10.7.12


10/07/12
Pero para que podamos seguir hablando tranquilamente de Wakamatsu tenemos que irnos hasta el inicio de los tiempos, o algo así como el inicio de su filmografía, con la pieza clave de "Affairs within walls".



"I'll never forget war as long as I love you"
No es ni de cerca su primera producción, de hecho le preceden una veintena más, pero es la más temprana que se conserva de él y es, sobre todo, la que se marca como el verdadero inicio de su labor artística. Porque hasta ese momento Wakamatsu se conformaba bastante con hacer cine como mucha gente en los años 60 en Japón: como se pueda y a quien lo pagara. Y es de suponer que lo que le pedían era pornografía soft-core con una mínima trama y evadiendo la censura y poco más. Y en principio era algo así lo que buscaba también con esta producción.

Alguien mira desde una ventana perdida en el laberinto de ventanas de un complejo residencial. Al asomarse a una de las ventanas nos asomamos también a la vida de dos personajes: una pareja tiene relaciones frente a un poster de Lenin. Ella acaricia y besa la cicatriz queloide que él tiene en la espalda (no necesita decirse más para saber que es un superviviente de la radiación en Hiroshima). Ambos, durante su juventud, fueron revolucionarios, pero ahora ella es un ama de casa casada quien mantiene a su amante como recuerdo de aquellos años.
El que mira es un adolescente que se evade de sus estudios espiando a otros. Siguiendo el tópico común de la pornografía en casi cualquier momento, el vouyerismo, Wakamatsu disecciona sutilmente la sociedad japonesa del momento haciendo de ese complejo residencial un microcosmos que emule de alguna manera a Japón. Por una parte nos encontramos con los maltratados ideales revolucionarios de antaño y con un hombre que ya no puede integrarse a la sociedad actual debido a su condición, una mujer que ha tenido que adaptarse a la fuerza a esa nueva estructura y que conserva el pasado como una suerte de fetiche, y un adolescente frustrado por su condición, por sus oscuras oportunidades a futuro, por esa castración social que no le permite relacionarse de manera natural con su entorno y lo limita a la figura del mirón, del perverso recluido. 

Si bien es mucho menos arriesgada que sus películas posteriores y trata de mantenerse de una alguna manera dentro de una estructura clásica de las producciones pinku eiga de la época, es claramente una muestra magistral del potencial que el director apenas comenzaba a mostrar. De hecho para muchos que puedan sentirse demasiado confundidos con su trabajo posterior, es una excelente manera de ver sus conceptos principales diseccionados de un modo mucho más sencillo pero sin perder por completo su fuerza.

Como anécdota, también fue la primera película pinku eiga en ser mostrada internacionalmente, y nada menos que en el Festival de Berlín. Esto debido a que un hombre vinculado con el festival estaba de paso por Japón, la vio y pensó '¿por qué no?', cosa que no le cayó demasiado en gracia al gobierno japonés que trataba constantemente de restringir esta clase de producciones y que ahora se encontraba con que el mundo entero tenían la mira en una de ellas (cuando otras películas de esta nación que habían sido presentadas por la vía usual para participar en el festival y habían sido rechazadas). Los estudios Nikkatsu, quienes subcontrataban a Wakamatsu para la distribución de sus películas anteriores, se deslindaron de toda responsabilidad respecto a ello y la retiraron del mercado, lo que impulsó al director para mandarlos a todos al diablo y formar su propia productora. Y, si tomamos en cuenta hasta dónde llegó luego el director, podemos imaginar el resto de la historia.

Wakamatsu, te amo. 

Ajam.




¿Película favorita sobre adolescentes perturbados?
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1 comentario:

  1. ¿Película favorita sobre adolescentes perturbados?

    los hijos de The Woman si te dejan el no maaaaaanches

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