29.6.09



29/06/09
Hace algunos días, que a estas alturas creo que son semanas, tenía ganas de ver un thriller. Algo un poco sangriente, un poco misterioso, que me pusiera un poco tensa. Nada del otro mundo, quizá. Y hacía poco había conseguido "4 jinetes del apocalipsis" (así traducido tan dramáticamente hasta cuesta tomárselo en serio) porque Ian dijo que había tenido buenas reseñas. No se me ocurrió preguntar reseñas de quién.
En fin, estaba el asuntillo bíblico que le había funcionado a "Seven" o "Resurrección" que fueron buenos thrillers. Y también tenía a Ziyi Zhang, seguro que valía la pena.



"Come and see"

Bueno, la premisa bíblica apocalíptica es fácil de conseguir. Porque siempre habrá algún loquito violento que reinterprete la Biblia a conveniencia para matar a los demás. O eso nos ha hecho creer Hollywood. Y un gran número de sucesos norteamericanos. Pero, ajam.
Las primeras escenas, aunque aún no entramos en materia, consiguen inquietarnos: en un enorme lago congelado hay una mesa con una charola, en cada una de las esquinas escrito en algún árbol está 'ven y mira'.
Y luego, claro, necesitan impactarnos al encontrar el primer cuerpo. Y el asuntillo de la suspensión funciona. La idea es tan elaborada y hay tanta sangre por todos lados que pega. Claro que en ese entonces todavía no sabemos lo de los jinetes del apocalipsis sino que una madre de familia fue encontrada brutalmente asesinada en su propia casa. Abajo la familia llora. Y, ajam.
Después de impactarnos ahora el siguiente punto es convencernos. La hija que encontró el cuerpo de la madre es Ziyi Zhang ridículamente vestida como si tuviera 14 años en la Inglaterra victoriana. Sinceramente creo que en ese momento comenzamos a pensarnos un poco la película porque la inclusión de la hija china adoptada queda muy como pegote. Pero, ajam, bueno.
Nuestro otro protagonista tampoco ayuda demasiado. Dennis Quaid es alguien que no me molesta ver en pantalla pero tampoco me lo creo mucho. Y una cosa es no creérselo en "El día después de mañana" pero en un thriller como el protagonista que lleva el caso deja mucho que desear. Además que explotar la prototípica relación padre detective / hijo que se siente ignorado llega a ser tan cliché que ya es casi molesta. Como si no hubiera posibilidades intermedias entre ser un buen policía o un buen padre.
Y bueno, probablemente la idea no sea mala pero no tiene ningún fundamento ni nada. La noción de ir matando a cuatro personas y medio montarlas como caballos del apocalipsis. Y que sufran mucho, claro. Creo que nunca queda demasiado claro cómo se organiza todo, y lo peor es que quieren ponernos a los personajes como muy brillantes y calculadores. Ziyi Zhang queda completamente fuera de contexto con su papel. Jamás nos creemos que es una sociópata, jamás nos tragamos su triste historia familiar. Incluso es incongruente que si fue adoptada desde muy pequeña conserve un acento claramente chino. Todo fue muy innecesario.

En cualquier caso podría ser al menos entretenida si no fuera porque, además de todo, es el tipo de películas en las que conforme van pasando cosas, ya sabes qué es lo que sigue. Y no sólo eso: lo sabes como desde una hora antes. A media película ya sabes cómo va a terminar y lo peor es que no te gusta. Entonces el resto del tiempo tratas de creer que podrán evitar ese fatal destino del terrible desenlace pero no. Las últimas escenas, las que creo que intentaban sorprender al espectador, son casi penosas. Tanto como el final ambiguamente feliz.

De hecho lo mejor que podemos rescatar de todo esto es, sí, los aparatos de suspensiones. Pero ya habíamos visto al asesino de "La célula" suspenderse. Y se veía mejor, oh.




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