno tiene que cuidar mucho a sus actores adolescentes porque una buena o mala actuación es capaz de cambiar todo el tono general de la película. Y si en general ninguno de los chicos del casting se destacan por sus capacidades histriónicas (probablemente la única que tiene razón de estar ahí es la chica re-aparecida porque la actriz es bastante bonita y, bue, esa era la idea principal de su personaje así que en ese aspecto está logrado), el más supuestamente protagonista (un chico que después del incidente se muda de ciudad y cuando regresa es que surge la reunión siniestra) es inconmensurablemente malo. Malísimo, duele verlo en pantalla haciendo unos gestos terribles de 'tengo miedo' o 'me doy cuenta de todo lo que está pasando aquí'. Pero a niveles insospechados. De modo que a partir de ahí uno comienza a recelar.
Luego, la casa del terror, un elemento tópico, sí, pero perfectamente aprovechable. Y sin embargo pasa completamente sin pena ni gloria. Sí, hay un par de momentos en que se utilizan los elementos propios pero en general da lo mismo que estuviesen en una casa de terror, en un hospital abandonado, o en la casa de uno de ellos. Nada aporta más que un par de fotogramas.

Ahora, el 3D, ¿qué hacemos con el 3D en una película de terror? Durante los primeros minutos uno podría pensar que la idea esencial de ello es sentir que estamos prácticamente dentro de la película. La primera secuencia es un recorrido por un bosque en que parece que la cámara es la vista de alguien y con el 3D (uno bastante bueno incluso, debo decir) sentimos casi que estamos dentro de ese bosque y que lo caminamos nosotros. Y en general se mantiene la sensación de que todas las cosas están sucediendo a dos centímetros de nuestro rostro. Y eso en el terror podría resultar bastante útil. El problema es que parece que eso no fue suficiente para Shimizu y entonces comenzaron los elementos de "ouo mira cómo salgo de la pantalla" hasta niveles absurdos, de manera completamente fortuita para que no nos olvidemos en ningún momento que tenemos los lentes puestos y que esto es un "shock labyrinth 3D". Especialmente el maldito conejo (que pueden ver en el fotograma) (ajam, no demasiado bien, pero es la cosa que está recogiendo la chica) aparece en un primerísimo plano (tan primer plano que, oh, sale de la pantalla) un número ridículo de veces. Y ahora que leo que la próxima película de Shimizu será otro 3D y se llamará justamente "Rabbit horror 3D", puedo imaginarme claramente la que se nos viene.

Irrescatable, la verdad, entre que la trama queda, cuando mucho, al nivel más promedio del terror asiático (si no por debajo), con unos terribles actores y un montón de elementos desaprovechados, no hay nada en la película que valga la pena destacar. De hecho yo me hubiera salido del cine sin ver el final (sin ver cuarenta minutos de final, incluso) sin lamentarme en absoluto porque desde la mitad ya era sabíamos que era irrescatable.
Una pena. No entiendo cuál es la necesidad de producir terror de manera industrial si no hay una buena idea detrás. Especialmente que el señor Shimizu en el peor de los casos ya nos ha dado muestras de que sabe hacer las cosas bien. Así que en ese aspecto es también inexplicable.




¿Película favorita de casas del terror?






23.10.10



23/10/10
Bueno, hacemos una pequeña pausa con las reseñas del festival de Sitges para hablar de lo que está en los cines. A mí "La red social" me llamaba y no. Por un lado, tras "El curioso caso de Benjamin Button" mi fe en Fincher había disminuido considerablemente (y ni siquiera es que no me gustara la película, pero en definitiva creo que no la volvería a ver). Luego, ¿una película de facebook? ¿que se anuncia como algo parecido a un thriller? Era tan intrigante como extraño. Pero, igual tenía que verla.



