4.3.10



04/03/10
Esperaba el momento en que me tocara, por fin, reseñar esta película. Me topé con ella en la programación de un maratón de Shinya Tsukamoto en el que la habían puesto de relleno (tampoco sé por qué, Tsukamoto tiene suficiente material para un maratón entero). La imagen de dos medio robots ensangrentados y la vaga promesa de cyberpunk me hicieron interesarme en ella y conseguirla lo antes posible.



"¿Habría sido tan terrible que pudiera enamorarme como las demás personas?"

Había leído antes algunas malas críticas y había escuchado algunas advertencias al respecto, pero supongo que el chiste de enfrentarse a esta clase de películas es saber que no tienes nada que tomarte en serio. Sin duda, a diferencia de la filmografía de Tsukamoto, "Meatball machine" se inscribe en la corriente de películas en que la trama es una mera excusa para mirar elaborados robots (bueno, elaborados robots con tres pesos de presupuesto, así que quedan entre mirarse dignos de cualquier película seudo futurista de nuestra infancia o parecer armaduras de cartón, pero ahí está el encanto) arrancarse los corazones y cualquier otro miembro al caso. Sangre, batallas absurdas, una serie de personajes cada uno más perturbado que el otro. Y, sangre, y robots, arrancándose los corazones. Y hago énfasis en los corazones con conocimiento de causa.

El protagonista de la película es una suerte de Ichi (sí, ese reprimido sexual friki de "Ichi the killer") pero sin poderes ni nada que lo haga ser algo más que un perdedor frustrado. Trabaja en una fábrica, obviamente nadie lo respeta, nadie le hace caso, y lo más interesante de su vida es ver a una de las chicas que trabaja en la fábrica de enfrente. Todo ello hasta que se encuentra con un extraño ser, que parece uno de los bichos de "Naked lunch" pero disecado y robótico, y, como es un friki, se lo lleva a su casa. Para esto ya hemos visto humanos-robots pelearse a la mínima provocación y sin que nadie nos dé explicaciones, claro. El asunto es que cuando por fin consigue que la chica llegue a su casa (una chica tan perturbada y frustrada sexualmente como él, ¿qué más se puede pedir?) el animalillo ese cobra vida y convierte a la chica (mediante el sencillo procedimiento tentaculoso que todos sabemos que aparece en el hentai) en uno de estos robots hambrientos de sangre. Y corazones.

A partir de ahí todos quieren matarse entre ellos y aprendemos un poco de qué son esas cosas que convierten en la humanidad en máquinas de matar. Y básicamente disfrutamos con un escenario de lo más absurdo-grotesco. Digo, no es que se hayan roto la cabeza buscando un tema complicado ni que vayamos a presenciar una narración cuidadosamente detallada, pero lo cierto es que es una película de lo más disfrutable. Básicamente si uno quiere ver gore, que todos se estén matando, y una bella historia de amor de fondo, la película es perfecta. Y yo, la disfruté de principio a fin regresando a las malas producciones de mi infancia que también eran de lo más entretenidas.

Y de hecho hay un comentario en imdb que me parece de lo más apuntado: ¿por qué las producciones, especialmente las estadounidenses, se han olvidado de este sencillo método para elaborar películas? Tratan de vendernos cosas complicadísimas o con gore metido a la fuerza y al final en un afán de lograr algo no podemos ni disfrutar bien la película. El público que va a ver estos churros no espera demasiado, y no creo que sea muy difícil convertirlo en un buen entretenimiento, sencillo, digerible, y exactamente con los elementos que todos esperamos. Y con tres pesos de efectos especiales, que mientras no insulten a nuestra inteligencia terriblemente (o a nuestro sentido de la estética visual, por favor), los pasaremos completamente por alto.



Además el título, jo, es una oda a lo absurdo. Encantador.
¿Se les ocurre alguna película del estilo para recomendar? No estoy muy segura de que siga la misma línea pero quizá la siguiente sea "Tokyo gore police". Con ese título es difícil resistirse.

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