25.1.14

Y continuando con el pequeño maratón de Ratanaruang, nos encontramos con la que probablemente sea la más particular pieza de su filmografía: "Transistor love story".



"Can you be reborn if you spend your life alone?"
Es difícil ver a "Transistor love story" en conjunto con las demás películas del director. Precedida por unos inicios cercanos al thriller hongkonés con "Fun bar karaoke" y "6ixtynin9", luego le seguiría su obra maestra que es "La última vida en el universo". ¿Dónde colocamos esa gentil comedia musical que es capaz de transformarse en un oscuro drama mediando un par de canciones? Y sin embargo esta historia de amor tiene algo de la efervencencia del cine tailandés que comenzaba a despuntar hacia finales de los 90, y al cual Ratanaruang aportó su muy valioso granito de arena.

Primera escena y sabemos que Phaen es un joven que de algún modo terminará en una sucia cárcel, acosado por los policías y en espera de que se aclare el robo por el cual lo detuvieron. Pero la historia de Phaen comienza mucho atrás, y comenzó como una historia destinada a un final feliz. Chico conoce chica en la feria del pueblo y le canta y la conquista y se aman, con música y collares de colores y todo. Pero ese amor de radio de Phaen y Sadao no termina ahí, aunque el narrado bien sabe que quizás debería, y es entonces que el servicio militar (y la vida) comienza a mover los hilos en esta historia. 

Lo que parece comenzar (dejando la secuencia carcelaria de lado) como una edulcoradísima historia de amor, se va transformando a cada paso sin perder esa extravagante personal, representada en gran medida por Phaen y su personalidad. Pasando por la búsqueda desesperada de un sueño, crímenes, el abuso y la humillación humana, canciones tradicionales tailandesas, secuencias cómicas, desamor. La película pareciera ser una especie de intento desesperado por transformar la realidad en algo más, un intento que no siempre se logra y en más de una ocasión muestra las garras, pero que no por eso cierra la posibilidad de que todo pueda re-encaminarse al momento con otra canción. Lo que podría parecer (y es, en cierta medida) la típica historia de 'persigue un sueño y te sacará los ojos', aquí se ve revestida por un encanto único tan propio de su nacionalidad como del toque del director. 

Quizás por alejarse tanto de los parámetros usuales de Ratanaruang, o por ser tal vez su película donde se note más las influencias sobre las que trabaja antes que su calidad como autor, probablemente la consideraría una de mis menos favoritas de él. Pero siendo que en general adoro su trabajo, ese puesto tampoco es en absoluto negativo.




¿Otras películas que parezcan típicas historias de amor pero no lo sean?

18.1.14

Continuando lentamente con mis pequeños maratones de directores con los que tengo deudas pendientes, me tocó uno que si bien no es un gran clásico (todavía) es sin duda de mis consentidos y estaba dispuesta a sumergirme todavía más en su no muy extensa filmografía: Pen-Ek Ratanaruang. Y empezamos con "Ninfa".



"Hemos estado casados por muchos años. No nos hemos cuidado el uno al otro demasiado bien"
Teniendo varias cintas muy reconocidas, ya sea dentro de la historia de la cinematografía tailandesa como a nivel internacional, no deja de tener varias piezas consideradas menores. "Nymph" está en lo más bajo de su filmografía en lo que a recepción del público se refiere (tengo la idea de que cuando la vi era la película con menor puntaje pero ahora parece que "Headshot" ha ocupado ese lugar) y después de su estreno inmediato no se ha hablado mucho de ella. Difícil entender por qué.

La condición de "Nymph" entre el drama, la fantasía y el terror parece chocar con una trama más propia del melodrama íntimo. Un matrimonio joven se ha estancado y flota entre la indiferencia y necesidades mal comunicadas. Ella mantiene un romance mientras que él se absorbe por completo en su trabajo como fotógrafo. Realizan un viaje para pasar unos días en medio de la selva y el marido parece cautivado por la naturaleza y algo en él cambia por completo. Es como si al volver a la ciudad no fuera más él mismo. 

