22.4.09



22/04/09
Esta es una de las pocas películas que he robado. Ni siquiera es un robo real, más bien la rentamos desafortunadamente unos días antes de mudarnos de casa y alguien no se dio cuenta y la metió en alguna de las cajas. Con la pena. Y sería la única si no hubiéramos rentado también ese día "La leyenda del invencible". Terribles elecciones para un robo accidental.
Y curiosamente nunca la vimos, pero, con aquello de que se van agotando las películas que puedo ver con mi madre. Supuse que sería lo más cercano a una buena opción. Tiene a Susan Sarandon y Goldie Hawn, ¿qué podía salir mal?



"I've never fired a gun in my life. It's got only one bullet. One bullet intended for one specific person"

Con todo y que uno puede hacerse a la idea de qué clase de película es, creo que el inicio es poco afortunado. Vemos al personaje de Goldie Hawn, Suzette, quien sigue atrapada en su adolescencia rockera mientras que nada parece irle bien. Su personaje de entrada es bastante molesto, demasiado patético y no particularmente gracioso. Durante los primeros 15 minutos de la película me comencé a cuestionar si en realidad había sido una buena elección.
Luego sucede que por una cosa u otra decide irse a Phoenix a buscar a su mejor amiga de la adolescencia y se encuentra con Harry Plummer en el capítulo, un escritor maniático del que se aprovechará constantemente. De hecho al principio pensé que Harry era el buen Shark (bueno, el abogado protagónico de la serie de "Shark") pero no, era el buen Barbosa. O Geoffrey Rush, como quieran verlo, que siempre es una delicia encontrárselo en la pantalla. Incluso con su intromisión, de prototípico maniaco-compulsivo extravagante y depresivo, es cuando la película comienza a agarrar buen ritmo.
Ya el resto de la situación viene de encontrarse con Lavinia, es decir, Susan Sarandon, quien después de su pasado groopie se convirtió en una de las damas mejor posicionadas socialmente y ha tratado de alejarse de todo lo que fue antes. Y claro, que la aparición de Suzette no podría ser menos problemática, ya que todos comienzan a cuestionarse cómo pudieron ser amigas.
Y bueno, luego una trama muy prototípica en este tipo de películas, en que Suzette se enfrenta a la aparente familia perfecta de Lavinia, que obviamente está muy lejos de serlo y es más como una malcriada familia burguesa que la ignora la mayor parte del tiempo. Y, bueno, gran revelación moral. Oh, y todo esto mientras, de fondo, Harry trata de reencontrarse con su padre para matarlo. Qué bonito.

Después de los pocos afortunados primeros minutos, la verdad que la película comienza a agarrar un mejor ritmo. Las escenas graciosas están bien armadas, y aunque los personajes son muy prototípicos no dejan de ser entretenidos (bueno, exceptuando las hijas de Lavinia que son insoportables todo el tiempo, hasta cuando aprenden la lección). Aunque probablemente los personajes de Suzette y Harry estén mucho mejor delineados que el de Lavinia, quien se mueve dentro de rangos demasiado maniqueos y parece incapaz de matizarse mínimamente.

El final también es algo abrupto y prototípico, en que todo parece solucionarse mágicamente después de un extraño momento epifánico. Aunque no queda del todo claro qué posición queda mejor parada: ¿debe uno ser una madre abnegada o una rockera empedernida? No estoy segura de si alguno de los dos extremos me convence del todo.

Vamos, que al final sí fue la película apropiada para la noche. Y especialmente Geoffrey Rush consiguió hacerme bastante amenos muchos momentos. Supongo que es el encanto de todo escritor ficticio, por más plano que pueda parecer.






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