9.1.10



01/01/10
Esto del internet esporádico es un problema. Tengo una lista de películas pendientes que crece y crece y, además, tengo que privilegiar lo que está ahora en cines. No terminaré nunca.
En fin, ya había comentado en algunos fotologs que no tenía ni un poquito de ganas de ver "Avatar" y que no pensaba hacerlo por ninguna razón mortal. Y hasta eso me sentía mal de no tener ni un poquito de ganas, porque me decía que, bueno, algo debía de tener tanta superproducción y efectos azules. Pero no me daban ni un poquito de ganas. Pero igual me obligaron y terminé aceptando una sala en 3D para ponerme esos lentes extremos que hacen que todo se vea cerca de tu cara y a punto de golpearte.



"Everything is backwards now, like out there is the true world and in here is the dream"

Yo tengo una idea fija sobre James Cameron como director, y es que en general suele concebir proyectos grandilocuentes que pretenden ser extraordinariamente épicos pero fundamentado en bases demasiado sencillas como para que funcionen más allá de lo espectaculares que resultan en un primer plano. Con la excepción de "Terminator" probablemente, que ha sido lo más cerca que ha estado de dicha meta inmortal.
Pero en este caso me parecía más o menos lo mismo de siempre: nos prometía algo increíblemente monumental pero en realidad lo único que nos estaba ofreciendo eran efectos especiales. Grandes efectos especiales, eso no se lo niega nadie, pero al final son puros juegos pirotécnicos. Yo sentí que fue lo mismo con "Titanic", tratar de hacer algo gigante que quizás movió los corazones de tantas adolescentes del momento pero que no creo que vaya a significar algo dentro de unas pocas generaciones.
Y, bueno, supongo que todos pueden deducir de qué va "Avatar" por el trailer, sino es que ya lo fueron a ver porque los cines han estado abarrotados de gente día tras días a pesar de que ya hace un rato que la estrenaron. Y, bueno, la idea es que los humanos somos muy mala onda y nuestra codicia no tiene límites, ni siquiera límites espaciales. Así que vamos y buscamos el planeta más lindo en los alrededores y nos disponemos a destruirlo inmisericordemente. Luego están los na'vi que son seres de corazón puro y con un universo maravilloso y bondadoso que sólo quieren vivir en paz y armonía con el medio ambiente, pero nosotros no estaremos dispuestos a dejarlos. Así que cuando inmiscuimos a un militar paralítico para que entre en el cuerpo de un animalejo azul y sirva de espía entre ellos, se enamora de la sexy lady azul y todo el plan se va al diablo. Más o menos.

No les costará mucho imaginarse la analogía con "Pocahontas". Ni un poquito porque la historia es idéntica. Los mismos personajes y sólo un poco más desarrollada la historia de cómo John Smith es aceptado por los nativos. Y no es que esté mal, pero si estás invirtiendo millones y millones en tecnología 3D podrías haber pagado un poco más para que tus guionistas plantearan una historia un poco más profunda.

Está entretenida, eso sí que debo decirlo, y se pasan algo ligeras las tres horas. Aunque la introducción llega a cansar en moralejas de lo bella que es la naturaleza y lo tontos que somos todos al no darnos cuenta de ello. Los personajes son mayormente estereotípicos y vemos lo que va a suceder a kilómetros porque es la gran metáfora de la codicia humana que se nos viene repitiendo desde tiempos ancestrales. Cada vez con menos argumentos porque incluso los malos son malos porque son malos y punto. Sí, te dicen que por ahí hay un metal que quieren pero ya, disfrutan de ser burocráticamente malos. Y los na'vi disfrutan de ser puros de corazón. Y todo eso.

La recreación del universo de Pandora es probablemente lo mejor de la película. Aunque yo sentí que comparado con semejante riqueza natural ciencia-ficción-fantástica, el diseño de los propios alienígenas azules era bastante pobre. No sé, estaban algo raros, y demasiado basados en todas las razas que han sido oprimidas: con lenguaje medio africano, con todas las tendencias nativas inimaginables. Y etc.

Lo mejor de toda la película es, sin duda, Sigourney Weaver. Era todo un poema verla en esa nave espacial. Porque para mí no era la doctora Grace Augustine como todos decía, sino Ripley, que se había cansado de ser acosada por aliens y decidió convertirse en científica. Era claro.

Y, en fin, la verdad yo no diría que es la experiencia visual del año ni mucho menos. Es otra de tantas sobreproducciones hollywoodenses que se pelean por el título de "y ahora con más efectos especiales" que tanto aparecen en cartelera cada cierto tiempo.
Que tampoco significa que esté mala, claro, pero en cualquier otra circunstancia sería una película dominguera más.




Oh, y feliz año nuevo a todos :)

0 guiños:

Publicar un comentario