21.12.12


21/12/12
Antes de que pudiéramos continuar con el mini maratón coreano, nos encontramos por la vida, de manera inesperada y puesta en bandeja de plata, una extraña producción inglesa de manufactura china. Con un título tan elocuente y nada mejor que hacer, sonaba como una buena opción en el momento.



"Me quedo contigo"
Mei es una joven cuyo viaje inicia en una pequeña población china de donde planea huir para mudarse a la metrópolis más cercana. Ahí comienza a trabajar en una fábrica e inicia una relación con un problemático joven cuyo pasado lo alcanza mucho antes de lo previsto. Envuelta en un crimen y con suficiente dinero para prolongar su huida, Mei llega hasta Londres donde decide quedarse a como dé lugar, moviéndose de una situación a otra y de una pareja sentimental a otra. 

La película se compone de una serie de episodios que dan la sensación de una novela donde se nos advierte constantemente los pasos por los que la protagonista va atravesando. La imagen de Mei va cambiando de manera constante dependiendo de los giros que va dando su vida y el modo en que ella tiene que adaptarse. Si bien es una mujer movida por una fuerte pasión interna, es también bastante práctica y sabe colocarse en la posición que mejor le conviene en una situación. Más que una trama establecida seguimos la idea de viaje desde la perspectiva externa, la íntima y la sentimental, ya que todo en Mei va moviéndose de un punto a otro.

La producción, como comenté, es europea. No sé a qué responda ese hecho pero en retrospectiva creo que sí condiciona un poco la visión del director aunque él y la parte inicial de la película sean chinas. Si en varios momentos de la película me llegué a preguntar qué era lo que se nos quería mostrar (porque la verdad la historia cae tanto en lo cotidiano que a veces parece que no persigue ninguna finalidad), y me parecía que su fuerza principal recaía en mostrar una historia personal de un inmigrante chino. Una comunidad que incluso en su participación en sociedades de otros países mantiene su imagen distante e inaccesible. Acercarnos a Mei es adentrarnos en una historia única y el modo en que se integra en el todo de una nueva sociedad. Si el título puede sonar en extremo simple explica perfectamente la imagen desde la perspectiva del otro: Mei es eso, una china, y ya. Pero seguir la trama desde su punto de vista nos permite darle un nombre propio, una justificación, una historia. Hacia el final no es más 'una china' y se convierte realmente en la protagonista de su propia historia. 

Si como reflexión final el asunto funciona, a mí me pareció que la película bordea tan peligrosamente la verosimilitud que cae por momentos en el tedio y la arbitrariedad. El hecho de que los episodios a veces sí que sean hechos aislados hace que sin duda unos sean más interesantes que los otros, resultando la mayoría bastante sin chiste para mí. La idea me parece adecuada pero no soy fan de esas películas que se basan en su totalidad en crear retratos de personajes, y después de un rato Mei me perdió, sumado al hecho de que me costaba acercarme a su personaje y entender sus motivaciones. No terminó ni por atraparme ni por convencerme, de modo que siempre sentí que se mantenía en un punto distante del que precisamente debería haberse liberado conforme era perfilada por la trama. 
De hecho, por el asunto de la producción, yo estaba medio convencida de que la dirección sería también de un inglés y quizá por ello no terminaba de acercarse al misterio chino, pero en los créditos finales descubrí que no era el caso. Encima de todo la película recibió sus buenos premios al igual que parte de la filmografía de Xiaolu Guo, aunque debo decir que no tengo nada de prisa por darle una nueva oportunidad. 
A ver si me vuelve a agarrar desprevenida y me lo pone en bandeja de plata, porque sino no lo veo. 




¿Otras películas que sean retratos de mujeres?

2 comentarios:

  1. ¿Quien fue el que dijo que la historia del cine es de hombres retratando mujeres?

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  2. Reptilio: ¿Y unas pocas mujeres hiperretratándose a sí mismas? Podría ser.

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