La premisa de un matrimonio en crisis que trata de reencontrarse fluye a partir de emociones ancestrales y primarias relacionadas con la naturaleza. El asombro, el terror, el cambio. Uno bien puede seguir la historia sobre el límite de lo real (creer que la experiencia interior es capaz de mover al individuo al cambio) o creerse el mito, pensar que quizás aquel que regresó a la ciudad no fue realmente el mismo hombre, a pesar de que todo en él luciera igual. La naturaleza entró en él y se quedó con él.

Con una fotografía bella y precisa que lo mismo nos mueve por el concreto de las ciudades que configura el enorme y vertiginoso hábitat natural convirtiéndolo en el tercer personaje. El elemento que se interpone verdaderamente en la relación. La película se aleja de las usuales estrategias del director de presentar una trama potencialmente de acción narrada de manera contemplativa, para concentrarse en las emociones, en las búsquedas interiores manifestadas de manera visual a través del ambiente. Y para remontarnos un poco a esas antiguas historias en que la naturaleza era una entidad viva, caprichosa, a quien se debía temer y que era capaz de interferir en las vidas de los individuos. Una crisis de pareja y un encuentro entre individuos aislados que se construye de manera fantástica a través de escenarios opuestos en Tailandia. 

Ya había visto al protagonista masculino repitiendo con el director en "Headshot" pero fue con esta historia que me enamoré de Nopachai Chaiyanam. Fantástico actor, es una pena que su filmografía sea tan corta y parezca difícil de conseguir. Wanida Termthanaporn, su contraparte femenina y en quien recae gran parte de la fuerza de la trama, no se queda atrás configurando uno de esos personajes femeninos tan propios de Ratanaruang, capaces de inspirar la mayor pasividad y la mayor fuerza. 

Si esto es lo 'más bajo' que puede caer el director, debe estar más que complacido con la maravillosa filmografía que ha construido. (Yo lo estoy, sin duda).




¿Películas sobre crisis de pareja que les gusten?

15.1.14

Parece que me faltó incluir entre los propósitos de año uno que me incitara a no desaparecerme demasiado tiempo. Se hace lo que se puede. Y volvemos una vez más para hablar de cine histórico-político surcoreano.



"Creo que los soldados están decididos a tomar todo el país. Es como patear a un perro dormido, planean pegarle en cuanto empiece a ladrar. Y ya que sabe que puede ser callado, aprende a quedarse en silencio"
Hará algunas reseñas de cine surcoreano, hablando de "National security", comentábamos cómo Corea del Sur atravesó por caóticos periodos represivos antes de instaurarse como una democracia y empezar a destacar en el panorama internacional. Como sucede con casi todas las historias nacionales, si uno se pone a mirar hacia atrás se puede encontrar con un gran número de sucesos trágicos que en muchas ocasiones no suelen conocerse demasiado. "May 18", la película que ahora nos concierne, se centra en la Masacre de Gwangju, el alzamiento y represión de una pequeña ciudad al suroeste de Corea. 

Si el aspecto histórico puede parecer interesante, la historia concreta de la que parte la película es más que tópica en lo que refiere a este tipo de dramas. La historia de dos hermanos que tratan de salir adelante juntos, que comparten los buenos y malos momentos, alguna sub-trama amorosa, cuando de golpe todo se ve eclipsado por un vertiginoso movimiento democrático-estudiantil y sus choques con la autoridad. Min-woo es el hermano mayor que sólo quisiera llevar una vida tranquila, y quizá declararle su amor a Shin-ae, mientras que Jin-woo, el hermano menor, no puede evitar involucrarse en los levantamientos y aspirar a un futuro mejor para su país. Esto sucede a un año del golpe de Estado que terminó con el asesinato del anterior presidente, Park Chung Hee, y en un delicado momento en que la milicia se aferraba al poder y no estaba dispuesta a dejarlo ir fácilmente. Pueden imaginar hacia dónde va la situación.

En contraposición a tantas excelentes producciones que Corea del Sur ha presentado en los últimos años, parece necesario no olvidar que no deja de ser una nación que adora el melodrama y que consume cantidades enormes de 'telenovelas'. Lo cual en muchas ocasiones desemboca en que ese sentido del drama exagerado y con tintes cursis se filtre en historias que no lo necesitan y que podrían haber funcionado de maravilla sin ello. Porque una masacre no necesita que se le exagere, que se le telenovelice, o se enfatice lo trágico que es. Y es que de alguna manera el abuso de tópicos y de momentos en que se nota el esfuerzo por conmover descaradamente al espectador, le van restando su verdadera fuerza al momento histórico concreto y termina por ser un drama de época más. Que, si encima uno no está demasiado familiarizado con la historia de Corea del Sur, no se termina por comprender del todo bien porque no se ahonda en el panorama más general. 

