18.5.09



18/05/09
Hace algún tiempo, revisando la filmografía de Wong Kar Wai, me dí cuenta de que en realidad me faltaban apenas un par de películas de él por ver. Y algunos cortometrajes, pero bueno.
Creo que jamás he visto la filmografía completa de algún director. Así que la posibilidad de hacerlo me llevó a conseguir lo que me falta. Comenzando por su segunda película, "Days of being wild".



"April the 16th. At one minute before 3pm on April the 16th, 1960, you're together with me. Because of you, I'll remember that one minute"

La verdad es que temí un poco al comenzar a verla, quizá porque se realizó apenas dos años después de "As tears go by" que me parece un desafortunado apunte entre las demás películas del director. Pero a los pocos minutos uno ya se percata de que el cambio es inmenso. Y podría decirse que uno de los factores fundamentales es, claro, Christopher Doyle. Pocas tomas se necesitan para saber que esté detrás de ese lente siempre exacto. También la historia se perfila desde el inicio, con Maggie Cheung atendiendo una pequeña tienda y Leslie Cheung mirando el reloj sobre la pared; y ya uno puede descubrir a un Wong Kar Wai más definido, con un sentido más marcado de las relaciones interpersonales y menos interesado por las triadas y las cuestiones de honor entre pandilleros.
Un par de minutos y dejé de temer y sencillamente me entregué a esas historias que siempre consiguen cautivarnos.

Alguna vez pensé que hay dos tipos de historias en Wong Kar Wai, y yo las solía dividir entre las fragmentarias (como "Fallen angels" o "Chungking express") y las unitarias (como "Happy together", "In the mood for love", "2046"). Luego apareció el problema de "My blueberry nights" que es un poco de los dos, aunque yo juzgaba que era una necesidad un poco occidental. Pero ahora tengo que volver a planteármelo todo, porque "Days of being wild" también tiene un poco de ambos estilos.
Se podría decir, por una parte, que contemplamos fragmentos de la vida de Yuddy (ese nombre aparece en imdb, pero ya no puedo recordar si era ese el nombre del protagonista, no me suena para nada). Por una parte su relación con Su Li-zhen, el modo en que la sedujo y la abandonó, y también como ella no puede superarlo. Aquí aparece otra faceta, en que ella se termina llevando con el guardia de su edificio (Andy Lau cada vez me gusta más) de tanto verlo. Por otro lado, también está otra relación con Lulú, una chica de un cabaret que se obsesiona con él y se adentra voluntariamente en una relación destructiva. También la relación con su madre, una mujer que aunque anciana sigue abusando de su dinero, el alcohol y la poca belleza que le resta. Y una eterna búsqueda que definirá la última parte.

Por momentos no pude evitar pensar en "2046", en el personaje de Tony Leung que también define, de algún modo, su vida en base a sus parejas y su novela. Habían muchos detalles que me iban recordando cuando descubrí (tan tan tan taaaaan) (ok, déjenme, fue sorpresivo para mí) que en realidad es una especie de primera parte. Antes que "In the mood for love" y, por consiguiente, "2046". Se ensayan personajes como el que posteriormente será Mrs. Chan en "In the mood for love" (Maggie Cheung en la cima de su increíble belleza) y, curiosamente, la historia detrás de la fugaz mención de Lulú en "2046". Una pena porque así, tan extremadamente fugaz como aparecía en "2046" era mi mujer favorita, pero viéndola ahora tan desquiciada como tuvo que estar para llegar a ese punto, ya no me puedo sentir tan identificada.

Hay varios puntos que me parecen interesantes, si lo vemos como la primera obra en forma. Por un lado es la visión de un Hong Kong muy protagónico. Sin tantos dejos de belleza visual como a veces puede parecer en sus demás películas, en que siempre es una suerte de rincones. En este caso parece que nos quiere presentar la belleza desde lo más bajo de ella, desde los sitios sin tantas luces, los departamentos sucios y la falta de dinero. Y claro, Doyle es capaz de hacerlo lucir bellísimo aún así, pero sin que dejemos de notar todas esas grietas, el piso que nadie ha lavado.
Otro punto, me gustó la intromisión del papel de la madre, o de la noción de pertenencia familiar del protagónico. Usualmente es un punto que se ha dejado muy de lado en sus demás películas, casi siempre centrándose en la pareja como núcleo absoluto de la trama. Y aquí, el personaje de la madre es increíblemente fuerte y también muy bien manejado.
Por otro lado, la faceta violenta que se relega a momentos muy específicos en sus otras películas, aquí aún está un poco latente. No es que pretenda hacer una película de triadas, como fue la primera, pero lo cierto es que aún está muy consciente como del trasfondo de sus personajes y la ilegalidad dentro de todos los actos. Esto no es que sea especialmente remarcable pero tampoco me parece que haya quedado mal.

¿Qué más tengo que decir? Que después de ver a Maggie Cheung en "As tears go by" muy ochentera y desmejorada, en dos años ha cobrado toda la belleza que representa para mí. Adoro a esa mujer. Otra cosa es que me gustó la visión (aunque limitada) de Filipinas. Nada más porque sí, o porque es muy tropical.
¿Y qué más? Se los tengo que decir, no cambiará nada pero tengo que hacerlo: sale Tony Leung. Y lo amo. Desesperadamente.


























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