"You're going to be successful, and rich. But you're going to go through life thinking that girls don't like you because you're a nerd. And I want you to know, from the bottom of my heart, that that won't be true. It'll be because you're an asshole"

En los primeros cuatro minutos la película ya ha revelado su naturaleza más evidente: es increíblemente vertiginosa. Lo cual se debe en gran medida a que los productores le dijeron 'señor Fincher, esta vez no se nos sale de las estrictas dos horas' y, claro, el guión tenía que entrar porque entraba. Y se agradece, de hecho no me imagino esos diálogos tan dinámicos teniendo lugar de un modo convencional, lo que probablemente les habría quitado gran parte de su atractivo. Además que es de destacar la capacidad dialéctica de Jesse Eisenberg al poder hablar tan increíblemente rápido.

La creación de facebook, ¿por qué tendría que interesarnos? En realidad la película no trata, estrictamente, de la creación de facebook tanto como de su irrupción en la vida, y aún eso no de manera completamente objetiva. De entrada tenemos, por encima de todo, a Mark Zuckerberg, un joven estudiante de Harvard con grandes capacidad informáticas y una necesidad de demostrarle cualquier cosa al mundo. Sus proyectos virtuales han causado una serie de réplicas favorables y ahora quiere ir por el bocado mayor: revolucionar indiscutiblemente las redes sociales.

Una vez más, ¿cómo puede eso interesarnos? La película se cuenta en distintos planos temporales. Por una parte tenemos al joven Zuckerberg compareciendo ante una serie de demandas de las que tendremos que irnos enterando de qué van conforme vayan sucediéndose las declaraciones. Por otra parte regresamos para verlo a él, en su vida diaria y él en su nueva vida de programador-diva. Gran parte de todos los sucesos tienen el único fin de mostrar la personaje detrás del suceso, pero al mismo tiempo de mostrarnos el mundo modificado detrás del suceso.

Principalmente lo que la película tiene es un increíblemente bien llevado guión que te mantiene atrapado en todo momento y hace que todo parezca perfectamente lógico (hasta cuando hablan únicamente de cosas de informática y uno cree que entiende aunque está claro que no entiende nada). Los ritmos son adecuados, la secuencialidad es adecuada, y la forma en que nos lo narra de una forma tan desprovista de pretensiones más allá de contarlo, es lo que realmente nos involucra con la película. Por otra parte es cierto que Jesse Eisenberg es el protagónico perfecto para la película y gran parte de la fuerza de la misma, si bien todos los demás actores se mantienen bastante a la altura. Incluso Justin Timberlake, que para mí resultaba imposible tomármelo en serio, aborda su papel de manera convincente (aunque eso de ser un junior con delirios de grandeza insoportable quizá tuvo que ver con eso, oh).

Con todo, yo diría que gran parte del mérito de la película consiste en presentar una suerte de 'la historia mientras se escribe'. Es decir, es difícil abordar la intervención virtual en la vida diaria de una manera objetiva porque uno tiende a caer irremediablemente en lo fantasioso, en lo ciencia ficción, o en la representación visual de realidades virtuales (que sí, básicamente participa de los dos géneros anteriores llevándolos al extremo). Y aquí eso sucede sin la necesidad de meterlo a la fuerza, sencillamente como si dijera 'así es nuestra vida ahora'. Lo cual se presenta no sólo en el concepto de facebook sino incluso en el modo en que se manejan las demandas y el modo en que los personajes reordenan su vida inmediata para adecuarla a los nuevos patrones de comportamiento virtual. Algo de lo que casi nadie del público estará alejado y con lo que claramente puede sentirse identificado.

Sí tiene algunos detalles que uno podría decir 'bueno, aquí esto no estuvo tan bien' pero tampoco creo que la película espere trascender hasta lo imposible. Así que lo que está es increíblemente bien lograda, y de lo más disfrutable. Ahora habría que ver qué opinan de ella las personas que no participan realmente de las redes sociales. Llevaría a mi abuela a verla pero si a mí me costó leer suficientemente rápido los subtítulos, no sé cómo lo sobrellevaría ella.

Oh, otra gran detalle, los malvados hermanos Winklevoss, me encantaron. Casi resultó una desilusión que no fuesen realmente dos gemelos actores, habrían sido fabulosos para repetirlos de villanos en cualquier otra película. Pero la vida no podía ser tan injusta como para hacer dos veces a una persona así, supongo.

