28.9.12


28/09/12
Para continuar con un excelente maratón de cine, no puede faltar Takeshi Kitano.



"Does he look dead to you, idiot?"
"Violent cop" fue la opera prima de Kitano como director y protagonista cinematográfico, además de su primera y exitosa incursión en el cine de policías/yakuzas. Teniendo esto en cuenta es hasta emocionante verlo tan joven y ya dirigiéndose directamente a convertirse en una leyenda por méritos propios.

La película originalmente iba a ser dirigida por Kinji Fukasaku quien planeaba aprovechar la fama televisiva de Kitano para hacer una película de policías más cómica y ligera, pero sus conflictos de agenda con el protagonista hicieron que terminara por renunciar al proyecto que sería entonces tomado por el actor dispuesto a darle un giro a su presencia cinematográfica.
Uno ya acostumbrado al estilo tan particular de Kitano en su modalidad no-altamente-legal, cuesta pensar que no siempre fue así y que precisamente la re-adaptación del guión original para hacer una película mucho más negra y violenta fue un movimiento deliberado por demostrarle al público que no se trataba únicamente de un cómico televisivo. Del mismo modo que decidió entonces reducir sus personajes a una expresividad mínima para construirse una personalidad hermética y fantásticamente impasible.

Su publicidad dice engañosamente que se trata de la respuesta japonesa a "Dirty Harry". Porque, ya saben, todo lo que involucre policías poco éticos es necesariamente una respuesta a "Dirty Harry". 
Kitano es un policía cuyo concepto de la moral raya en lo patológico, pero pese a sus poco ortodoxos métodos da resultados y por lo general no se meten demasiado con él, ni el resto de la policía ni las mafias con las que tienen que lidiar. La cosa se complica cuando durante una investigación va descubriendo que uno de sus compañeros podría estar involucrado con unos negocios de tráfico.

La sencilla trama policíaca bebe mucho del cine clásico estadounidense pero comienza a perfilar sutilmente lo que sería el estilo de Kitano en su faceta cinematográfica del lado de la ley. Si bien la trama no se complica demasiado, la fuerza de los personajes como eje central (especialmente el protagonista, claro está) y la capacidad de organizar el conjunto de elementos de manera más que adecuada, es lo que consigue elevar la película más allá de sus características como thriller policíaco y marca de manera indeleble el nombre de Kitano dentro de la historia del cine japonés. Y ya sabemos hacia dónde llega todo esto.

Si el aspecto de ser más simple y tener menos pretensiones que su posterior producción podría parecer un punto en contra, para mí resultó una película fantástica, entretenida, y tan solo ver las capacidades de Kitano de dominar por completo la pantalla con su sola presencia en cada toma fue una experiencia maravillosa. Pero no tengo que profundizar en mi amor por Beat Takeshi, ¿verdad?




¿Alguna otra película sobre un policía inusual?
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