4.6.13


Y bueno, ¿qué mejor modo de cerrar un mini maratón de Billy Wilder que con este clásico de clásicos?



"I am big. It's the pictures that got small"
"Sunset Boulevard" es el punto culmen del Hollywood clásico. Una consciencia del momento que sobrepasó la mera condición como película, como entretenimiento, e incluso como joya cinematográfica. Su particular visión de una serie de elementos que conformaban el estado actual del cine e intuían su dirección futura, convierte la trama de un guionista buscando triunfar en el cine y su encuentro con una antigua actriz de cine mudo, en la imagen tangible de una pasión por el cine en general. Un amor por las imágenes y su pervivencia a través de la pantalla.

Joe Gillis llega a la casa de Norma Desmond en las condiciones menos favorables. La enorme mansión en Sunset Boulevard parece abandonada y en ella encuentra a Norma como un fantasma aferrado a su pasado. Con la excusa de ayudarla en su regreso a la pantalla grande y prolongando a conveniencia el juego del escritor, Joe va adentrándose peligrosamente en la vida de la diva renuente a morir. La tensión entre ambos va creciendo conforme el engaño se alarga y la actriz comienza también a aferrarse a ese triste reminiscente de su época dorada que es el guionista fracasado. Un triste idilio que se aleja diametralmente de los grandes amores de pantalla como Desmond se aleja de la gran actriz muda que alguna vez fue, abusando de los gestos ante la ausencia de diálogos, y a su recuerdo ante el futuro incierto. 
Irónico que una película cuya premisa destila tanta amargura, tanta tristeza y decepción, termine configurándose a través de ese amor casi enajenado por el celuloide. Una denuncia en cierta medida hacia esas criaturas incapaces de sobrevivir alejadas de su efímera fama (una crítica que no parece tan puntual como la mencionada en "Ace in the hole" respecto a los medios de comunicación, pero que muy bien podría aplicarse también a varias *estrellas* actuales) pero que no deja de esconder esta grandiosidad enfermiza del cine, sobre todo en una 'época dorada'. 

Una fantástica puesta en escena, un cuidado maravilloso y un estilo visual y narrativo que hace las delicias de un guión que va del film noir más estilizado a las psicologías de personaje más decadente. La conformación de esos dos mundos tan apartados entre ellos, de lo que va de la casa fantasmal de Norma Desmond al resto de la ciudad donde se mueve Joe Gillis, un eterno juego de contrarios, de presencias y ausencias, todas las cuales giran siempre alrededor de esa imagen inalcanzable de Hollywood. Lo que es, lo que fue, lo que permanece inalterable dentro de las mentes. 
Gloria Swanson es inmensa como Norma Desmond. La exageración de sus ademanes, sus dejos de eterna diva, la pasión y el horror que parecen combinarse en su mirada, realmente nos remite a la gestualidad de las estrellas del cine mudo pero con el abuso propio de la obsesión por una época pasada. De la repetición eterna de esos personajes lejanos. Me cuesta creer que varias actrices que venían de la época muda se hubieran negado a aceptar el papel, igual que actores a los que se buscó para cameos. Da la impresión de que nadie apostaba demasiado por el proyecto y craso error, aunque resultó genial para Swanson que luce fantástica y dota a la película de esa fuerza inestable que uno de sus extremos demandaba. En el otro tenemos a William Holden como Gillis, cercano a otros personajes del director que se mueven entre las fachadas de 'buen tipo' y sus intenciones ocultas. Holden, sin caer en un antagonismo, funciona perfecto como un individuo que tiene que aprovechar las circunstancias pero permanecer un poco estoico, previniendo un desenlace funesto. El modo en que se presta a adentrarse en el laberinto íntimo de Desmond va propiciando la colisión entre esos dos mundos ajenos, esos dos extremos irreconciliables.
Y Erich von Stroheim, la sombra, el mayordomo de Desmond y único otro habitante de la mansión, es también un tercer punto que pese a su oculto protagonismo termina por armar el magnífico retrato del Sunset Boulevard.

Clásico merecido y enorme, por mi parte continuaría viendo más y más de Billy Wilder. Seguro en un momento lo haré.




Ahora sí, ¿película de Billy Wilder favorita?

6 comentarios:

  1. Aunque he visto Sunset Boulevard como 5 veces, es La Comezón del Séptimo Año mi favorita, pero nada más porque sale Marylin Monroe y porque no me dejaron verla hasta que cumplí 14 años.

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    1. Tendré que apuntármela para continuar con la filmografía de Billy Wilder :)

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  2. Esta es (otra) de mis grandes pendientes.

    Favorita de Wilder... difícil decisión. Creo que me quedaría con El apartamento e Irma la dulce. Siento debilidad por Jack Lemmon.

    Un saludo.

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    1. "El apartamento" me encanta, también Jack Lemmon. Así que también me apunto "Irma la dulce" para continuar.

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  3. ¿ya te avisaron del maraton para julio?

    (prometo ver esta pronto)

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