3.3.09



16/02/09
Creo que esta película ha aparecido en diversas referencias en mi vida. Recuerdo que cuando salió alguien por aquí me la recomendó, mencionándola, si no mal recuerdo, como una grata sorpresa. Después, cuando vi "El buen canario" me dieron ganas de verla, por aquello del guionista. Una vez me tocó en el camión y me propuse a verla pero me dormí, como dicta mi maldición para ver películas en camiones.
Y, bueno, finalmente, en un juego de asociaciones, Ian me dijo que si tuviera que ser, para él, algún personaje de película, sería definitivamente la escritora loca de "Stranger than fiction". Adorable. Como no podía saber a qué grado llegaba la comparación, decidió dármela para navidad para que lo comprobara por mí misma.



"And we must remember that all these things, the nuances, the anomalies, the subtleties, which we assume only accessorize our days, are effective for a much larger and nobler cause. They are here to save our lives. I know the idea seems strange, but I also know that it just so happens to be true"

He de decir que la película me genera sentimientos encontrados. Creo que justo como lo hizo en su momento "El buen canario", aunque es posible que en este caso el tiempo terminara por inclinarse en su favor. Cosa que no podría decir de esta película. Quizá porque era algo un poco más inclinado a la comedia, que todos sabemos no es mi género predilecto.
Puedo notar puntos similares, como la tendencia hacia las escritoras neuróticas, o la obsesión por las referencias literarias que van más allá de su condición original. Aunque Kay Eiffel está muy lejos de ser la Amy (oh, creo que ese era su nombre) autodestructiva de la obra de teatro. Incluso creo que es más carismática y probablemente lo mejor de la película. No lo digo por la referencia original de Ian porque Alejandra y yo estamos de acuerdo en que no puede asociarme toda la vida con mujeres escritoras.
El problema es ese, es un poco limitado el universo que resulta atractivo de la película. Creo que el guión puede llegar a tener el problema de que por momentos funciona muy bien y por todos muy mal. De por sí Will Ferrell siempre me ha parecido un poco odioso, y el inicio que parece cualquier película de comedia no hacen mucho por él.
Durante algún momento traté de justificarlo, pensé que si se debía al hecho de que eran la ficción, la obra literaria, podría entenderse que fuera un poco cliché, un poco idílico, un poco inverosímil. El personaje acartonado de Maggie Gyllenhaal que se mueve indiscrimidamente del amor al odio y que nadie se traga como mujer sensual. Mucho menos como abogada pastelera. Es un poco extraño. Pero bueno, mi justificación no puede sostenerse por siempre porque la 'fama' de Eiffel no ayuda con eso. Dada su narración intermitente nadie se cree que sea esa escritora oscura que asesina inmisericordemente a sus personajes. Nadie podría imaginarse que de esa fachada de mujer problemática con un humor muy ácido pudiera surgir un personaje como Harold Crick. Ya no digamos que se revelara.
Por otro parte hubieron puntos entretenidos. La idea del personaje que tampoco quiere revelarse dramáticamente si no que necesita pensar qué hacer. Especialmente en la parte que entra Dustin Hoffman, que siempre es un gusto verlo. Además, como profesor literario. Aunque también esos detalles literarios corren el riesgo de ser problemáticos: por algunos momentos los encontré graciosos pero en otro me pareció ya una exageración de estereotipo de profesor de literatura. Su repaso a la literatura mundial en veinte sencillas preguntas fue una exageración innecesaria.
Creo que esta cuestión se encuentra en casi todos los aspectos de la película. Se encuentra algo ingenioso, atractivo, pero finalmente tiene algo en sí mismo que no cuadra: Harold Crick hace un listado de su interacción con Ana Pascal para descubrir si su vida es una comedia o una tragedia. Eso resulta curioso, pero la propia interacción a veces es molesta. No digamos su curso final.

El final, además, demasiado hollywoodense, termina por encuadrarla por completo dentro del género de comedia acostumbrada. Quizá a un grado un poquito más elevado, a esa comedia que quiere verse inteligente y poco convencional, como "I heart Huckabees". Que tampoco me gustó, todo sea dicho.

Vamos, que sin duda no está mal para pasar el rato, para ver en familia, para encontrársela en la televisión un domingo en casa, o para ver una película y sencillamente relajarse. Pero, al menos para mí, no resultó en un gran descubrimiento ni nada demasiado particular.
Aunque Emma Thompson y Dustin Hoffman me merecen todos los respetos, sin importar lo que hagan.

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