Quizá lo único que no me quede demasiado claro a estas alturas es si la disputa alrededor de facebook habrá sido tan melodramática y maquiavélica como en la película. O si Mark Zuckerberg será tal como lo describen. Aunque si hicieran una película de mi vida interpretada por Jesse Eisenberg haciendo de genio incomprendido no me quejaría demasiado.




¿Película favorita de Jesse Eisenberg? (me encanta, además que hasta me imagino que él debe ser así, oh el bello encanto del cine (y del detrás de cámaras de "Zombieland"))




22.10.10



22/10/10
Y en el sexto día de Sitges comenzó lo bueno. No necesito repetir una vez más (pero igual lo haré) que Miike es sin duda mi director favorito, nadie es capaz de conmoverme como él. Y encima tener la oportunidad de mirarlo en pantalla enorme ahora que está comenzando a agarrarle cariño a los grandes presupuestos, es una oportunidad única. Sólo pensar en su nueva película, "13 asesinos", me emocionaba.



"Me voy en un viaje. Tardaré mucho, pero si no vuelvo, nos veremos en el festival de los muertos"

Seguro que la historia detrás de la película comienza con Miike revisando su cada vez más corta lista de géneros cinematográficos que aún no ha dirigido y preguntándose: ¿por qué no hacer una épica samurai? Éste es el momento. Y de ahí viene esta idea de hacer un remake de la película del mismo nombre, del 63, con toda la dignidad que los presupuestos actuales y el talento de Miike podría garantizar.

La trama, bueno, como si necesitáramos saber que hay algo más que trece samurais asesinos merodeando alrededor. Concretamente se trata de una serie de problemas que surgen alrededor del medio hermano del actual emperador que es un maldito sin corazón (por ponerlo en palabras amables), al que extrañamente el propio emperador no le pone freno sino que le permite seguir ascendiendo en el poder. Como está claro que no se puede planear nada de frente a una figura tan poderosa, se ve la necesidad de contratar clandestinamente a un grupo de samurais que se encarguen del trabajo sucio. Y lo demás es fácil deducirlo.

Shimada es el samurai encargado de llevar adelante esta arriesgada misión. Podríamos resumir que la película se divide a grandes rasgos entre la organización de todo el plan y su realización, de tal modo que si bien nos venimos preparando desde el principio para el evento climático no es tampoco el único factor destacable de la película. De hecho entre la parte de organización hay una serie de escenas que nos llevan a intuir la naturaleza del medio hermano maldito que son increíblemente impactantes. Hay una a la que recurro constantemente porque me pareció brutalmente magnífica. Pero, claro, no les voy a spoilear.

Hay un reto enorme en mantener trece personajes que sostienen una importancia capital y bastante equiparable entre ellos sin que el asunto resulte de lo más desentonante. Está claro que hay figuras que resaltan necesariamente por encima de otras, pero también es cierto que al final logramos captar a cada uno de ellos de manera individual y con motivaciones distintas entre sí. Algunos nos gustarán más que otros, algunos nos convencerán más que otros, pero se consigue realmente colocar a cada uno en el punto adecuado en que podemos reconocerlo como parte esencial de la trama. En contraposición con tantos otros samurais malosos contra los que lucharan en una versión nipona de la batalla de las Termópilas.

La película tiene actores y personajes para destacar, aunque para no hacer demasiado largo el cuento yo me quedo, en definitiva, con Kôji Yakusho, que no necesita presentación, quien encarna al samurai líder, Shimada; con Takayuki Yamada, quien hace de sobrino del anterior y a quien amo desde "Crows zero" de modo que me pareció un gran detalle (y una gran sorpresa) encontrármelo aquí de nuevo (apoyo que se vuelva un actor fetiche de Miike); y Yûsuke Iseya (a quien también habíamos visto ya con Miike en "Sukiyaki western Django") quien hace del treceavo anexo al grupo. Y, claro, imposible no mencionar a Gorô Inagaki, quien encarna al lord Naritsugu Matsudaira, que es el malo malísimo de la película, que resulta tan convincente que queremos arrancarle la piel con los dientes nosotros mismos.

