12.12.11

12/12/11
Animación porque ya nos hacía falta. Y debo admitir que la premisa de "A letter to Momo" me generaba un poco de sentimientos encontrados pero igual no había modo en que fuera a perdérmela.




"¿Qué era lo que querías escribir, papá?"
Momo y su madre se mudan a una pequeña isla al poco tiempo de la muerte de su padre. Además de lo que le costará adaptarse al cambio de lugar la joven tendrá que lidiar también con los sentimientos que le dejó la inesperada muerte de su padre, potenciados por una carta que él comenzó a escribirle pero sólo dice "Querida Momo:". Por si todo esto no fuera suficiente cosas extrañas comenzarán a suceder en la vieja casa y alrededor de ella y su madre, todo lo cual resultará un poco difícil de sobrellevar para Momo.

Con esta idea yo temía, de entrada, dos cosas. Una es que el recurso de la carta fuera ya de inicio algo fácil y cursi, esa idea de 'el último mensaje'. También es cierto que eso lo temía más cuando pensaba que la carta tendría algo más escrito y no sólo dos palabras, que dan mucho más juego a la introspección personal antes que a la sensiblería ya antes referida. La segunda cosa que temía es que tratándose de apegarse a un estilo más estrictamente realista se aprovecharan las circunstancias de la protagonista como una suerte de 'entrada en madurez' con sus correspondientes particularidades.
¿Cómo hace entonces "A letter to Momo" para utilizar todos esos elementos que podrían jugarle en contra y convertirlos en una producción espectacular? Hablaremos más adelante de que a Okiura le tomó una vida concluir la producción de esta película y la verdad es que se aprecia en todos los sentidos.
Otro de los posibles 'peligros' es la inevitable comparación con las producciones de Studio Ghibli y aunque no se escapa de la mención obligatoria sí que consigue marcar una línea que si bien encuentra puntos en común también resulta en un producto por completo independiente y que destaca por sus propios méritos. 

La historia es un conjunto fantástico de varios elementos que podrían resultar difíciles de imaginar juntos en un primer momento: los distintos procesos de duelo, elementos mitológicos-paranormales, el proceso de adaptación a un nuevo modo de vida, la imagen del Japón provincial, referencias a la ilustración clásica japonesa, y un humor fantástico y tierno que no se mete en absoluto con el tono serio del suceso central. 

Resulta difícil decir mucho más de la película sin caer en detalles que no es necesario contar porque creo que se disfrutará mucho más dejando que la historia se vaya revelando con su propio ritmo. Sólo valdría añadir que absolutamente todos los aspectos están más que cuidadísimos y conforman una película maravillosa desde los aspectos técnicos hasta los creativos. Yo sin esperar demasiado salí más que conmovida y complacida de la función. El director sólo tiene una pieza más en su filmografía (como director me refiero, porque como parte del departamento de animación tiene sus buenas contribuciones), "Jin-Rô", que sin duda tendré que ponerme a buscarla ya que la hace en colaboración con Mamoru Oshii. Y aunque no dudo que el largo tiempo de producción contribuyó enormemente al perfeccionamiento del largometraje, espero que su próximo proyecto no se haga esperar tanto tiempo.




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