23.7.12


23/07/12
Bueno, ahora se vendrán algunas reseñas de películas de Imamura, hablando de directores que es un poco imperdonable que no se hayan cruzado por aquí antes. Y para comenzar decidí arbitrariamente entre todas las pendientes la que tenía más ganas de ver: "La balada de Narayama".



"No podemos elegir. El alma al morir siempre va a la montaña y allí nos encontraremos de nuevo"
La película es un remake de una producción de los años 50 cuya estética era principalmente kabuki, aunque fuera de las similitudes de la trama no puedo saber qué tanta variación hay con esta nueva versión pero lo que me queda claro es que esta pieza de Imamura es una maravilla absoluta. 

En una pequeña y apartada aldea del Japón rural hay una norma de que todos los habitantes, al cumplir 70 años, deben ser llevados hasta la montaña junto a la que viven para morir ahí. La trama central gira alrededor de la anciana Orin, cabeza de familia, quien está por cumplir dicha edad en unos meses. Si por una parte está emocionada de cumplir con su justo destino, no quiere irse sin antes arreglar todos los asuntos familiares que puedan quedar pendientes. Pero su hijo mayor, aquel que tiene la obligación de llevarla hasta la montaña, no parece tener la misma emoción que su madre por dicho suceso.

Si bien la idea de la montaña como dios y destino final prima como una nube funesta a lo largo de la película, la fuerza general que impulsa la trama se genera a través de las diversas interacciones propiciadas por los personajes de la aldea. Equilibrándose en una delgada línea entre la 'modernidad' y el origen primitivo de los seres humanos, la supervivencia de la población depende en muchas ocasiones de acciones crueles, de relaciones mecánicas, de normas inapelables y de una ética que no deja mucho lugar a los sentimientos. La naturalidad con que los personajes se mueven a través de este micro-cosmos de circunstancias particulares que nos remiten tanto a la idea bucólica de la vida rural, como a la crueldad cotidiana de las mitologías clásicas; es sin duda el motor de una historia que se encamina hacia un final largamente anunciado y aún así poderoso, desgarrador y bello. 

Parte del imaginario gestado en la obra de Imamura gira mucho alrededor de esta concepción endogámica del mundo, manifestado no sólo por detalles incestuosos sino por constituirse por mundo totalmente cerrados, con leyes y estructuras propias. La recreación de la sociedad retratada en "La balada de Narayama" no pretendía emular de manera realista ningún tipo de sociedad rural en Japón sino hablar de las posibilidades a las que puede llegar el ser humano y, por consiguiente, su conformación social. Tan fantástica como realista, y tan bella como cruel, es considerada por muchos de las mejores del director. Una decisión difícil, viendo la increíble obra que se encuentra bajo su nombre y de la que hablaremos más todavía. 




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3 comentarios:

  1. Enamorado acabo de quedar con esta película, para verla lo antes posible, no sé si empezaré por la de los 50 o la tuya, ya veré cual encuentro con mayor facilidad, estupendo aporte! :D

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  2. Descubrepelis: Me inclino a pensar que será más fácil encontrar esta versión, pero de todos modos planeo ponerme pronto a la búsqueda de la modalidad kabuki así que ya te contaré :) (o tú a mí, si es que llegas a ver cualquiera de las dos).

    Saludos y gracias por pasar.

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  3. Thank you for this review! I found your review through Google Images. I am an American anthropologist and I would like to use one of the photos in my book. Toei Films told me to contact you. If you like, I am happy to give you credit in the book. (lo siento que no hablo espanol! Gracias!)

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