¿De resto? Grandísimas escenas, una recreación de época magnífica, una excelente fotografía y unas batallas que lo mantendran a uno pendiente de cada gota de sangre que se vaya salpicando. Nadie va a inventar el hilo negro de las tramas samurais, pero sin duda que las van a aprovechar al máximo al punto que el propio Kurosawa le daría una palmadita en la espalda a Miike (o eso digo yo, si no es así, Akira, no te enojes conmigo).

Para mí fue, sin duda, lo mejor del festival. Aunque claro que no puedo ser parcial cuando se trata de Miike y también debo aceptar que hubieron otras películas (que aún no he reseñado, oh) que se le acercaron bastante. Pero de que es una joya, es realmente una joya.

Miike, te amo.




¿Épica samurai favorita?






21.10.10



21/10/10
Ya lo había dicho alguna vez antes pero de todos los bichos que pueden asediar a la raza humana (gigantes o no gigantes) (raza humana de manera general o individual) mis favoritos suelen ser los marinos. Porque ya es suficientemente malo que uno esté fuera de su elemento como para encima tener que preocuparse por un bicho asesino. Y los tiburones entran muy bien ahí, aunque parezca que es tan difícil hacer buenas películas de tiburones. Y por ello me decidí a ver "The reef" en mi quinto día paseando por Sitges.



"Yo he pescado en estas aguas, sé lo que hay en ellas y no voy a meterme"

Ahora, uno cree que vio "Tiburón" y ya lo sabe todo sobre este tipo de películas. Pero es un engaño. De hecho uno ve el trailer de "The reef" y espera, básicamente, la historia de un tiburón asesino. Pero todo es un engaño. Uno que debimos quizá intuir cuando aparece la nota de 'basada en hechos reales' (porque en Australia hay al menos un hecho real de muertes horribles por cada especie en la isla). Porque en realidad lo que nos gusta (lo que me gusta) no son las películas de tiburones en general, sino los slashers de tiburones. Pero no todos tratarán de complacernos con ello.

Una pareja de ex amantes se reunen, junto con el hermano de ella y su prometida, y un asistente de navegación de él; para pasear por las bellas (y mortales) aguas australianas. Todo es sol, arena y diversión hasta que la embarcación choca con un arrecife (gracias, arrecifes) y quedan varados en medio de la nada. Ahí tienen dos opciones: quedarse y rogar porque quizá quizá algún avión pase por ahí y los rescate, o nadar y llegar a cualquier extensión de tierra. Y dividiéndose el grupo, las dos parejas de arriesgados deciden probar suerte en el agua. Y, ahora, prototípica película de "Tiburón".

Es decir, no está mal, de hecho la ambientación total en un mar abierto hasta donde alcanza la vista consigue realmente transmitir la sensación de 'no quisiera estar ahí'. El problema, para mí, es que es demasiado realista y no tienen ni un poquito de consideración para el público sediento de sangre. Es tan realista que es casi aburrida por momentos. Los vemos nadar, entrar en crisis, nadar, cansarse, nadar, omg una aleta, ah, no es nada, nadar. Sí, yo sé que los tiburones no tienen una consciencia asesina pero ¿a quién le importa? Con muy pocas escenas de acción casi parece que sencillamente nos vamos dejando personajes en el camino y no mucho más. De hecho mientras la veía me entró la sensación de que había leído ese 'hecho real' en alguna edición de 'Selecciones'. Eso o todos los grupos atacados por tiburones en Australia cuentan más o menos la historia.

Los personajes son típicos y está claro que no hay mucho interés (ni de parte del guión ni del nuestro) por conocerlos más. El tiburón es menos típico porque no exigue protagonismo, como un tiburón real lo haría (obviamente). La película no es mortalmente aburrida pero queda más como una anécdota de supervivencia que como lo que asociaríamos comúnmente con una película de tiburones.

Encima, yo de este director siempre quise ver "Black water" (sobre cocodrilos en Australia, uy) pero según imdb tiene .2 estrellitas menos que ésta, lo cual ya me hace desconfiar bastante.

