5.3.14

Ni siquiera sabía que "Ánimas Trujano" tenía un subtítulo. Eso explicaría el amor de los traductores mexicanos por añadir explicaciones a un gran número de títulos internacionales. Pero bueno, nos vamos hacia el Cine de Oro mexicano, a una de las películas más populares de Ismael Rodríguez.



"Dios siempre hace lo que yo no quiero. Yo ya me estoy cansando de Dios"
Pero yo no llegué a esta película precisamente porque fuera muy reconocida dentro de la trayectoria de Ismael Rodríguez. Sino por una particularidad que tiene, bastante inusual para nuestra cinematografía y para aquella época. Sabrán ya algunos, o quizás podrán reconocer al rostro masculino de estos fotogramas, que el protagonista de esta producción es Toshiro Mifune. El gran samurai japonés. No sólo aparece en una producción de un país tan inesperado como México sino que encima encarna a un personaje mexicano. A un indígena, para ser más exactos, y es un hecho que la fisonomía de Mifune se prestaba bastante bien para eso. De hecho, en un momento cinematográfico en que muchos personajes indígenas eran representados por actores bastante caucásicos, Mifune podría pasar por el más mexicanísimo de los involucrados. Si uno pasa por alto que evidentemente su voz está doblada (al parecer él quería decir sus diálogos y los memorizó en español, pero me imagino que igual hubiera sido difícil justificar que un indio mexicano tuviera acento japonés).

¿Que tengo que hablarles también de la trama? Qué detalles. A diferencia de otras películas de la época, donde se presentaba a los indígenas con un aura de pureza que justificaba de algún modo las terribles tribulaciones con las que vivían, aquí la historia gira en torno a un personaje bastante mezquino y con el que es difícil simpatizar. Justamente Ánimas Trujano. Un hombre irresponsable, infiel, borracho, testarudo y todos esos adjetivos que conforman a un patán. Pero Ánimas Trujano, además, tiene un sueño, y es llegar a ser mayordomo del pueblo. Un puesto que usualmente sólo le corresponde a quienes puedan pagar por ello o estén muy bien posicionados en la sociedad. La obsesión de Trujano mezcla el exagerado fervor religioso (casi nada aplicado en las demás facetas de su vida diaria, como podrán suponer) con el deseo desesperado de ser reconocido socialmente. A lo largo de la película tendrá diversas oportunidades de reivindicarse y quizás conseguir por fin ser mayordomo, pero Ánimas Trujano no seguirá siempre un camino muy claro para conseguir sus metas. 

Es bastante claro que la fuerza de la película recae por entero en Mifune, protagonista y eje central que hace que todas las demás situaciones se muevan a su alrededor. También un experto en interpretar papeles inherentemente desagradables dotándolos de su necesaria complejidad y con una maestría que por desgracia en momentos se puede ver algo opacada por el contraste con esa voz 'con tono indígena' que claramente no es suya (también influye el hecho de que esa emulación del habla indígena que usaban en esa época suele desesperarme bastante por lo fingida que suele sonar). Es, además, como muchas películas del Cine de Oro Mexicano, una película para sufrir, donde las desgracias se apilan y los personajes no aprenden, y todos viven bastante acostumbrados a su cruz y su miseria. Es un tipo de drama bastante particular que corre en muchos casos el riesgo de no gustar demasiado por este exceso de dureza que parece no ir a ninguna parte. Sobre todo cuando podría haberse aprovechado mucho más como crítica social a una construcción religiosa-social que procuraba la existencia de personas como Ánimas Trujano (que por cierto, Ánimas es un gran nombre). 

Si para mí fue una curiosidad, ya que no suelo disfrutar demasiado de este tipo de dramas, es también cierto que la construcción del protagonista encarnado por Mifune es un recurso bastante poderoso en sí mismo y capaz de justificar el resto de la trama, aunque sea por la fuerza de su presencia en pantalla. 
Y porque me encanta, probablemente.




¿Combinaciones cinematográficas inusuales que recuerden? 

4 comentarios:

  1. No termino de leer tus anteriores entradas que de repente aparece una nueva! Me alegra que hayas recuperado el ritmo.

    Me interesan las entradas de cine Mexicano que vas haciendo, creo que no hay mejor manera de descubrir cine de otras tierras que sabiendo lo que opinan los que son de allí.

    El caso de 'Ánimas Trujano' me llama algo menos la atención, ya que comentas que la verdadera fuerza del filme reside en las interpretaciones, y eso últimamente no suele ser motivo suficiente para que una película me enamore... De todos modos parece tener buenos puntos, la meto en el saco de los "a tener en cuenta".

    Un abrazo :D

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    1. Sí, de hecho yo no la recomendaría especialmente para 'descubrir' la cinematografía mexicana. Me parece más una curiosidad que un mérito. De por sí esta época del cine mexicano me conflictúa un poco como para recomendarla realmente :P

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  2. No la conocía.

    Combinaciones inusuales... Cuba+Zombis en Juan de los Muertos que vi recientemente :p

    Un saludo.

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