30.5.12


30/05/12
Comenzarán a notar que mis reseñas comenzarán a alternarse entre una película random y una japonesa retro. Como si necesitara más excusas para ver cine asiático. Y hoy tenemos otra adaptación de un texto de Edogawa Rampo y una más que icónica, "Watcher in the attic".



"Your blood is calling me"
El espíritu de las obras de Edogawa Rampo es más que adecuado para el cine japonés de esta época. Si de por sí los tópicos del voyeurismo y los fetiches eróticos estaban a la orden del día, sus tramas claustrofóbicas, crueles, estaban más que puestas para contribuir con ellos. Y esta película es una oda total al acosador.

Saburo Gouda vive en un pequeño edificio, con la estructura clásica de casa japonesa, donde las habitaciones lo mismo se rentan para vivir o para disfrutar un rato. Y él ha descubierto que lo que más disfruta hacer es subirse al ático y desde ahí ir espiando lo que hacen sus vecinos en sus habitaciones, cada uno más perverso que el anterior. Pero quien capta su atención principalmente es la aristócrata Minako Sayanomiya, quien va a pasar sus ratos con su amante, un payaso. Detrás de su delicada apariencia de burguesa, Saburo puede intuir su potencial sexual y violento.

Aunque en principio siguiendo esta línea argumental, la verdadera fuerza de la película es la generalidad de su ambientación. No es únicamente la idea un mirón que se fija en una mujer y la acosa, porque Saburo no es un acosador particular, es un hombre cuya pasión es precisamente mirar, y lo mismo que le ha tocado encontrarse con Minako, disfruta de ver a todos los demás habitantes del lugar, que además ninguno se salva demasiado de sus propias manías. Además que como suele suceder en las narraciones de Rampo, la idea es que la desviación sexual es ya la norma y los personajes se mueven en un mundo amoral guiados únicamente por sus pasiones. Aparte de la historia que cobra mayor importancia, cualquiera de los otros fragmentos fugaces a los que nos asomamos conserva esta idea y cobra una importancia en sí mismo, además de que perpetua la idea de aquel conjunto habitacional como un micro-cosmos viciado, opresor y liberador al mismo tiempo.

El protagonista es un Renji Ishibashi jovensísimo. Es un poco raro verlo en un papel así, aún sabiendo que se formó precisamente en el género pornográfico, porque para mí va a ser siempre un jefe yakuza en toda norma. Que, hablando de él, ha participado hasta el momento en 237 películas. ¡237! Vale, que el hombre lleva actuando casi cincuenta años pero sigue siendo un número exorbitante de películas. 




Seguro que ya lo pregunté antes pero ¿película favorita de voyeurs?
Categories: , ,

2 comentarios:

  1. me gusta un buen venir a tu blog porque siempre encuentro cosas que desconozco :D

    ResponderEliminar
  2. Que es esta bizarrera!!! Donde la consigo?

    ResponderEliminar