"Tonari no Totoro", Hayao Miyazaki

03/05/09
No sé qué hice con mi computadora pero arruiné todos mis archivos de configuración de usuario. O, bueno, no los arruiné, sólo ya no están. Ayer traté de recuperar algo pero fue imposible. Creo que lo único que me pesa es haber perdido mis bookmarks y todos los links de blogs de películas y tal. Pero, bueno.
Comenzamos con las películas que he visto en esta cuarentena. "Mi vecino Totoro" fue la primera porque mi hermana y yo la llevábamos pendiente desde hace mucho tiempo. Y yo no puedo resistirme a una película de Miyazaki.



"Come out, come out, whereever you are!"

Se habla mucho de lo que Pixar ha hecho por la animación infantil de este lado del mundo, y yo no soy nadie para negarlo. Pero personalmente, Miyazaki me sigue pareciendo el gigante en cuestión de fantasía infantil y no tan infantil. Bueno, es que a mí "El viaje de Chihiro" me cambió la vida, aunque para ese entonces distaba ya mucho de tener una visión de niña ante ella.
"Mi vecino Totoro" es una de sus películas como tal, antes de las más reconocidas que han salido últimamente. Aunque seguro que el personaje del Totoro o sus pequeños acompañantes deben ser de los más visualmente conocidos.
En este caso la idea es mucho más sencilla e infantil, de algún modo. Satsuki, Mei y su padre se mudan a una casa en el campo que ha estado abandonada por mucho tiempo, y las dos niñas creen que hay alguna especie de fantasma habitándola. Algo así como las adorables arañitas que trabajaban en el sauna de "El viaje de Chihiro". Al mismo tiempo, habrán otros personajes fantásticos que se cruzarán en su camino, cuando Mei asegura que dentro del bosque habita un gran Totoro que duerme dentro de un árbol gigante, acompañado por sus dos pequeños totoros a semejanza.
Sin haber una gran trama, veremos la vida de estas niñas que convierten su mundo diario en algo fantástico, al tiempo en que esperan que su madre pueda salir del hospital para volver a ser la familia que eran antes.
El elemento un poco siniestro tampoco está del todo fuera, aunque no al nivel de sus siguientes películas. Encontraremos que por momento la ambientación del bosque o alguno de sus habitantes puede ser un poco inquietante. Como mi favorito, el gatobus, que podemos apreciar en la imagen; no deja de ser un poco extraño la aparición, en medio de un camino abandonado, de un gato de doce patas en cuyo interior puede viajar uno.

Es algo corta para ser una película, da una sensación de ser un capítulo de algo más larga, pero sin duda que es lo suficientemente encantadora para atraparnos y sumergirnos en el mundo de la campiña japonesa. Que además luce terriblemente encantadora por sí misma, es otra de las cosas que tiene Miyazaki, que siempre me deja con el deseo de poder vivir en sus películas, en sus mundos de ensoñación que son increíblemente hermosos.



Oh, ¿soy la única en modalidad infantil? Debería bajarme toda la filmografía de Miyazaki.
Y sólo por eso les dejo la adorable canción del final: http://www.youtube.com/watch?v=lo9dol1NDiQ&feature=related




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