2.3.09



20/01/09
Uno de los más gratos autoregalos navideños de la pasada navidad fue, sin duda alguna, encontrarme con la edición especial de "Ichi the killer" que viene con un dvd extra y miles de cosas más, adorablemente guardados dentro de una bolsita de sangre. Fue amor a primera vista. Ya sabía de la existencia de la versión pero jamás pensé que llegaría a ser mía.
Bueno, vale, en realidad puede que haya sido el único autoregalo navideño, pero seguro que valió la pena. Incluso el año nuevo la pasé únicamente brindando frente al televisor mientras la veía una vez más. ¿He mencionado alguna vez que amo apasionadamente a Takashi Miike y a Tadanobu Asano?



"There's no love in your violence"

Definitivamente una de mis películas favoritas en todos los contextos: de entra las de Miike, entre las asiáticas, entre cualquier otra. A pesar de ser, claramente, considerablemente gore, me parece una película perfectamente realizada. Y es que a nadie escapa mi admiración por Miike, quien me parece que a pesar de realizar como cinco películas al año (lo que podría representar poco cuidado en los detalles de estas) me parece terriblemente cuidadoso con sus producciones. No con todas, claro, tenemos el error de "Llamada perdida" y otras cuentas que resultan de lo más confusas. Pero, ajam. Decía mi profesor de cine: no me molestaría tener 70 películas en mi filmografía si al menos 3 de ellas fueras buenas. Y se me ocurren más de 3 películas buenas de Miike.
El personaje de Kakihara, brutalmente encarnado por el excelente Tadanobu Asano, me parece que ha trascendido todo lo que merece un personaje. Es casi mítica su imagen en el prototípico poster de la película en donde sólo se aprecia él, con su cabello extravagantemente pintado, su sonrisa mutilada, sus piercings acallándola y su mirada penetrante. La mejor representación de un yakuza, a mi parecer. Me encanta. Incluso podríamos encontrar una cierta similitud entre la tan de moda sonrisa rota del nuevo Joker Ledger con la estética tan particular de este asesino masoquista.
El líder de un fragmento yakuza aparentemente huyó llevándose el dinero y a su chica. Kakihara, el segundo al mando, se niega a creer en esta traición y confía en que fue secuestrado: está dispuesto a atravesar la ciudad e interrogar a todos, a su muy peculiar manera, con tal de encontrarlo. Mientras esta búsqueda tiene lugar comienza a escucharse, casi de manera mítica, sobre la inminente aparición de Ichi, un asesino inmisericorde muy superior a todos los demás yakuzas.
Siento que cada vez que veo la película capto algo nuevo en ella, como si fuera una distinta revelación. Aunque mis escenas favoritas continuan siendo bastante claras: me hubiera gustado encontrar una caption de Kakihara cuando se arroja sobre las plumas de las almohadas rotas, contrarrestando su colorida ropa, su extraño estilo, contra el blanco. O varias de las escenas de tortura, muy cuidadas, especialmente las que se relacionan con las inseparables agujas de Kakihara.
Esta vez creo que reparé un poco más en el trabajo de Nao Omori, quien encarnase a Ichi y a quien usualmente sólo lo veía a través de su patético personaje. Puede que algo tuviera que ver su participación en un cortometraje de terror que me encantó, donde lucía por completo diferente a este curioso asesino. Así que me detuve un poco más en su historia, en sus razones, y sobre todo en el crecimiento de un personaje burdo, casi infantil, temeroso, que a la vez es el más grande asesino de la película. O eso se supone, yo seguiré defendiendo a Kakihara hasta la muerte. Yeah. Pero, ajam, sin duda su trabajo va mucho más allá de simplemente lloriquear y matar azarosamente. Por algo la película lleva su nombre y por algo sus esporádicas apariciones definen el curso que va siguiendo la historia.
También me detuve un poco más en Karen, interpretada por Alien Sun (o Paulyn Sun, qué curioso seudónimo es Alien). Creo que principalmente porque descubrí que también aparece en "In the mood for love", aunque luego descubrí que lo único que aparece es su voz porque sus escenas no pasaron por la edición. Era la pareja de Tony Leung. Algo así como mi sueño dorado (claro). En esta película representa una mujer confusamente movida por el poder, la necesidad de control, la violencia y el sexo. Por momentos parece difícil darse cuenta que es lo que busca con sus acciones, pero nunca deja de resultar de lo más seductora. Además me gusta su estilo, jo.

Quizá es porque la he visto muchas veces o quizá porque posteriormente he visto muchísima más violencia en otras películas, pero creo que incluso esta última vez me pareció que no era tan sangrienta como la recordaba. Aún cuando al final terminé siendo la única en la sala de televisión porque todos los demás fueron abandonando el proyecto conforme las escenas llegaban a sus límites. A mí me parece un proyecto increíble y muy bien manejado, mucho más allá de la simple violencia o el gore por el gore. Que probablemente sea lo que más admiro de Miike, además de su capacidad de abandonar por momentos los yakuzas y la sangre y realizar otras películas completamente distintas a lo que suele hacer. Me encanta, sencillamente, y a esta película le pongo un 10 rotundo sin pensarlo dos veces.

Pero eso soy yo, claro, seguro que muchos espíritus sensibles por ahí no les gustaría ver una película gore. Como mi madre que supongo no le agradó la idea de que una de mis películas venga en un paquetito de sangre, pero bueno. Yo, claro, la recomiendo sin dudar, pero está claro que es una película muy particular y entre quienes saben que no sería lo mejor arriesgarse y entre quienes quizá ni siquiera les guste (más allá de si les gusta la violencia o no). Es parte de lo hermoso de la subjetividad en este asunto de la cinematografía (y en cualquier otro).

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