5.11.12


05/11/12
Me parece que por estas fechas comencé una pequeña retrospectiva del cine de Takahisa Zeze. Dando inicio con una de sus piezas que ya tenían rato en la lista de espera: "Dirty Maria".



"Because we die so easily"
Takahisa Zeze forma parte de un pequeño grupo de directores que en los años 90 le dieron un nuevo y personal giro al género del pinku eiga. Mantenían la premisa de ser un cine pornográfico, barato y de circulación limitada, pero evolucionaron respecto a las temáticas y sus estrategias narrativas. Los más destacados de este grupo, entre los que se encuentra Zeze, son conocidos como "The Four Heavenly Kings of Pink". Justo el modo en que uno quiere ser recordado en la posteridad. 

Maria trabaja en un salón de belleza encargándose de sencillas tareas varias. En casa la espera su esposo y su hijo, y de vez en cuando un aparente amante casual. Pero la apacible mujer un día decide asesinar a Mayumi, una de sus compañeras del salón, para luego tratar de convencer al marido de ella que sabe hacia dónde se escapó e incluso ofrecerse a ayudarlo en esta frenética búsqueda.
Aunque hay una serie de detalles a través de los cuales podemos intuir en parte las motivaciones que tan abruptamente llevaron a este crimen, gran parte de la fuerza de la narración consiste en esta sensación de confusión que nos provocan todas las acciones de Maria. Ella, tan aparentemente ajena a lo que sucede, tan extraña, tan movida por sentimientos que apenas si comenzamos a tratar de entender, configurando un misterio y queriéndolo llevar hasta sus límites. Pasamos de su tranquila vida diaria hasta encontrarnos en otros escenarios de Japón, queriendo ir cada vez más lejos. 

Por una parte me atrevo a decir que "Dirty Maria" es una de los mejores ejemplos de la teoría del paisaje esbozada por Masao Adachi en los 60. Esa premisa de que la configuración individual de los personajes de una película y sus circunstancias, puede transmitirse también a través del paisaje y su participación en la historia. De la gris ciudad nos embarcamos en un viaje cuya principal característica es el cambio de escenarios. La transformación de los mismos conforme se va transformando la propia historia. Y algunas de las secuencias de Maria en medio de la nieve resultan en imágenes verdaderamente bellas y poderosas, que nos hablan del personaje como ella misma no puede hacerlo a través de sus palabras y acciones. 
Al tiempo tiempo, nos habla también de la posición que los nuevos *maestros del pinku* tenían respecto al género: si bien había mucha menos censura sobre la imagen explícita, la representación del sexo como herramienta visual iba disminuyendo. Eso llevó en muchas ocasiones a que las películas de esta década se juzgaran como muy poco pornográficas, que finalmente era su intención primera. Zeze nos demuestra, a través de una película donde el sexo ocupa una parte menor en el metraje, que la importancia ya no reside en el acto sino en su reacción. "Dirty Maria" no es sencillamente una película donde la pornografía se cuela en medio de la historia, es un retrato de la frustración sexual y sus posibles consecuencias. 

La película está basada en hechos reales aunque no he podido encontrar mayores detalles al respecto. Conociendo el uso que suelen hacer los directores japoneses de sus crímenes reales, situación que volvería a aparecer en otras películas de Zeze, me atrevo a creer que la historia original es bastante sencilla y es la imaginación del director es la que ha conseguido adentrarse verdaderamente en la herida. 
Seguiremos comentando al respecto pronto.


Ésta es nuestra cuarta entrada para el Festival Film Focus. ¿Lo están siguiendo?




¿Otras películas sobre crímenes aparentemente sin motivo?
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2 comentarios:

  1. Me gustan mucho las películas que giran en torno a los misterios de un crimen.
    Tal vez la trama no se asemeje mucho excepto por lo escencial, pero me ha venido a la mente 'El nombre de la rosa', aunque allí hablariamos de multiples asesinatos,

    Saludos grandes, un placer leerte!!

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  2. Pues pinta bastante bien...

    Asesinatos sin sentido... los de Heneke

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