15.9.09



15/09/09
En esos días en que parece que no hay nada entretenido que ver en el cine, los ciclos franceses y rusos son una moneda al aire, depende la película que toque el día. Yo tenía ganas de ir al cine pero nada prometía demasiado. Y pensé, después de haber visto muchas veces ese terrible cartel con Ana Claudia Talancón envuelta en fuego, que habría que darle de nuevo una oportunidad al cine mexicano. Aunque sea porque la película estaba basada en cuentos de Rulfo.



"Yo no me preguntaría por qué morimos, pongamos por caso; pero sí quisiera saber qué es lo que hace tan miserable nuestra vida. Dónde esta la fuerza que causa nuestra miseria"

Y uno ni siquiera sabe bien en qué textos está basada hasta que llega a la función, o si se pone a leer mucho al respecto. Porque encima de todo imdb nombra únicamente a los tres guionistas que adaptaron los cuentos como si le hubieran hecho demasiados cambios a las ideas originales de Rulfo.
Los cuentos son "Paso del norte" que viene incluído en "El llano en llamas", "Pedazo de noche" que aparentemente es un fragmento de algo más y "Cleotilde". Y en realidad apenas si están tocados para hacer las historias más hiladas visualmente. Pero lo poco que podemos rescatar de esos mediometrajes fragmentados es la poesía extraña con que Rulfo los escribe y que se dicta literalmente no siempre de la mejor manera.

Las historias no se relacionan entre sí y además su producción de muy distinta entre sí. Mientras las dos están realizadas en blanco y negro y con una estética emulando los 50s mexicanos, la tercera es evidentemente en la que más se invirtió y por donde se pasean los llamativos actores que llaman la atención hacia la película. Parece como si se hubieran grabado con años de diferencia, como si las primeras historias fueran un proyecto escolar con el que aplicó a una beca con que se pagó la tercera para meter a Armendáriz y Talancón. Yo diría que incluso queda mal tanta diferencia.

Mucho podría decir sobre mi posición hacia la adaptación de textos, pero independientemente de eso creo que hay cuentos que tienen una mayor facilidad para pensarse cinematográficamente que otros. Y a mí Rulfo no me parece nada cinematográfico, sus historias consisten en momentos breves, sin gran relevancia en una trama, y que trascienden a través de su narrativa. Y las historias se cuelgan mucho de eso queriendo prácticamente reproducir el mayor número de frases textuales de los cuentos, pero quitándole gran parte de su valor literario al ser enunciadas y particularmente de manera explícita durante una trama.
Porque si lo vemos de manera resumidas las historias podrían contarse así: un hombre que se quiere ir al norte y le deja su familia encargada al padre, una prostituta que una noche conoce a un enterrador que anda cargando un bebé, un hombre que mata por celos a su esposa. Y todo eso lo sabemos desde siempre en los textos, no hay sorpresa al ser enunciado desde un principio. Y estas historias en pantalla quiere verse tan místicas, tan fantásticas, que reproducen una estética casi incómoda (que Ian dice que trata de emular las fotografías tomadas por el propio Rulfo, no del mejor modo), una historia contada de manera retorcida que busca ser climática y una serie de eventos seudo macabros (por aquello del purgatorio, supongo) que no vienen especialmente al caso.

A mí no sólo no logró atraparme ninguna historia sino que incluso me pareció triste pensar que estaba viendo los mismos cuentos que literariamente me parecen muy buenos. Aunque creo también que optó por historias medio inéditas porque habría sido imperdonable que nos destrozaran visualmente a "No oyes ladrar los perros" o "Diles que no me maten".
Las actuaciones buscan ser un poco teatrales, yo quiero pensar que deliberadamente por aquello de la época retro del cine mexicano, pero me parece que no quedan bien. Ni siquiera los "grandes" actores se salvan de esta e incluso dejan peor parado su fragmento. Y Armendáriz particularmente no me desagrada, pero su papel es sencillamente un viejito sin más. Y Talancón, si de por sí no me gusta, me parece completamente prescindible, con ese papel estereotípico que tiene de mujer sensual que no necesitaba ese cuento.

Y encima el director habla de lo difícil que fue distribuir la cinta cuando me parece que le ha ido mejor (igual y no radicalmente, pero vamos, que tiene su semanita en cartelera en varios cines del país) que a otras películas mexicanas que seguro que valían mucho más la pena.
Y lo peor es que la institución Rulfo apoye esto. Voy a ponerme a grabar cortometrajes de "El llano en llamas" a ver si también me patrocinan a mí. Jo.




Y con esto de las fechas patrias, actualizar con Rulfo nos quedó muy bien.
¿Cuál es tu cuento favorito de Juan Rulfo?


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