23.3.14

Comienzo a retomar ritmo y luego me desaparezco. Típico. Pero ya estamos de vuelta y con un poco de suerte también estaremos retomando ritmo. Y para regresar, uno de los pequeños maratones de un autor que es un poco inexplicable que no se haya cruzado antes por este espacio: Tsai Ming-liang con "El sabor de la sandía".



"Mi despiadado amor, flotando en las alturas"
Y bueno, con ustedes: la sandía.

Es difícil hablar de las películas de Tsai Ming-liang en virtud de una trama como algo concreto. Muchas veces se parte de una cuestión directamente realista y con connotaciones sociales, como es en este caso los problemas de escasez de agua en un Taipei demasiado caluroso. O dos individuos que se reencuentran. Para luego expandirse y perderse en un laberinto de situaciones y emociones que no se acomodan a una estructura específica. De las recomendaciones del gobierno sobre beber agua de sandía en lugar de agua ante la escasez, se siguen secuencias sexuales con sandías de por medio. Ante una historia nada convencional de reencuentros se siguen psicodélicos y extravagantes secuencias musicales que nos hacen preguntarnos en qué universo taiwanés hemos entrado. 

Y es que Tsai Ming-liang es indudablemente un director que no funciona del mismo modo para todos. En extremo sugerente, alejado de formas convencionales, uno puede sentirse atrapado por sus extraños números musicales lo mismo que perderse un poco al no saber exactamente a dónde se dirige la historia. Si es que se dirige a alguna parte. Sus largas secuencias, su economía en diálogos y, en este caso, un metraje que se acerca bastante a las dos horas, no ayudan demasiado. Y es que si bien es un director que se ha posicionado de manera importante dentro del panorama asiático e internacional, para aquellos que no sigan de manera particular su trayectora pueden encontrarse con una película que funcione de maravilla por escenas y en otras pueda parecer de lo más dispersa. 

Y aunque a veces yo tengo la sensación de que con sus propuestas (tanto narrativas como de estrategias audiovisuales) debería ser un director que me gustara mucho (supongo que ser asiático también ayuda bastante), todavía no consigue atraparme del todo e incluso algunas de sus películas me resultan bastante difíciles de digerir. Igual seguiremos hablando de algunas otras de sus piezas clave dentro del pequeño maratón.




¿Otras películas donde alguna fruta juegue un papel importante que recuerden?

1 comentario:

  1. La verdad es que no me atrae mucho esta película.

    Otras películas sobre frutas... te cambio la fruta por una hortaliza y te digo Leolo -cuyo pasaje sobre el tomate cacé un día por casualidad en tv y me picó la curiosidad-

    Saludos.

    ResponderEliminar