Estoy casi segura de que llegué a esta película por la participación de Jun-ki Lee, fantástico actor que descubrí con "The king and the clown", y que aquí aparece como el idealista hermano menor. Una pena que tanto su personaje como su presencia en pantalla se pierden totalmente en pos del sentimentalismo fácil. También es cierto que si hubiera sabido de antemano que era del mismo director que "Sector 7", jamás la habría visto. Si metió melodrama a una historia de monstruos marinos, ¿qué más se podía esperar?
Creo que yo sueño con que todas las tragedias históricas sean como las "Flores de guerra" de Yimou Zhang.




¿Última película histórica que les haya gustado? 

7.1.14

Hace un par de días, el 5 de enero, este pequeño espacio cinematográfico cumplió 6 años. Números mágicos. Y podría pensarse que dado que hace siglos que estoy desaparecida, no hay mucho que celebrar. Pero lo celebraré de todos modos. Un poco tarde. Con terror barato, porque ustedes me conocen.



"Let's get ready"
También ya saben que se me da bien seguir secuelas infinitas de películas de terror, aunque "Actividad paranormal" todavía no es demasiado infinita y como disfruté mucho de la primera parte, todavía se lo perdono. Además, ¿sabían que los directores de esta entrega (y la siguiente) son los mismos de "Catfish"? Se nota la vocación por la cámara en manos. Y el deseo de retribuir a todos aquellos que vimos terror en el trailer de "Catfish" y caímos en la trampa.

Después de una segunda parte un poco insulsa, se le inyecta a la franquicia un toque más retro al volvernos muchos años atrás, a la infancia de Katie y Kristi, y presenciar el inicio de su relación con el espíritu que las atormentaría durante tantos años más. A lo largo de las dos primeras partes se nos dan algunos datos de cómo empezó todo el fenómeno pero la narración pierde la fuerza principal de ser protagonizada por dos niñas. Puedes aquí les van las dos niñas. Su madre ha comenzado una relación con un camarógrafo quien empieza a notar que algunas de la cosas extrañas que suceden alrededor de las dos pequeñas. Y, claro, porque ya no va a funcionar por sí solo el truquito de jalar sábanas o arrastrar gente, se nos muestra un poco de la verdadera naturaleza de lo que está sucediendo. 

Aunque, comos suele suceder con las secuelas, ya ha perdido gran parte de la sorpresa y la fuerza de sus sustos, la estrategia de usar una tecnología más vieja y el cambiar el contexto en que está sucediendo el fenómeno, realmente consigue volver a encaminar una franquicia que tras la segunda parte parecía condenada a repetirse de forma absurda. Recordarán que a mí la segunda parte me pareció una prolongación innecesaria de una historia que había sido buena en un primer momento, y sobre todo el giro final que le dieron me pareció poco afortunado. Aquí no pueden arreglar ese giro, claro, pero creo que consiguen levantar la trama y hacer que uno se la vuelva a tomar en serio, aunque ya no espere que los sustos funcionen tan bien. Esto, conjugado con las particularidades de las herramientas de grabación, le dan un buen toque a la película que se deja ver bastante bien e incluso se disfruta en algunos momentos. La "explicación paranormal" que muchas veces puede parecer que sobra, me gustó, incluso siendo algo tópica, creo que queda bien con ese intento de darle un toque más antiguo a la película, recurriendo un poco a estrategias del cine de terror viejo.

Nada mal, por el momento, pero dado que le sobrevino la cuarta parte y ahora vendrán la quinta y la variante ¿chicana? (no me queda muy claro de dónde parte el spin-off) "The marked ones", habrá qué ver cuánto tiempo sigue 'encaminada' la historia.




¿Tienen algún episodio favorito de la franquicia? Recuerden que hasta variante japonesa hay.