8.11.11


08/11/11
En cambio hay películas que tienen tantos elementos a favor que hasta comienzas a sospechar que hay una trampa detrás. A "Underwater love" le traía ganas desde meses atrás que me la había comentado mi hermano por el asunto de los kappas, criaturas mitológicas japonesas que son una suerte de tortugas humanoides. Y eran kappas enamoradas, hacía falta más. Y la película era un musical, musicalizado por Stereo Total cantando en japonés. Y con fotografía de Christopher Doyle. Ahí tenía que haber alguna trampa.



"Hay que hacerlo y confiar en ello. El agua me llevará"

Asuka no tiene una vida particularmente buena pero se mantiene bastante positiva al respecto: tiene un trabajo nada especial en una procesadora de pescado, apenas se ha comprometido con su jefe aunque algunos piensan que es ya algo grande para casarse, y en general sus días transcurren sin ninguna sorpresa. Hasta que se encuentra un kappa en un lago cerca de su trabajo, cosa de nada. Encima el kappa es la reencarnación de un amigo suyo de la escuela que murió ahogado y ahora quiere disfrutar un poco de su regreso al mundo humano e insiste en quedarse con ella y tratar de incorporarse a la vida diaria. Y algunas cosas más que podrían representar pequeños problemas para Asuka.

Quizás la trampa es que uno espera algo hiperbólico y la película desde el inicio deja claro que pese a sus extraños elementos nos encontramos ante una historia sin grandes pretensiones. Ah, y a todo esto la película es una especie de revisión medio tierna de las pinku eiga, esto es, las películas pornográficas japonesas. A la mínima provocación aparecen escenas sexuales que, si tenemos en cuenta que uno de los personajes principales es mitad tortuga, pueden resultar un poco grotescas para espectadores sensibles. Pero eso se compensa cuando después todos empiezan a cantar felizmente en medio del lago con la curiosa entonación japonesa de la vocalista de Stereo Total.

El asunto es ese, la película es más bien sencilla y si bien se puede disfrutar bastante como tal eso también significa que ninguno de sus elementos más atractivos realmente destacan. El asunto de los kappas es curioso pero se da tan por sentado desde el inicio que en realidad fuera de algunos guiños cómicos y la generación de todas las situaciones siguientes pues no tiene mucho más. Lo de musical pues a mí ya saben que particularmente no me gustan mucho así que queda bien, por ser raro, pero creo que yo habría quitado algún par de secuencias musicales. Sobre el asunto porno pues, cumple con los mínimos requisitos pero tampoco se puede agregar mucho más al respecto. Y en general es una película algo tonta para ver sin pensar y reírse un poco sin pensar y con suerte hasta encontrarle algo tiernito sin pensar.
Desgraciadamente debo decir que la fotografía de Christopher Doyle no luce en absoluto. O quizás no sea 'en absoluto' pero si lo ponemos junto a cualquiera de sus grandes trabajos pues importa muy poco si es de él o no, que sí que está cuidada y bien hecha y puedo entender que seguro que la gente del rodaje se divirtió quizás hasta un poco más que los espectadores, pero de resto nada especial.
De lo más agradable de la película probablemente sea la protagonista, Sawa Masaki, quien tiene un gran carisma pero que muchas veces el personaje no la dejaba lucirse demasiado y la limitaba a verse algo tonta. Y de resto yo diría que para tener kappas pues tampoco se aprovecha demasiado bien (ni siquiera en el aspecto extravagante) la mitología japonesa.

Vamos, que de manera general no la recomendaría más que como un divertimento casual del que no se debe esperar mucho más que, eso, divertir, casualmente.




¿Película favorita con criaturas mitológicas acuáticas?

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