6.11.08



12/01/08
Es difícil ver películas con personas a las que no conoces particularmente. Visitas inesperadas con las cuales no sabes qué película escoger, qué genero y de qué manera le gusta, cómo se comporta durante una película, y todos esos detalles que pueden hacer algo problemática una simple función audiovisual.
Algo me llevó a escoger inconscientemente a Argento, nuestras opciones eran "Suspira" y "El pájaro de las plumas de cristal", pero la portada de la primera terminó por convencerme: después de haber visto "Wishing stairs" las zapatillas de ballet ensangrentadas son uno de mis puntos débiles.



"Bad luck isn't brought by broken mirrors, but by broken minds"

Buscando la imagen para poner en esta entrada encontré un par de libros recomendados sobre el director. Uno de ellos, sobre el arte de Dario Argento tenía una edición que lucía especialmente hermosa (como deben ser los libros de arte, claro, es el modo más sencillo de venderse) llamado "Broken mirrors/Broken minds". Dato cultural al caso.
Dario Argento y yo comenzamos mal: me dispuse a ver una película con una amiga más bien conservadora y elegiré azarosamente "Jennifer" sin siquiera leer la sinopsis (para lo que sirven luego, claro, a veces prefiero simplemente la sorpresa) y pasando elegantemente por alto que ella no sentía especial inclinación (por no decir repulsión) hacia el género de terror, aún más si involucra violencia.
Podría pensarse que "Jennifer" no es mala a pesar del desagrado que sentí por la producción. Me gustó la idea, incluso las primeras escenas aunque poco verosímiles resultan interesantes, pero llegado un punto siento que se vuelve algo irracional y la falta de presupuesto para los efectos especiales llega a su límite como para ser pasada por alto. Curiosamente, todos estos detalles los he encontrado reiterados en las pocas películas de la colección de "Masters of horrors" que he visto, como "Cigarette burns" cuya trama me encantó pero cuya realización dejó mucho que desear finalmente.

Probablemente lo primero que me cautivó (bueno, después de las zapatillas ensangrentadas y, por ende, la aparición del ballet en una película de terror) fueron los escenarios y el modo en que la fotografía los retrataba. Cada toma estaba perfectamente localizada para crear una atmósfera estéticamente impresionante en contraposición con la trama que se desarrollaba. La fuerza visual que los tonos rojos le imprimían a cada escena (o la inquietud misteriora del verde oscuro en otros) reforzaba una historia que podría parecer sencilla pero que estaba bastante bien trazada.
Resaltando los pequeños y curiosos detalles: me parecía imposible ver a Miguel Bosé en pantalla y tratar de pensar en él objetivamente. Su participación es nimia pero me tomó por sorpresa. Por otra parte la violencia, aunque a algunos evidentemente les parecerá excesiva e ilógica, me pareció muy acorde a la situación e incluso estéticamente presentada, hasta en los detalles más pequeños.
Ciertamente también se podrían comentar detalles negativos pero no resultan demasiado graves. La verdadera travesía de esta película es otra muy distinta a los grandes efectos especiales o clímax dramáticamente inesperados.



Claro que me falta aún más por ver al respecto de este director como para concluir un comentario más global, pero yo diría que no va mal el comenzar a armarlo.

Por otra parte, en vista de que, como mencioné, todos parecen querer ir a ver "Across the universe", podría saltarme un par de películas que tengo atrasadas y darle una oportunidad a los Beatles.


Todos cantamos: Black bird singing in the death of night...
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