9.1.10



18/12/09
Ya desde hace un buen rato que me la habían recomendado, pero no fue hasta que Andrés me la pasó que me dispuse a verla. No puedo explicar por qué me tarde tanto, siendo que la primera película de Tarsem, "La célula", para mí es sencillamente deliciosa. Y viendo ahora, "The fall", compruebo que apenas si fuera un calentamiento.



"What a mystery this world, one day you love them and the next day you want to kill them a thousand times over"

La verdad, me parece respetable que un director se tome su tiempo para elegir sus proyectos. Cuando vi "La célula" estaba desesperada por encontrar algo más del director pero no había nada. Y pasaron seis años antes de que llegara un nuevo proyecto de Singh, muy alejado del thriller siniestro que había protagonizado, extrañamente, Jennifer López.

En un pequeño hospital de los años 20 en Estados Unidos, dos personajes bastante distintos entre sí convergen. Una es Alexandria, de unos pocos años, hija de una familia de rumanos inmigrantes, quien se rompió su brazo al caer de un árbol y que pasea por todo el lugar con su enorme e incómodo yeso. El otro es Roy, un joven doble de películas que se cayó del caballo al realizar algún truco, aunque se sugiere que su terrible depresión tuvo algo que ver en todo eso. La unión entre ellos es completamente fantástica: Roy cuenta historias épicas interminables que mantienen a Alexandria al pendiente de sus cuentos, y de todo lo demás que diga Roy, con tal de que la historia llegue a un buen fin.

A modo de una contemporánea versión de "Las mil y una noche", la destreza narrativa y la impresionante fuerza visual de "La caída" son sencillamente arrebatadoras. Con una apuesta total por la estética grandilocuente, Roy nos atrapa también dentro de sus historias fragmentarias, que reunen toda clase de personajes estereotípicos fantásticos. Los esclavos antiguos, los italianos inventores, las princesas cautivas, los ladrones de buen corazón, los naturalistas extravagantes. Nosotros también estaríamos dispuestos a aceptar cualquier cosa con tal de que la narración continue, con perdernos dentro de aquellos escenarios imposibles plagados de color y fuerte belleza.

Sencillamente arrebatadora: atrapa, conmueve, estremece. Nos devuelve a esa sensación de cuando éramos pequeños y escuchábamos cuentos antes de dormir. De una manera fantástica, vibrante, abrumadora. Hay tanta belleza en la construcción de dichos cuentos y aún más en la relación extraña, bella y triste que une a Alexandria y a Roy, que es difícil tratar de definirla mejor. A mí me parece sencillamente brutal, increíblemente hermosa.

Además hacia el final tiene un bello tributo a los inicios del cine y, sobre todo, al papel de los dobles dentro de las películas, que me pareció un detalle tierno y, aunque pequeño, de un gran valor. No sé ni con qué quedarme de la película, toda ella me parece bellísima.

Altamente recomendable, ¿falta decir algo más?
Y el próximo año parece que el buen Tarsem Singh nos traerá "War of Gods". Que suena mitología. E irresistible.


















3 comentarios:

  1. Esta película me encantó desde el primer momento. La niña Alexandria es un primor y el joven Roy traspasa la pantalla más allá de su físico con su preciosa voz, de esas personas a las que escucharías horas y horas por su tonalidad, lo que transmite.
    Recuerdo la escena de la medalla donde estaba escrito un larguísimo mensaje escrito por el padre de la joven y que jamás había conseguido abrir.
    Adoro la fantasía, la imaginación, el mundo onírico, por lo tanto me apasiona "The Fall".
    ¿"La Célula"? Ya estoy en busca y captura, no puedo perdérmela.
    Saludos

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  2. "La Celda" me gustó, pero muchísima gente la detesta. A mí me gusta ese mensaje de la película de que te pueden ocurrir cosas muy negativas en la vida pero siempre puedes elegir torcer hacia el camino de ella; que es el de evitar que eso le suceda a más personas. Mientras que el camino de él; es de quien piensa que somos lo que hacen de nosotros.
    De todas formas como no es posible meterse en la mente de nadie, esto se queda como un dilema para saber si realmente podemos transmutar tanta negativad en positividad o si hay experiencias que te vuelven malo, o si sólo pueden los fuertes o si realmente es posible que alguien te ayude y dejarse ayudar...
    Por eso y por la idea tan oníricamente original y la estética, me gustó este film.

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