¿Cómo se puede fallar teniendo un país lleno de cosas venenosas o igualmente mortales?




¿Película favorita sobre animales (o monstruos) marinos asesinos?






20.10.10



20/10/10
Hablando de malos fotogramas. Pero, bueno, dado que no se encuentran más imágenes por internet tendremos que conformarnos con ésta. Además que nunca está de más mirar de frente a Daniel Hendler, aunque no aparente ser él mismo demasiado.
Ésta fue una de las películas que escogí por conveniencia de horario y a ver qué descubríamos. Y por apoyar también las producciones latinoamericanas, claro.



"Sí, sí, la tos bien, es nerviosa, ya te dije"

Yo insistí en su momento que faltó aprovechar mejor todo el asunto hiperbólico de la crisis respecto a la influenza. Pero la única película que dio la cara entonces, de manera más o menos oportuna, fue "Carriers". Y luego todo acallo, si es que estuvimos lo más cerca de un apocalipsis zombie de lo que estaremos en un buen rato (quiero creer).
Y de esto se dio cuenta Nicolás Goldbart cuando puso en marcha esta película de la que muy poco de ha escuchado hablar y de manera injusta. En "Fase 7" nos encontramos con un panorama bastante conocido para aquellos cuyos países se paralizaron momentáneamente al inicio de la pandemia: una pareja joven, donde la mujer está embarazada, un día regresando del supermercado se encuentran con todo mundo está hablando de la dichosa gripe y de que no salgan de la casa. Antes de que puedan tomárselo en serio su edificio queda en cuarentena cuando descubren que uno de los vecinos padecía la enfermedad y de pronto varias familias están encerradas.
Encerradas, en una crisis infecciosa, con toda la paranoia propia del ser humano (y que los medios de comunicación no ayudaron demasiado a calmar).

Es una comedia que va del 'no te tomes esto demasiado en serio' a los límites de la paranoia zombie (maravillosamente representada sin zombies). Exagerando en los puntos necesarios pero también conservando el tono realista en otros, nos da una visión increíblemente hiperbólica de lo que bien hubiera podido pasar mientras nos infundían el miedo al aire. Además maravillosamente protagonizada por Daniel Hendler, Yayo Guridi y Federico Luppi. Es de lo más graciosa y disfrutable sin perder el tono amenazante de 'vamos, que de ésta nos libramos por poco', y sin perder las buenas oportunidades para derramar sangre, claro está, eso es parte del apocalipsis zombie sin zombies.
Como siempre destacable el humor argentino de poder representar una sociedad entrometida en una trama prototípicamente hollywoodense pero sin resultar nada americanizada: los retratos de los encargados de sanidad, de los medios de comunicación y todo lo que gira alrededor de la problemática es tan delirante como tristemente cierta. Qué efectividad ni qué nada.

Para mí fue una de las sorpresas realmente gratas del festival, sobre todo porque no esperaba nada de ella (y además que se escuchaba muy poco interés del público por verla). Y además resulta fantástico ver al cine argentino tratando este tipo de temáticas con un toque muy propio. Esperemos que pronto comience a tener la notoriedad que se merece.



¿Película favorita sobre infecciones (que no involucre un elemento zombie ni un elemento supernatural, pues)?

19.10.10



19/10/10
Ésta no es otra loca película de exorcismos. Uy. ¿Cuántos han tratado de colgarse de uno de los rituales más cinematográficamente explotables de la religión? Un montón, ya lo sabemos, y conforme salen nuevas películas y todas fallan uno va perdiendo la fe. Yo no sabía de qué iba concretamente ésta ni tenía un interés especial en verla, pero lo cierto es que me ganan fácil. ¿Vieron la campaña viral que le hicieron a través de chatroulette? Así de fácil me ganan (seguro que pueden encontrarla fácilmente en youtube). Y, bueno, ya que me la ponían en bandeja de plata en el festival, ni cómo negarme.



