5.3.15

Ya nos habíamos tardado en comentar esta excelente pieza, que si bien no entra exactamente dentro del género de terror, comprueba una vez más que en muchas ocasiones las situaciones cotidianas pueden ser más terroríficas que cualquier trama de género. 



"Just because you're used to something doesn't mean you like it"
La gran mayoría de las películas que involucran niños/jóvenes con una marcada psicopatía, tienen a inclinarse hacia la trama de terror o hacia el thriller detectivesco. Del mismo modo en que los tradicionales fantasmas infantiles hicieron furor en su momento porque trasgreden un estereotipo inocente e inofensivo, los 'niños diabólicos' pueden ser el único motor en la trama por lo atípica de su situación, por encarnar una figura impropia de ellos y que sólo puede justificarse con el 'i was born this way'.
Pero esta transgresión no es fantástica ni imposible, y en "Tenemos que hablar de Kevin" se presenta en toda su cotidianidad desde el momento en que Eva Khatchadourian, en lo que parece ser una depresión post-parto, empieza a sentir que algo no está bien con su hijo. Alejándose de los tópicos de las maravillas de la maternidad, pero juzgando a Eva a partir de ellos, la relación entre madre e hijo conforme el segundo va creciendo se vuelve una lucha constante por descubrir lo que hay más allá: más allá de sus conductas cuando nadie más los ve, más allá de su capacidad de manipular a los demás a través de una siniestra imagen de niño bueno.

Desde el inicio, en esas escenas en que vemos a una Eva ya envejecida y sola que se alternan con los flashbacks de su historia familiar, sabemos que las cosas tienen que terminar mal. Pero lo que importa no es el clímax, lo que importa ni siquiera es que ella pueda descubrir lo que está buscando en Kevin. El verdadero eje de la historia es esa relación poco convencional entre una madre y un hijo que ha perdido todo el 'vínculo sagrado' que se asume siempre debe existir. Pero eso no significa que se haya perdido cualquier vínculo, y es justo ese hilo delgado e inexplicado que los une el que configura esta monumental película.

Con una larga etapa de pre-producción y con apenas 30 días de grabación, "We need to talk about Kevin" se sostiene sobre un guión perfectamente logrado en sus sutilezas y en sus momentos climáticos, así como en todos los detalles técnicos y artísticos. Una fotografía luminosa, escenas logradas a partir de un gesto, una contraposición entre dos rostros. Tilda Swinton y Ezra Miller, cuyas fisonomías más que particulares y sus capacidades de llevar a sus personajes a la desesperación con la misma naturalidad con la que se mimetizan en una escena familiar, en contraposición a John C. Reilly y Ashley Gerasimovich encarnando una típica familiar americana, alegre e ignorante. 

Una cinta precisa, implosiva y poderosa desde sus imágenes hasta sus silencios. No deja de sorprender lo largamente ignorada que fue por los principales premios durante su año, y es que quizás no deja de ser una pieza atípica sobre la deconstrucción de la familia. 




¿Otras películas sobre niños con trastornos? 

5 comentarios:

  1. Vaya, que sorpresa, hablas de una película que aunque no he visto, me suena y la tenía localizada.
    Si que parece interesante, si. El tema siempre invita a la reflexión.

    Películas sobre niños con trastornos... Mary and Max <3

    Saludos.

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  2. Gracias por recordarme que la tengo pendiente, espero que me guste tanto como a ti.

    Después de la recomendación de Charly creo que no hay cinta que lo supere pero si nos centramos en infancia me gusta recomendar "Phoebe in Wonderland", una pequeña cinta bastante desconocida, que aunque no destaque en exceso es bastante recomendable. Juntar el drama de una enfermedad como el asperger con el cine fantástico me pareció estupenda.

    Abrazos

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    Respuestas
    1. Leí sobre "Phoebe in Wonderland" y primero pense '¿pero no será demasiado dramática?', pero ya vi que la protagoniza Elle Fanning <3 así que sin duda la buscaré.

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  3. El filme brinca entre la responsabilidad de la madre o del mismo enano que provoca eso. Por eso en mi círculo, a todo mundo le encanta. Sin embargo, en mi particular punto de vista, me parece una película "trampa", que aprovecha más un tema poco explorado para crear una discordia. No es que eso este mal, al contrario, pero me parece un ejercicio incompleto. Cuestión de opinión personal.

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