20.11.12


20/11/12
Ya antes había comentado que a pesar de mi reticencia a ver películas de perros, la de "Seven psychopaths" (no sé si desafortunadamente traducida como "Siete psicópatas y un perro") se veía más que buena. Y tenía a Christopher Walken y Woody Harrelson. Ni cómo negarse.



"Querías conocer psicópatas ¿no? Ese es el asunto con los psicópatas, después de un rato ya no son divertidos"
Más tarda en comenzar la película (sobre todo con el bloque de comerciales de patrocinadores del festival) que nos veamos salpicados de sangre hasta nuestros asientos. El Psicópata #1 le vuela los sesos a dos mafiosos y deja tiradas un par de barajas. ¿Es un verdadero asesino o es un personaje ficticio? Marty está tratando de escribir un guión para una película llamada '7 psicópatas' pero no tiene ninguna idea, pero sí un serio problema con la bebida. Su mejor amigo, Billy, lleva un pequeño negocio de secuestros de perros con Hans, un hombre mayor. Billy quiere ayudar a Marty a escribir un buen guión y no sólo aporta las mejores ideas sino que está dispuesto a juntar a la mayor cantidad de psicópatas posibles para ir perfilando los personajes.

La película tiene una estructura extraña y engañosa. Los límites entre la acción real y la ficticia (parte del guión de Marty) no siempre están bien definidos y hay momentos en que no estamos bien seguros de lo que estamos viendo. Además de que a través del recurso retórico del guión cinematográfico todos los personajes son hiper-conscientes de su condición dentro de una estructura dramática y eso permite que se den una serie constante de giros curiosos sin que resulten forzados.

Creo que su mayor logro es no abusar de ninguno de sus recursos, ni tenerles miedo. Tiene momentos emotivos que son descritos con una cierta parquedad, tiene clichés manidos que son abordados sin ningún pudor, tiene momentos muy violentos pero no los necesita siempre. Y, especialmente, tiene unos personajes magníficos que hacen que la más esperable de las escenas siga brillando. 
Es difícil describirla porque tiene un humor fresco e inesperado que no puede comentarse, pero en general, aun cuando su trama en sí parece no buscar una mayor trascendencia, consigue enganchar y atrapar por completo al espectador que ya no sabe qué más ases bajo la manga están por salir.

Diría que con ese reparto y los personajes que le tocan a cada uno es difícil inclinarse por uno solo, pero quizá el que menos llama la atención en el poster, Sam Rockwell encarnando a Billy, es el que se roba la película por completo. Y compartiendo cuadro casi todo el tiempo con Christopher Walken y Woody Harrelson, la cosa estaba reñida. El primero es un gusto volver a verlo con todas sus capacidades de protagonismo y un papel fantástico, mientras que el segundo no tiene que demostrarnos una vez más lo maravilloso que es haciendo cualquier cosa, pero igual nos lo demuestra. Incluso Colin Farrell que hace rato no lo veía en una película y nunca me ha gustado particularmente, está muy bien puesto.
Y bueno, me gustaría hablarles de mil detallitos psicópatas más pero son cosas que uno tiene que ir descubriendo. 

Si bien fue menos graciosa de lo que pensé (el trailer aprovecha los gags más hollywoodenses y la hace parecer una comedia inteligente pero finalmente muy cómica), me resultó mucho más agradable, inteligente y fresca. Además que está que pintada para personas que adoran todos esos perfiles perversos que las series de televisión de crímenes y asesinos han propagado (con varios agradables guiños al respecto).
Yo siempre me quejo de que la comedia generalmente no funciona conmigo pero en esta última racha de dos me ha dejado maravillosas sorpresas. 




¿Otra película cómica que involucre psicópatas?

2 comentarios:

  1. Puede ser interesante, el tema de los psicópatas siempre da de sí. Y Walken siempre cumple.

    Saludos

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