12.5.09



12/05/09
Creo que ya he dicho varias veces que /cinema_asiatico es mi gurú del cine oriental. Así que usualmente me mantiene un poco al tanto de las nuevas cosas que no me puedo perder. Y también usualmente no le pudo seguir tanto el ritmo como quisiera pero ahí voy. Hace varias semanas me recordó que Takeshi Kitano apenas sacó su nueva película, "Aquiles y la tortuga", de la cuál había leído antes de que se estrenara.
Y bueno, eventualmente tenía que verla. Y aprovechando que mi hermana tenía fresco a Kitano por su papel en "Battle Royale" y que en la película se trata de un pintor, pensé que sería apropiado verla con ella.



"Ve a África, ponle a cualquier persona un Picasso y un plato de arroz. Todos escogerán el arroz. El talento no es nada cuando tienes hambre"

Creo que haber visto varias películas de pintores me condiciona un poco a sentirme cercana al personaje. Además que la paradoja de Zenón sobre Aquiles y la tortuga me cautivó durante mucho tiempo. La explican del modo más curioso con unos griegos animescos al principio. Curioso.
En fin, toda la película es una especie de odisea personal de Machisu Kuramochi, hijo de un rico empresario de su pueblo y amante del arte, quien siempre sintió una inclinación casi soberbia por la pintura. Lo veremos desde sus 9 años (más o menos, creo yo) hasta casi su vejez (tenía que llegar a convertirse en Kitano, cómo no); y el modo en que la apreciación del arte va cambiando dependiendo de sus condiciones y el mundo a su alrededor.
Podría parecer una película lenta, con un ritmo muchas veces sin demasiados cambios. Tampoco es que Kitano no haya manejado esta estructura anteriormente. Pero justamente ahí nos va atrapando, en el desarrollo casi cotidiano de una vida, en la cercanía que puede sentir uno como espectador ante todo lo que se desarrolla de manera lenta y cotidiana.
La vida del joven Machisu estará marcada en su mayoría por desgracias, pero además, por desgracias que tratarán de pasar casi desapercibidas. Casi todas las personas en su vida mueren, y vemos sus muertes como un punto más en la historia, al niño casi siempre con la misma expresión inalterable. Quizá incluso resulta mucho más desgarrador el modo en que su propio arte va cambiando, como cuando hijo de un rico empresario todos veían futuro en sus pinturas casi naive. Mientras que muchos años después, huérfano, pobre y sin una formación artística profesional, no es más que un loco que pretende ser artista. Así lo veremo sumergiéndose en grupos experimentales, dejándose llevar siempre para imitar otros estilos. Tratando de buscarse, de algún modo, siempre sin conseguirlo. De distintos modos y a lo largo de su vida.

La película a mí me pareció encantadora, tiene unas escenas que manifiestan de manera visual las condiciones de su arte y que son sumamente bellas. Hay una especie de nostalgia suave, una melancolía que le llega al espectador sin conmoverlo bruscamente (creo que podría decirse que es un tanto equiparable, en ese aspecto, a "Dolls"). Una visión del arte es que la búsqueda sincera del mismo y el gran 'no' de la crítica. Aquiles siempre siguiendo a una tortuga.

Me encantó particularmente la interpretación de Nao Omori (quien cada vez me gusta más) como el galerista. Es increíble como un personaje tan antipático puede llegar a ser tan atrayente. Su esposa, interpretada por Kanako Higuchi, también es una delicia.
Y bueno, de Kitano no tengo que decir mucho más, yo sigo creyendo que en sus papeles patéticos se ve mucho mejor que cuando es un gran héroe. Verlo como artista no puede resultar menos encantador.

Los únicos posibles peros que le pondría a la película es que por momentos da la impresión de alagarse demasiado, aunque tampoco es que llegue a ser algo considerablemente molesto e incluso son pocas las escenas que dejan esa sensación. También que del salto del Machisu adolescente al adulto hay como un cambio muy significativo de personalidad que parece no sostenerse con la imagen que anteriormente había dado y que en realidad no trata de justificar en ningún momento. A veces me quedaba la impresión de que Kitano ya no era en realidad Machisu Kuramochi si no, eso, Kitano.
Pero, detalles al final y al cabo. Lo dicho, a mí me conmovió muy profundamente.



Creo que estoy volviendo un poco a la onda asiática. Espero no descuidar las películas de otras nacionalidades. Oh.




¿Cuál es tu película favorita de Takeshi Kitano?












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