24.9.10



24/09/10
Sí, es el tipo de películas que uno podría haber visto ya varias veces en televisión y tal, pero la verdad es que yo jamás me había interesado particularmente en ella, aunque claramente reconocía ya algunas de sus partes. Tampoco el hecho de que Damon y Affleck hubiesen escrito el guión le daba ningún atractivo extra. Pero Iván me dijo que debería revisar también esas películas que rozan en lo palomero pero aún tienen algo que ofrecer, y bueno.



"Real loss is only possible when you love something more than you love yourself"

Hay que decir, también, que la película tampoco es la estereotípica palomera que uno mira y olvida entre tantas otras del montón. No será mi género preferido pero "Good Will hunting" es, por lo menos, una película entretenida y bien hecha (estoy tratando de recordar su nombre en español pero probablemente la noción de que se debe parecer a "Una mente maravillosa" me está confundiendo, jo).

Will es un joven que trabaja de conserje en una universidad, sale con sus amigos a beber todo el tiempo y vive apenas con lo suficiente pero parece que no le va demasiado mal. Probablemente las cosas podrían haber seguido ahí por mucho tiempo si el profesor Gerald Lambeau, de la facultad de matemáticas, no tuviera la costumbre de dejar en un pizarrón fuera de su clase problemas complejos para ver si alguno de sus estudiantes se hace el valiente. Una noche, como cualquier cosa, Will resuelve el problema y desde entonces Gerald se obsesiona por descubrir quién es el matemático anónimo que se encarga de todos sus retos al día siguiente. Tamaña sorpresa se llevará cuando una noche regaña a Will por andar escribiendo tonterías en el pizarrón sin darse cuenta de que, una vez más, ha solucionado la nueva ecuación, y desde entonces se obsesionará con la idea de explotar todo el potencial que Will ha mantenido escondido durante toda su vida. Que no estaría nada mal si Will estuviera realmente interesado en ello.

Por una parte podemos decir que tiene ciertos elementos típicos: la figura del hombre con talentos extraordinarios pero que precisamente por ello permanece fuera del orden social, la visión obsesiva de quienes lo aprecian casi como si fuese un objeto de valor, y el mediador que trata de ver a la persona detrás de las circunstancias. Pero también es una película, raramente, acerca del miedo al triunfo y el miedo a uno mismo.
Nuestros héroes típicos siempre destacan pero por condiciones adversas no pueden concretar ciertos puntos. Will definitivamente tiene condiciones adversas, pero por el contrario él parece muy convencido de que su sencillo modo de vida es lo más adecuado para él a pesar de su increíble capacidad para lidiar con cualquier teoría que se le cruce en el camino. Todo esto viene a tema cuando Lambeau trata de llevarlo con un psicólogo para arreglarlo todo y termina en manos de Robin Williams. La idea es que Will es demasiado inteligente no sólo para entenderlo, sino para acercarse a él. Y en ese aspecto el trabajo que tendrá que realizar Sean Maguire (el nombre de Williams-psicólogo) será mucho más complejo que un proceso de superación cinematográfico cotidiano.
Aunque está llanamente traducido en una historia de amor, dado que Will no puede llevar la relación que quisiera (quizá) con Skylar porque no sabe lo que quiere en la vida; uno puede sacar conclusiones mucho más amplias a raíz del temor a sí mismo que tiene el personaje. Probablemente el punto en que lo enfatiza más, aunque de manera bastante fugaz, es cuando hablando con Chuckie, su mejor amigo, éste le da a entender que es una tontería pretender que puede seguir en el camino que ha escogido y seguir siendo un albañil como cualquier otro toda su vida. Claro que para la trama lo que menos importaba era que fuera albañil sino que amara para toda la vida a Minnie Driver, pero ahí está la idea.

La historia podría decirse que es clásica aunque con un buen toque, los actores también son muy clásicos y creo que el principal problema es que ninguno consigue destacar demasiado por encima de su papel (que no es que están mal ni mucho menos, pero en algunos casos seguro que se les podría haber sacado más jugo). A mí también es que personalmente no me gusta ninguno de ellos pero tampoco están mal, incluso Robin Williams es mucho menos molesto de lo que suele ser a veces (hasta nos da la facha de que no sería un mal psicólogo si se lo propusiese, oh).

Por otro lado, no parece una película de Gus Van Sant. O será que ya lo tengo demasiado estereotipado y yo hubiera esperado largas y aburridas secuencias en que no pasa nada pero, claro, son muy profundas. En ese aspecto tiene un ritmo adecuado para resultar entretenida y disfrutarla tanto como sea posible.




¿Película favorita sobre personajes con talentos excepcionales?






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