30.6.09



30/06/09

Ya alguna vez había comentado que tenía un miedo algo irracional a ver esta película por más que me gustara Coixet. No sé, creo que pensaba que pasaría algo al verla y no tenía ganas de ver qué sería. Con todo y que tantas personas me habían dicho que le diera una oportunidad.

En fin, un día lluvioso que quedé atrapada en casa pensé en lo ridículo que es tener una película ahí, esperándote toda la vida, y me dije que el momento era entonces o si no lo era, lo sabría definitivamente tras dos horas.




"Now you feel like you wanna take all the drugs in the world, but all the drugs in the world aren't gonna change the feeling that your whole life's been a dream and it's only now that you're waking up"


Creo que esa idea típica de una persona que de pronto descubre que va a morir pronto y tiene la sensación de que tiene que vivir todo en un par de meses la hemos visto hasta el cansancio en las películas. El eterno recordatorio de aprovecha tu vida porque aunque no tengas un tumor terminal puedes toparte con cualquier otra cosa. Lo que hace particular a Coixet desde el principio es que nos introduce de lleno en la situación, sin tratar de amortiguarla, y aún más, trata de mantenerse lo más posible al margen para no hacer de su corto retrato de la vida que le queda a Ann una moraleja en sí misma.
Me parece que todo el posible sentimentalismo marca su ausencia cuando Ann está sentada en un café cualquiera, redactando en un diario burdo las cosas que tiene que hacer antes de morir. Y no se plantea saltar de un avión, conocer Egipto, cambiar todo lo que no había cambiado hasta entonces. Sus deseos, si se les puede llamar así, son tan simples que uno siente de lleno esa sensación de que cuando sentimos que se nos va la vida no nos pesa tanto los mil sitios fantásticos a los que no viajamos, si no las cosas simples, las cosas pequeñas que esperábamos que fueran nuestra rutina y sabemos que no más. Dejar grabaciones para cada cumpleaños de las hijas que no verá crecer.

Toda la película es Ann y la verdad es que Sarah Polley luce increíble aún cuando temía que no pudiera superar la imagen que tenía de ella en "La vida secreta de las palabras". Aunque por otro lado creo que hay algo egoísta en la concepción de la película (bueno, tan egoísta como la idea de que uno se muere solo) y es que muchas cosas parecen muy dispuestas de manera superficial en cuestión de la trama y uno podría pensar en qué tan verosímil resulta eso. Pero por otro lado no creo que eso importe, no creo que la justificación quiera ir más allá que lo que una mujer puede experimentar en sus últimos meses de vida, aunque todo parezca de lo más arbitrario. En este aspecto no estamos viendo una película de manera global que trate de justificarse a sí misma todo el tiempo, estamos presenciando un solo universo, íntimo y a punto de desaparecer. Y todo lo que sucede en él es completamente arbitrario.


Algunos de estos pequeños huecos en la trama. Que no es que sean huecos en realidad, si no esas razones superficiales que nunca nos quedan del todo claras, llegaron a molestarme un poco pero creo que entiendo la razón por la que las presente así. Aún así la película me parece maravillosamente realizada, con una fotografía cuidada, con una iluminación íntima, con esa ambientación fría que me encanta en Coixet. Y más que nada una película que logra contar una historia exactamente como esperaba hacerlo, sin excusas.


De haber sabido que aparecía Deborah Harry quizá le hubiera dado una oportunidad antes, porque esa mujer me encanta y su personaje me parece deliciosamente delineado a pesar de lo poco que aparece. También el breve papel de Leonor Watling no demerita para nada lo hermosa que se ve y lo bien que consigue armar a su personaje. Aunque su aparición también sea una de esas razones deliberadas.


Es curioso porque creo que la película no era nada de lo que esperaba ni nada de lo que no quería encontrar en ella. Supongo que eso es parte del encanto de Coixet.



















2 comentarios:

  1. Es curioso, esta cinta ya la vi y no la recuerdo bien, se de que trata y sé además que me atrajo en su momento, pero por más que intento no logro traer a mi mente otra escena que no sea la de ella acostada con su saco negro.
    Creo que tengo lagunas mentales cinéfilas y creo que debo verla de nuevo....

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