"En realidad no existe nada de estar poseído. Es sólo gente, gente enferma"

Si no sabes nada de una película más allá de que va de un exorcismo y de pronto te encuentras con una grabación tipo documental casero en que un reverendo muy extrovertido le habla a la cámara sobre su carrera religiosa, puede que te pierdas un poco. De hecho, ese es parte del encanto de la película: no estar constituida como una película de terror. Cotton Marcus, el reverendo en cuestión, nos habla de su posición respecto a la fe y las cosas que ha tenido que presenciar alrededor de ella. Habla sin tapujos de que los ministros de Dios son una especie de vendedores y que muchos rituales tienen una única finalidad de calmar a las masas. La cosa no estaría mal si no terminaran por dañar a la gente. Desencantado de ciertas 'buenas intensiones' de su religión decide contratar un equipo para hacer un documental sobre la falsedad de los exorcismos, tanto como de la falsedad de las personas supuestamente posesas y que en la mayoría de los casos ocultan síntomas de enfermedades disfrazadas. Y para ello toma al azar una de las cartas de peticiones de exorcismo que le llegan todo el tiempo, y se dirige rumbo a la casa de la familia Sweetzer.

El resto lo pueden adivinar más o menos todos: se encuentra con una chica ahí y comienza el eterno debate entre si está posesa o enferma (bueno, no eterno, en general en la mayoría de las películas sabemos que está posesa y ya, aquí sí que hay debate).
Cotton Marcus es un protagónico fantástico. De entrada porque es increíblemente carismático y también porque le da un tono completamente distinto a la generalidad de películas sobre exorcismos. Nos habla de frente y nos explica una cantidad de cosas que pasan por ser obvias, a ser graciosas, a ser interesantes y a ser posiblemente muy reales. Además que tiene mérito que es un hombre profundamente preocupado por su objeto de exorcismo a pesar de que la cosa se vaya tornando cada vez más siniestra. Es casi tierno (si no quisiéramos gritarle cada cinco segundos que tome sus cosas y se vaya).

Nell Sweetzer, por otro lado, sí que es la típica niña poseída. Bueno, chica. Es una joven de campo, muy introvertida, y que por las noches hace cosas terribles, uy. Y que fuera del debate sobre si está poseída o no, tampoco aporta demasiado más a la trama.

¿Qué más nos queda a mencionar? Las plusvalías. Claro, uno produce una película de posesas y se tiene que preguntar ¿qué voy a darle a mi público que no le haya dado ninguna otra película del género? Y nos vamos a los movimientos del poseído. Después de que vimos a Regan bajar arácnidamente las escaleras de su casa todos los demás directores han querido shockearnos del mismo modo. Pero es una labor difícil. Y vaya que Nell se tuerce y se retuerce de maneras inverosímiles, pero una vez que nos acostumbramos a su performance, no queda mucho detrás.

El planteamiento es bueno, el inicio es interesante, ¿en qué punto la película nos falla terriblemente? Fácil, en que no asusta a nadie. Tiene un par de escenas que sugieren temor (de esas que dices 'no, si a mí me pasara eso, me muero') pero en realidad fuera de algún saltito de esos provocados deliberadamente por las luces o los sonidos, en realidad no hay ningún momento en que sintamos temor. Ajá, y si estamos en medio de la nada en una casa de locos con una niña posesa deberíamos tener un poco de miedo, ¿no?

Por no decir que hacia el final parece que se acaban las ideas y los guionistas se dicen: tomemos "El bebé de Rosemary" y "El proyecto de la bruja de Blair" y mezclémoslos, nadie se dará cuenta.


Los datos más relevantes vienen después. Por una parte el detalle técnico ya casi usual de 'me costó 20 dólares y le gané 2 millones', que debería alentar a muchos nuevos talentos. Pero por otra parte estoy leyendo que esos 'movimientos inverosímiles' de la posesa fueron realmente realizados por la actriz, quien tiene hipermovilidad (sí, algunos sólo pueden doblar los pulgares muy hacia atrás mientras que ella puede romperse y armarse de nuevo: la vida no es justa). Eso sí que fue inesperado. Pero, anecdótico, básicamente.




Ésta es casi demasiado fácil: ¿película favorita sobre exorcismos?






