11.2.09



12/03/08
Surrealista. ¿Como tú?

Como nosotros.

Recuerdo que hace algún tiempo, Alejandra y yo estuvimos obsesionadas con una dinámica algo ridícula (pero enviciante) que consistía en metamorfosearnos constantemente en toda clase de posibilidades. Yo iniciaba preguntando: ¿Qué verso de Benedetti eres? y ella contrarrestaba con: ¿Qué trago alcohólico eres?
Y así, suena sencillo, pero un psicólogo no podría haber sacado más conjeturas de mí por medio de algún otro medio.
Hoy, en una clase que debió haber concluido varios minutos antes de que desistiéramos en prestar atención me comentó que vio "Pollock" el día anterior en la televisión y pensó en mí. No recordaba muy bien porqué pero yo pienso que su asociación se debe a mi camisa que tiene grandes pintores representados por medio de las estereotípicas caritas felices. Mi favorita siempre ha sido la de Pollock porque está simplemente llena de rayones. Ella concluyó (de manera vaga, cabría recalcar): La mujer de alguno de esos artistas me recuerda a ti, pero no sé si era de Pollock, de Klimt, o de Modigliani.
Que no sea la de Modigliani por favor, porque me parece insostenible. No estaba demasiado segura de qué era lo que le recordaba a mí, así es un poco ella, con nociones inconclusas sobre la realidad.
Yo sé qué es lo que quería decir: ¿Qué amante de algún pintor famoso serías?
Mizzi, diría yo, claro está, de Klimt.



"Sí, lo había olvidado. Besar, pero no en los labios"

La vi durante un festival internacional de cine hace poco más de un año. La sala estaba repleta y me parece que incluso tuvimos que sentarnos separadas yo y las chicas con las que iba. Aunque ahora recuerdo vagamente con quienes iba y de la única que tengo la certeza es Carmen, pero estoy segura de que el grupo era más numeroso. El público de los festivales suele ser algo diferente al público común, están un poco más conscientes de su papel en la sala y por lo general permiten que la función transcurra sin las horribles molestias de los personajes que uno usualmente podría encontrarse en una sala comercial.
Unos días antes, una chica alemana que iba en nuestra clase me había advertido que la película no le había gustado. Me cuesta un poco confiar en los extraños, no sé qué películas les gustan y cuáles no, qué esperan del cine y qué recomiendan de él. Con una sola referencia uno camina a oscuras.
Quienes esperen un retrato exacto de la vida del artista, o una trama definida siquiera, no encontrarán nada que sea de su agrado. Una gran cantidad de personas salieron de la sala quejándose de no haber entendido nada: la película no es para entenderse, es una manifestación del arte en sí mismo, tan simple, tan profundo, tan incoherente y tan simbólico como es. En una de las reseñas que leí mientras buscaba la imagen para este post, un espectador comentaba: la llamo película porque así lo establece el cánon, pero "Klimt" es mucho más que una película.
Me parece que en muchos casos es difícil conseguir este efecto en alguna película sin que caiga en lo simplemente surrealista o absurdo (en referencia al absurdo como el teatro absurdo, no solamente incoherente). Hay casos como "Waking life" que consiguen convertir una película de animación en una suerte de filosofía cotidiana en movimiento. Pues bien, en el caso de "Klimt" es como caer en su espejo, ahogarse en esas aguas doradas que tanto gustaba de retratar y convertirse en uno más de sus repetidos personajes que nunca son lo que parecen.
A respuesta de mi pregunta, Mizzi no es la mujer que Klimt está buscando en las imágenes gemelas que acometen sus (nuestros) delirios. Supongo que el concepto de una amante a veces es algo más que las respectivas parejas de Pollock y Modigliani obsesionadas con la labor artística del genio incomprendido.
Una excelente película. La clase de filmes en los cuales simplemente te dejas llevar y caer en el juego.

¿Descubren un poco por qué me gusta caer en este juego de preguntas?
Bien, ¿amante de qué artista serías?

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