7.9.12


07/09/12
¿Saben de quién no hemos hablado en demasiado tiempo? Eso es, de Koji Wakamatsu.



"I don't want to be around people anymore"
A Wakamatsu no le fue muy bien durante los 70. Entre que se le fue a Líbano su guionista de toda la vida y entre que fue de los personajes más perseguidos durante la paranoia contra las pinku eiga, lo cierto es que hizo poco y no particularmente destacable. Hacia inicios de los 80, "A pool without water", aunque pueda parecer bastante cercana a una producción pornográfica típica de sus viejas épocas, es en realidad un replanteamiento de su usual temática ante los nuevos tiempos.

El protagonista es un hombre que es incapaz de interactuar de manera normal con cualquier persona, lo cual es más evidente con las mujeres. Se dedica a diseccionar animales lo cual no es en absoluto psicópata, hasta que un día se plantea su siguiente paso con una mujer que le gusta y a la que ha seguido hasta su casa para ver donde vive. A partir de entonces comenzará a rondar casas de mujeres que vivan solas, para dejar entrar un gas que las haga dormir, para entonces poder entrar libremente y abusar de ellas. 
Si bien puede parecer una trama más que simple y típica de película pornográfica, el cuidado con el que se retrata al personaje protagónico sin tener que decir nada de él (el hombre apenas si habla en algún momento) y toda su meticulosa puesta en escena para sus escapes nocturnos, van construyendo una psicología perversa mucho más compleja y que visualmente cobra fuerza a través de la teatralidad sutil de sus actos. No se trata ya de esa fotografía que parecía demasiado estética y cuidada o sus escenarios casi fantásticos, como solía emplear el director en los años 60, pero hay todavía una noción del mundo como algo que puede ser organizado en todos sus aspectos. Y este hombre no se limita solamente a irrumpir en una casa para satisfacer sus deseos, sino que tiene que reconstruir todo el entorno y a la mujer en cuestión para adecuarse a él. 

Wakamatsu siempre se preocupó por diseccionar la psique masculina y el modo en que lidia con sus problemas sexuales a través de la violencia. En los años 60 sus personajes se caracterizaron por una impotencia sexual y psicológica que se expresaba a través de sus dramáticos arranques violentos. Ahora, un par de décadas después, el individuo japonés del que habla es otro. Es un individuo antisocial pero no impotente, que tiene que recurrir a la violencia pero que no es cegado por ella. Un individuo que no busca destruir su realidad sino recuperarla. Y consigue expresar todo ello a través de una estructura narrativa más que básica y casi sin utilizar diálogos. También, aunque para esos años ya hubiera podido recurrir a escenas sexuales mucho más explícitas sin ser acosado por la censura, el director demuestra que para él el erotismo y la sexualidad siempre estuvieron al servicio de la obra y no es necesario abusar de ellos para que consigan transmitir su mensaje. 

En varias partes se señala que está basada en hechos reales aunque no dicen mucho más al respecto. Me inclino a pensar que tampoco debe ser tan inusual en Japón un violador serial que se aproveche de mujeres dormidas (y seguro todo eso es culpa de Kawabata). Pero también sabemos que a Wakamatsu siempre le ha gustado aprovecharse de crímenes reales para infiltrarlos en sus películas. 
Y a partir de esta producción es que veremos un nuevo giro en la filmografía del director, del cual hablaremos después.

Ésta es la última entrada que dejo programa, así que esperemos que no me tome demasiado tiempo volver a aparecerme por acá. 




¿Película favorita relativa a mujeres dormidas?
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3 comentarios:

  1. Nunca oí hablar de esta película. Y la temática parece... atrayente al menos.

    Películas sobre mujeres dormidas? uffff, pues la verdad es que no recuerdo ninguna.

    Saludos.

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  2. hahaha cha! veamos si no me balconeo

    Primero me saco mucho de onda eso de relacionar la psique humana (masculina) con la violencia como si fuera consecuencia o raiz y luego al hacer memoria para responder la pregunta me acorde de

    Sleeping Beauty (2011)

    ¿entonces?

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  3. Charly Hell: Tampoco es la mejor de Wakamatsu, pero ya podrás haberte dado cuenta que yo caigo fácil con el cine japonés.

    Reptilio: Espero que ese balconeo tampoco haya sido un sutil 'me sacó mucho de onda que TÚ relacionaras la psique humana masculina con la violencia'. En mi defensa debo decir que es una cuestión muy específica de la filmografía de Wakamatsu y su época. Y de los hombres, en general, como tu inconsciente lo ha demostrado :P

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