26.8.12


26/08/12
Y hoy nos toca hablar de otros de los directores más importantes de los años 60 en Japón, de la corriente más intelectual de esa década: la nuberu bagu (el nombre es una equivalencia con la fonética nipona de la nouvelle vague). Y con la que es considerada su pieza más importante, "Eros plus Massacre".



"El movimiento y el amor es lo mismo para mí"
A pesar de la importancia que Yoshishige Yoshida tuvo en su época en Japón, probablemente no nombre no haya resonado tanto a nivel internacional si lo comparamos con otros de sus contemporáneos como Nagisa Oshima o Shohei Imamura. No puedo hablar por la gran mayoría de sus películas pero si partimos que ésta fue probablemente su producción más trascendente, sin duda influirá el hecho de que resulta todavía un poco más críptico que los otros dos directores mencionados, ya no digamos si lo ponemos en un panorama no especialmente familiarizado con el cine de su país y su época.

La principal importancia de "Eros plus Massacre" es que se trata de una de las tres películas que cerraron oficialmente el movimiento de la nuberu bagu hacia finales de los años 60, cuando a sus integrantes ya les quedaba claro de que nada se lo que se había perseguido había sido conquistado durante esa época. En ella Yoshida aprovecha varios de los elementos con los que conformó su estilo y los orquesta alrededor de un hecho real muy importante para la historia reciente de Japón: el asesinato del anarquista Sakae Osugi, su amante Noe Ito, y un sobrino de seis años del primero. Perpetrado por la policía militar tras el terremoto de Kanto, al temer que el grupo anarquista aprovechara el caos del desastre para atacar el gobierno.
Aunque el episodio tuvo lugar casi cincuenta años de la producción de la película, el clima político del momento bien podría aprovechar la metáfora viva de lo sucedido en aquellos años contra el grupo anarquista, en clara alusión a la tensión que se vivían hacia finales de los 60 entre los grupos comunistas, las agrupaciones estudiantiles, y el gobierno.

La película en realidad no se enfoca tanto en el asunto del asesinato como de la vida de Sakae Osugi, su relación con su esposa y sus dos amantes, sus ideales y su compromiso con el movimiento anarquista. Esto se ve en dos niveles, en el primero nos encontramos con dos adolescentes que quieren grabar una película sobre Sakae Osugi para lo cual la actriz pretende ser un familiar de Noe Ito para reinterpretar su papel en los hechos; en el segundo nivel vemos una serie de encuentros entre Osugi y sus tres mujeres, tanto como de Noe Ito y su vida particular. 
Parte de los elementos más marcados del estilo de Yoshida que podemos ver en esta pieza es una fuerte teatralidad, y sobre todo un manejo inusual de la temporalidad que pareciera negar continuamente las relaciones más estrictas de cronología o de causa-efecto, en virtud de una correspondencia de significados entre todas las partes de la película sin que parezca importar cuáles anteceden a cuáles (de tal modo que los dos niveles de narración, si bien estrictamente separados por un lapso de años, mantienen un mismo valor en relación al mutable concepto de 'realidad' o 'verdad').

Hasta aquí todo muy bonito pero el asunto es que estructuralmente la película es de lo más compleja. No sólo porque ya de por sí los fragmentos se orden de manera poco convencional, sino porque su planteamiento de diálogos y secuencias da por sentado que todos saben de qué se está hablando. Mínimas presentaciones a quién es Sakae Osugi, quiénes son su mujeres, cómo se llegó a ese punto y cómo ese punto desembocó en el crimen. Los diálogos casi monólogos de los personajes giran alrededor de conceptos absolutos ('el amor', 'el movimiento', etc) que no se aterrizan de manera inmediata en la vida de quienes los enuncian. Además de detalles como que con todo y que me considero ya bastante adiestrada en reconocer rostros asiáticos, debo decir que durante gran parte inicial del metraje no era capaz de distinguir a sus tres amantes. 
Y si sus logros técnicos y retóricos son más que innegables y hacia el final, en gran medida guiados por los dos personajes fuera de la historia (los del primer nivel), ya podemos entender un poco hacia donde vamos, debo aceptar que me cuesta disfrutar de una película donde no me enteré de lo que sucedía durante mucho tiempo. Y aclaro que yo me encontraba leyendo del momentos histórico y la producción de la película cuando la vi, de modo que no era cuestión de saber o no de antemano quién era el protagonista y su caso (ya no digamos los que lleguen a la película realmente sin saber nada, aunque como son las cosas quizá y hasta puedan disfrutarla más), sino que parece genuinamente preocupada por oscurecer intensamente el entendimiento de la trama en virtud de enfatizar sus estrategias narrativas y visuales. Y a mí eso no me convence, señor Yoshida.
Tuvimos un mal inicio pero eventualmente haremos las pases. Quizá hasta me decida algún día a volver a ver esta película y tal vez entenderla. Pero eso será en un próximo capítulo.




¿Película favorita inspirada en un crimen político?

4 comentarios:

  1. Nada, yo sigo en mi linea de desconocimiento de estas películas :(

    La verdad es que casi todas las opiniones/críticas que he leído por ahí coinciden contigo en lo de Wong Kar-Wai que la mejor es In the mood for love. Ya te contaré cuando las vea.

    Saludos.

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  2. Tendré que verla, hasta el momento la desconocía!! Buen post

    Saludos

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  3. Charly Hell: ¿Sí? Yo tenía la idea de que la mayoría prefería "2046" que es mucho más impactante visualmente y más rica en narrativa.

    María del Mar: La verdad que tampoco es la mejor película para iniciarse con el director o con la época, pero siempre puede haber sorpresas.

    Saludos a ambos y gracias por pasar.

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  4. ¿crimen politico? sssss

    pues me gusto esa de The Manchurian Candidate



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