4.5.09



04/05/09
Siendo fan de las películas de travestis y también de Dustin Hoffman (quien cada vez me gusta más) no tengo cómo justificar que haya tardado tanto tiempo en ver esta película. Y la verdad es que por alguna razón le di largas durante un buen rato, probablemente porque la portada resulta de todo menos atractiva y porque temía que fuera del típico género de películas en que se generan toda clase de situaciones cómico-problemáticas para que no se descubra el disfraz del protagonista (al estilo de aquella en que Robin Williams se hace pasar por niñera); un género que por lo general no me gusta y que no entra del todo en películas de trasvestis.
Pero, es Dustin Hoffman, eventualmente tenía que verla.



"And I'm not mentally ill, but proud, and lucky, and strong enough to be the woman that was the best part of my manhood. The best part of myself"

Y aunque me temía lo peor por momentos, la suerte es que en realidad la película no se basa en absoluto en este tipo de escenas 'graciosas' de confusión de identidad. Es decir, están los problemas necesarios de disfrazarse o hacerse pasar por otro, pero nada exagerado ni sobreactuado.
La introducción al mundo del teatro es de lo más encantadora. Presenta un mundo cotidiano, de la gran masa de personas que quisieran participar del maravilloso mundo teatral pero tienen que mantenerse con trabajos de meseros y similares. Nada del glamour que podríamos ver en nuestros grandes musicales, si no la realidad de que la mayoría de los que quieren ser actores, directores, no conseguirán trabajo. Y que son personajes de lo más estrafalarios, comenzando por el voluble Michael Dorsey, interpretado por un Dustin Hoffman de lo más joven y encantador. Debe ser porque en su momento Jessica me hizo ver toda clase de películas sobre el mundo del teatro que ya lo siento casi como mío. Y Bill Murray como su compañero de piso, un director frustrado e incomprendido con fantasías de dramaturgo. Es una delicia.
Y bueno, Michael es tan voluntarioso que a la mínima provocación manda a volar un proyecto, que si porque le parece que Tolstoi (¿o era Dostoievski? Oh) no debe morir en el escenario, o simplemente no lo contratan porque el personaje debe ser más alto o más bajo. En fin, nadie quiere trabajar con él porque es insoportable (y luce encantador siento terriblemente insoportable) (¿o será cierto, como me ha dicho un conocido, que House nos ha predispuesto a todos para creer que la gente insoportable es encantadora?) y él se dispone a demostrarle al mundo, y principalmente a su agente, que no es así, al disfrazarse de mujer y comenzar su vida artística de cero.
Curiosamente, lo que en su faceta masculina resultaba un problema para conseguir papeles, como Dorothy es precisamente lo que le da su primera oportunidad: su irreverencia y su malhumor. Al gritarle un par de veces al director de una telenovela de médicos (¿'Grey's anatomy' eres tú?) consigue inmediatamente el papel de administradora del hospital televisivo (no puedo evitar estas asociaciones, ¿Cuddy?).
A partir de ahí, cuando todo parecía estar bajo control y cuyo principal problema era arreglarse femeninamente para ir cada día al trabajo o evitar que le tocaran escenas sensuales en el programa, comienza el primer inconveniente al relacionarse con una obsesiva actriz con quien planea su siguiente obra. La cuál no dejará de acosarlo y ponerlo en toda clase de aprietos. A lo cuál le sumaremos que se enamora de su co-protagonista en la serie, Jessica Lange (¿cómo no hacerlo?) pero además de que ella ande con el director, está el inconveniente de que, claro, la ve únicamente como una mujer, y una amiga. Porque además, claro, tampoco es que Dustin Hoffman pueda resultar en una mujer demasiado atractiva.
Lo mejor de la película, sin duda, resulta de la visión que Michael se va formando del mundo femenino a través de su experiencia diaria. El modo en que adapta su personaje para denunciar la condición cuasi objeto de las mujeres, y cómo va cambiando al encontrarse en la posición en la que está (en que tiene que lidiar con directores misóginos, con fastidiosos pretendientes, con los problemas reales de las mujeres a su alrededor y que ven en ella (él) una imagen a seguir).
La película es encantadora, con la dosis suficiente de comicidad para no resultar tonta si no muy entretenida y mantenerlo a uno atento a lo que sucede. Los personajes, aunque algo exagerados por momentos, lo convencen a uno lo suficiente como para estar al vilo de lo que sucede. Y Hoffman es grande, sencillamente, me encanta verlo escoger sus faldas.

De hecho ya alguna vez había leído que un cambio similar al del personaje se había producido en el actor mientras grababan la película. Que en algunas declaraciones de Hoffman se decía que había experimentado la condición de mujer, en que cuando le presentaban a algún incauto que llegaba a la grabación sin saber de qué iba (y que, se supone, pensaban en él como mujer), sentía cómo era observado de los pies a la cabeza, juzgándolo por como se veía. Como dije, una mujer no muy agraciada. Y que sentía cómo la actitud de los mismos cambiaba radicalmente cuando conocían a Jessica Lange, claro está.




Aparentemente nuestra cuarentena llegará pronto a su final. Ya, no puedo esperar para ver a Wolverine.


¿Cuál es tu película favorita de Dustin Hoffman?








1 comentario:

  1. Yo también tardé mucho en ver este filme, lo vi –creo– el año pasado, y tampoco pude evitar pensar en HOUSE X-D Es muy bueno y me gusta mucho más que Papá por Siempre :-p

    ResponderEliminar