7.8.09



07/08/09
Llegué a esta película de alguna forma extraña relacionada con Wong Kar Wai. O quizá no tan extraña, ya que él es el productor ejecutivo o algo así. Y yo estoy algo obsesionada con ver cualquier cosa que haya sido tocada por él. Además de que el título era demasiado encantador como para resistirme. Fuera de eso, no tenía idea de qué se trataba e incluso me decidí a verla con mi hermana al basar nuestra decisión en lanzar una moneda. Oh.



"Pero tú no eres un pez, ¿cómo podrías saber cómo se sienten los peces?"

Sin duda que a veces eso de enfrentarse a una película sin tener idea alguna de lo que se encontrará puede jugar mucho a favor. En el caso de "Miao miao" vaya que lo hizo. Y eso que diré que el drama-romance no es precisamente mi género, aunque suene muy plano limitarlo a esos conceptos. Bueno, de hecho imdb me dice que es comedia-romance. No sé si eso sea más acertado porque suena a comedia romántica.
No diré que "Miao miao" es mucho más que eso, pero quizá sí que es más efectiva que casi todo lo que se considera como comedia romántica. Y probablemente su gran punto a favor es tener una apuesta sencilla. La historia es simple y juega mucho con el enredo de 'si ella quiere con él pero él quiere con...' aunque de manera tierna y nada truculenta.
Basando toda la historia en únicos tres personajes tenemos la vida de Miao Miao, una joven que fue de Japón a Taiwan de intercambio por un año. Ella se hace amiga Ai en la escuela, quien está secretamente enamorada de ella pero se decide a ayudarla a conquistar a Fei, un joven malhumorado que trabajaba en una tienda de discos a la que ambas jóvenes van siempre.
Así, con algo relativamente sencillo y ya muy visto en tantas otras películas, "Miao miao" logra cautivar al ofrecer una especie de ternura atemporal, un constante concepto del amor por encima de las relaciones o las personas o las historias. La búsqueda de algo que encontramos constantemente en la cinta a través de una fotografía increíblemente bien cuidada y con unas tonalidades sencillamente hermosas. Música muy adecuada que no sólo se limita a su deber de soundtrack si no que se involucra activamente con la trama. Personajes entrañables, lindos, pero con un dejo de enigma, de lejanía. Escenarios cuidados, símbolos repetivos y una sensación constante de que lo mejor de la película está detrás de todo lo que vemos. No necesitamos un final feliz para sentirnos felices con lo que estamos viendo.

Aunque no creo que sea necesario enfatizarlo para referir a la trama, personalmente me gustó el modo en que se maneja el tema de la homosexualidad en la película, que en realidad aunque nunca es algo descarado está muy latente en diversos puntos muy específicos. Creo que pudiendo ser una película que cayera en la reiterada imposibilidad de la homosexualidad, la trató como un tema natural. Sí, son notorias las convenciones sociales respecto a ella, pero eso no afecta de ningún modo la trama ni a los personajes. Para nosotros el hecho resulta tan natural que no debemos cuestionarlo. Lo cual es, a mi parecer, el mejor tono al que pudo aspirar la película y que consigue que las relaciones entre los personajes (de todo tipo) tengan aún más fuerza.

A veces pienso, en retrospectiva, que la película puede pecar de ser demasiado linda, pero al menos conmigo esa estrategia (que pueda ser un poco baja, jo) funcionó. Sin duda una increíblemente grata sorpresa.




¿Cuál es la última sorpresa cinematográfica con que te has encontrado?






















0 guiños:

Publicar un comentario