18.10.10



18/10/10
Y, bueno, para que no se me fuera el festival de Sitges sin haber visto ni una película animada (que en general diría que por las tramas no me llamaban demasiado la atención) pues opté, claro, por la asiática. También porque creo que la confundí y pensé que era otra pero bueno, eso sólo incrementa el elemento sorpresa. En este caso estamos hablando de "Colorful".



"Nuestras vidas están conformadas de muchos colores. Colores bonitos y colores feos. Es sólo que a veces no sabemos cuáles son los colores que nos conforman"

La portada con la que la promocionaban, que era también el fotograma que yo pensaba usar, era la imagen de este mismo chico sumergido en una suerte de montón de flores cuyos colores se confundían hasta darla una consistencia abstracta y parecía que el emergía como de entre las aguas en todos estos tonos. Eso podría darle una idea equivocada a cualquiera de esta película, como que se trataba de una especie de trama fantástica y loca, pero no exactamente.

Una suerte de edificio gubernamental, esa idea de que el purgatorio es una estancia de paso sin mayor contexto semántico. Tenemos la perspectiva de un alma que despierta desmemoriada tras la muerte a punto de enfrentarse con su destino, sea cual sea éste. Pero antes de que le toque turno aparece un niño de cabellos grises que le avisa que ha sido escogido para tener una segunda oportunidad: tomará posesión de un cuerpo cuya alma está en tránsito hacia la muerte y podrá vivir de nuevo para tratar de remediar los errores de su vida pasada y poder reincorporarse al ciclo de las reencarnaciones. Claro que siempre puede arruinar de nuevo esta segunda oportunidad y su alma sería desechada. Al espíritu no parece convencerle especialmente pero igual no tiene opción, y de pronto despierta en el cuerpo de un chico de unos 14 años que trató de cometer suicidio. Y ahí la historia comienza.

Hay muchas películas sobre segundas oportunidades, pero con todo debo decir que el planteamiento tan estructuralmente organizado de ésta me pareció muy interesante. Comenzando por todo el trasfondo budista sobre la reencarnación, el modo en que las almas cargan con sus errores, la posibilidad de enmendarlos a través de una expiación concreta, y la noción de que el 'premio' final sería asegurar que su alma continue reencarnando. No es tampoco que la película profundice demasiado en el tema más allá de las condiciones presentadas, pero creo que resulta bastante interesante este aspecto kármico.

Luego está la trama en sí. Makoto es el chico en que el alma ha tenido que reencarnar. Un joven de catorce años que se atragantó con pastillas para dormir. El alma conoce, a modo de datos, todo sobre la vida del chico porque el niño de cabellos grises lo mantiene al tanto, pero en realidad tampoco sabe quién es. Tiene que incorporarse a una vida que es suya pero en la que no se siente involucrado, y se comienza a librar una batalla por tratar de mantenerse distanciado de las cosas (las cosas que afectaban a Makoto) al tiempo que ya no puede evitar que tengan una repercusión sobre él. A veces el personaje resulta algo desesperante pero, bueno, también es porque los adolescentes suelen ser desesperantes por sí mismo, y también porque él está viviendo una serie de circunstancias a las cuáles no sabe cómo responder.

Por otro lado es una película relativamente sencilla, donde fuera de todo esos detalles metafísicos nos centramos en seguir la vida de un adolescente con problemas al tiempo que tanto él como nosotros los vamos descubriendo. En este aspecto casi toda la película transcurre de un modo realista y a veces podría parecer que su intensidad disminuye cuando entramos en secuencias que nos podrían parecer, inicialmente, poco relevantes. Sucede que el mensaje final es claro: todas estas cosas (las dolorosas, las importantes, las molestas, las aparentemente irrelevantes) forman parte de nuestra vida. Del mismo modo en que la metáfora de los colores, aunque la película en sí misma no sea particularmente colorida.

Aunque no resulta espectacular debo decir que es una película grata, de la que uno sale sintiéndose casi que formó parte de ese proceso (debido, claro, a que como sabemos casi siempre lo mismo que el protagónico, es más fácil involucrarnos) y con una sensación agradable. Quizá lejos de ser una joya pero sin duda una película que resulta bastante agradable de ver.

