12.2.09



12/04/08
A veces, cuando tengo que decidir una película por ver y no me siento especialmente inclinada por ninguna, me gustaría poder escribir en distintos papeles todos los títulos de las películas que tengo en lista de espera, meterlos a una bolsa y con el azar que rige justamente los juegos infantiles, decidirme por la primera que salga.

Lo cual, si lo vieramos objetivamente, me ocuparía probablemente el mismo tiempo que me tomará después ver la película. Así que no parece ser ni remotamente cerca la mejor opción.
Así la decisión es algo extraño, casi como sacar un libro al azar del estante: "Perdidos en la noche". Supongo que aplicaba un poco.



"¿No dijiste que era un perdedor? Entonces ¿por qué lloras?"

Cuando la vi no estaba del todo segura si la película era brasileña o estadounidense. Digo, la sinopsis aclaraba que eran dos inmigrantes brasileños en Nueva York, pero el que aparecía, al menos en la caja, como el título original era "Two lost in a dirty night". La intriga se resolvió rápidamente, claro está, pero eso te mantiene un poco a la espectativa hasta que ves la película.
Por otro lado la sinopsis miente. No entiendo bien quién hace esas cosas y si tiene alguna justificación. Cuando vi "La sensualidad de Olga" también sucedió que la sinopsis daba una versión completamente distinta de la película, pero en ese momento me pareció que precisamente la hizo muchísimo más inesperada y linda. En este caso no encuentro justificación alguna: menciona que Paco teme ser deportada por inmigración, cuando en realidad ella es legal (aunque nunca se explique cómo) y el que llega a tener problemas con migración es Tonho; luego dice que Tonho es un artista liberal que quiere desarrollar su talento cuando de artista no tiene nada. Finalmente dice que vivirán una historia de amor plagada de desencuentros cuando, por otra parte, no creo que fuese esencialmente una historia de amor.
Todo es un complot por confundirnos.
La historia no aporta demasiado al típico género de lo difícil que es subsistir en Estados Unidos tras la búsqueda del sueño americano. Los problemas de esa sociedad baja, que lucha constantemente por sobrevivir de cualquier modo y las pocas oportunidades que se presentará para ellas. Ellos se conocen cuando un cliente violento trata de abusar de Paco (quien se prostitute en baños de locales) y Tohno la salva y huye con ella. Claro, que a este punto aún no se sabe que Paco es mujer (no hay porqué quejarse, tampoco es la gran sorpresa, no les estoy arruinando nada).
Probablemente Paco y su psicología es lo más interesante de la película. No sabemos nada de su pasado aunque se intuye algo turbio que la lleva a escapar de Brasil, acepta irse a vivir con Tonho sin más y no sabemos cómo vivía en Nueva York antes. Por otro lado sus problemas de identidad son intrigantes de algún modo: se viste de hombre (y luce perfectamente masculino, encarnado por Débora Falabella de una manera excelente) y se refiere a sí mismo todo el tiempo como hombre, incluso detesta cuando Tonho la llama por su nombre verdadero. Por otro lado, aunque mantiene una identidad masculina se prostituye homosexualmente con hombres (que piensan que es hombre también, claro, así que generalmente se limita a ofrecer sexo oral y dejar lo demás en misterio). Esta relación que tiene con los hombres es un poco extraña porque parece sentirse tan atraída por ellos como sentir un desprecio inexplicable (bueno, uno hace sus conjeturas) por los mismos; desprecio que luego guía muchas de sus impulsivas acciones.
La historia se estructura de manera muy teatral, claro, que luego me enteraría que esto se debe a que fue originalmente una obra de teatro. Casi todo sucede dentro de la casa, con pequeñas escenas exteriores, y suele guiar básicamente en una constante discusión entre ambos personajes que parecen chocar en cada una de sus opiniones.
Interesante, entretenida aunque nada excepcional. Con un final que primero parece ser lo más cursi y cliché del mundo pero que luego da un giro especialmente dramático (aunque algo drástico, hay que decirlo) para terminar de manera un poco ambigua pero lógica. Básicamente podríamos decir que es la mirada a una relación amor-odio de esas que por más daño que se causen no pueden sostenerse sin su contraparte, todo ello enmarcado en la supervivencia a ellos mismos.

Desde que volví a ver "Carandiru" tenía ganas de ver más cine brasileño. Aunque creo que la próxima vez buscaré que se desarrolle también en Brasil, creo que estoy un poco harta de estos dramas del sueño americano (que no es que todos sean malos, pero a veces me parece que van agotando innecesariamente un tema).


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