19.10.12


19/10/12
En respuesta a todas esas veces que me he preguntado qué ha hecho el cine mexicano por mí (además de  decepcionarme) y como parte de una interesante estrategia, la película "Después de Lucía", la seleccionada por México para ser enviada a los óscares, tuvo una serie de exhibiciones gratuitas durante esta semana. Y aunque la estrenan formalmente ya este fin, no iba a perderme la parte de 'gratis'.



"Yo sólo quiero que tú estés bien"
Por otro lado tampoco tenía una posición muy clara respecto a la cinta. A mí no dejó de parecerme un poco curioso que la seleccionaran en lugar de "Post Tenebras Lux" de Reygadas, que dado que salió bien librada en Cannes parecería una mínima oportunidad de al menos colarnos en los cinco nominados finales. Supuse entonces que era por el asunto de que "Después de Lucía" aborda el tema del bullying juvenil que tanto ha estado resonando últimamente de manera mediática. Aunque tampoco me emocionaba demasiado la perspectiva de ver una película sobre bullying, que temo a veces exageran el dramatismo inherente a la situación misma.

Alejandra y su padre, Roberto, acaban de mudarse a la Ciudad de México desde Puerto Vallarta, tras la muerte de su madre. Alejandra comienza su nueva vida en un nuevo colegio y al principio todo parece ir bien, fuera de los sentimientos que se intuyen como parte del duelo, más claros en su padre que en ella. Un aparente incidente aislado, donde tras su primera fiesta termina teniendo relaciones con uno de sus nuevos compañeros en el baño y es grabada por el chico, termina teniendo más repercusiones de las esperadas cuando el joven comienza a distribuir el video entre todos en la escuela. Lo que al inicio supondrá apenas unas burlas y sobrenombres pronto comenzará a escalar hacia proporciones preocupantes. 

Uno de los primeros puntos por los que destaca la historia es porque, manteniéndose fiel a su temática, trata de apartarse de los clichés más usuales o repetitivos del bullying. No porque el mismo esté justificado en ninguna circunstancia, sino porque se ha creado una consciencia mediática enfocada hacia aspectos muy limitados del mismo, como si sólo individuos en situaciones marginales pudieran ser víctimas del mismo: el gordo, el pobre, el antisocial, el que tiene algún problema evidente. Alejandra en apariencia encarna todo lo contrario, una condición casi ideal: es de clase media-alta, es bonita, es delgada, no tiene problemas para hacer amigos, tiene una buena relación con su padre. Y sin embargo nada de ello importa cuando una situación la pone en el ojo de las críticas y la convierte en una suerte de chivo expiatorio de todos los malestares sociales. Incluso el hecho mismo que la lleva a esta situación no es problematizado en el modo en que uno está acostumbrado a verlo (en el debate moral de si está bien o mal que los adolescentes tengan relaciones de manera desordenada) sino que sirve para reflejar la hipocresía de la sociedad que se apega a obsoletos valores morales sólo cuando le conviene: Alejandra no hace nada que resulte extraño a su entorno, en la misma fiesta todos están metiéndose con todos, sencillamente su *falta* resulta palpable, por haber sido grabada, y eso la hace merecedora de un *castigo*.

La película es incómoda pero no abusa de una violencia explícita para reflejarlo. De hecho los momentos más desgarradores vienen generalmente acompañados del rostro impasible de la joven que se esfuerza por mantener un equilibrio prácticamente virtual, y no demostrar su malestar ante un padre que ya ha tenido que lidiar con muchos malos momentos de manera reciente. Aunque inicia de un modo algo lento, esto sirve para construir un ritmo apropiado, sólido, donde los personajes cobran una dimensión total sin tener que sobre-esforzarse en ellos. Sus actuaciones a veces un poco amateurs, ayudan a darle un toque natural y una verosimilitud más cercana. Yo por un momento temí que terminara de manera abrupta y sin resolverme nada y yo tuviera que lidiar con todo mi odio hacia esos adolescentes del demonio, pero el préstamo genérico que  hace hacia el final, con tintes un poco cercanos al thriller, me pareció más que apropiado y sobre todo que consigue darle un cierre inmejorable. 

Si todo esto parece ser una serie de halagos desinhibidos sin puntos en contra, también es cierto que se debe en gran medida a que esperaba muy poco de la película y me encontré con un producto más que correcto. Pero esto puesto sobre todo en comparación con el cine mexicano que más abunda en cartelera. "Después de Lucía" no deja de ser una propuesta sencilla y que tiene algunos pequeños huecos que se compensan por la fuerza de la temática elegida, con la que es fácil identificarse y tomar partido. Es sin duda una labor excelentemente bien realizada por parte de un director joven dentro de una cinematografía que necesita tomar más riesgos. Pero poco veo que tenga que hacer en comparación a las películas premiadas con el óscar extranjero de los últimos años, incluso con las nominadas, y más si vemos la lista de las que han sido enviadas para este año.




¿Alguna película sobre bullying?

3 comentarios:

  1. curioso justo en taringa me chute un post parecido que responde tu pregunta

    http://www.taringa.net/comunidades/horrocruxess/6268355/Los-11-casos-mas-dramaticos-de-bullying-en-el-cine.html

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  2. Estoy seguro que el cine mexicano es capaz de hacer grandes peliculas. ademas la parte en la que dices que esta alejada de los chicles más comunes del tema este del acoso me encanta. un saludo.

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  3. Reptilio: Sí, justo después de escribir la reseña me encontré con esa misma nota, pero creo que en otra página. A mí es que ver película sobre bullying me hace sufrir un poco D:

    Javier Ramírez: La verdad es que yo no siempre estoy segura de que el cine mexicano sea capaz de hacer grandes películas, pero al menos es grato comprobar de vez en cuando que lo intenta.

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