Y estoy leyendo por ahí que aparentemente el director, Keiichi Hara, tiene algunas otras películas dignas de ver. Me plantearé el ponerme a buscarlas.




¿Película favorita sobre segundas oportunidades? (y ello es un tópico tan amplio)






17.10.10



17/10/10
Hablando de películas en las que no tuve que leer la sinopsis después de ver quien las dirigía. A Christoffer Boe lo descubrí por casualidad hace ya algún tiempo y de él he visto "Reconstruction" y "Allegro", fantásticas películas. De modo que, no es que me venga mal ver nada más suyo.



"Esto tan solo es una película"

La magia de Boe siempre ha consistido (bue, 'siempre' quiere decir en las dos películas y el cortometraje que tengo como referencia) en sus juegos narrativos que mezclan la ficción con una metaficción completamente consciente. Una especie de ciencia ficción narrativa que a mí me gana sin esforzarse demasiado. Y si teníamos en los primeros minutos a un personaje que es, además, guionista, la cosa estaba que promete.
Jacob Falk es un guionista de películas que tiene una semana para entregar su próximo guión y le agarra un bloqueo y la frustración consecuente. Por otro lado su esposa, Helena, lo presiona para que se involucre en los trámites para adoptar a su hijo en República Checa, los cuáles no puede seguir de manera muy atenta por pensar su guión. Así va naciendo la historia de Ali, un joven musulmán de nacionalidad danesa que es enviado a la guerra en Irak como intérprete y que regresa con pruebas de las terribles cosas que presenció allá y que comienza a ser perseguido para acallarlo. No sabe muy bien hacia dónde va todo el asunto hasta que un día, de regreso a su casa que está en las afueras de la capital, golpea a un joven con su auto pero cuando trata de auxiliarlo éste únicamente le pide que huya con su mochila. El joven es Ali, y en su mochila se encuentran las pruebas de las torturas que vio en Irak. Jacob comienza a entrar en su propia historia y no hay modo en que pueda predecir el curso que tomará al tiempo que la escribe.

En este caso los juegos de la narrativa son mucho más evidentes y tienen un toque más de thriller pero no dejaban de ser gratos. Además de que le estoy agarrando gusto a esta sutil denuncia europea de lo que sucede en Irak (ya que aparentemente no nos tocará ver películas anti-bélicas de este episodio por parte de Estados Unidos hasta dentro de un buen rato). El problema está que la acción no va mucho más allá de ese juego de la historia volviéndose realidad y, sobre todo, de Jacob obsesionado con esta paranoia de que lo están persiguiendo. Terminando con un final un poco tópico que uno comienza a imaginarse desde mediados de la película.

Y, no me malinterpreten, la historia es bastante interesante, las actuaciones están bien y la dirección igualmente está bien. El problema es que de manera general consigue una película grata pero que no destaca de ningún modo particular. Al final lo que podría haber sido denuncia se queda en un comentario al pie, lo que podría ser el juego de realidades se queda en una explicación fácil y lo que podría ser una historia mucho más original se queda en una resolución tópica. Y lo cierto es que si fuese de cualquier otro director quizá lo destacaríamos por lo que nos sugirió al inicio, pero viniendo de Boe debo decir que se quedó bastante a la mitad de lo que yo esperaba de él. Y, bueno, el personaje protagónico que a mí me gustó tanto al final no nos da todo lo que podría habernos dado en caso de tener otras circunstancias, claro.

En imdb le dan una puntuación bastante mínima, sin llegar siquiera al 6, pero tampoco creo que sea para tanto. Sólo es uno de esos casos en que, claro, tus estándares para cierto director son de cierto nivel y la película no llega hasta ellos. Entonces es difícil mirarla de manera sencillamente objetiva.


Con eso de las perspectivas europeas sobre Irak ya hasta estoy pensando en mirarme "Brothers", en su versión original, claro. Que si al principio no me había llamado nada la atención ahora creo que podría resultar de lo más interesante.




¿Película favorita que presente una denuncia contra la guerra en Irak?