2.3.09



31/01/09
Desde el año pasado Bake me estuvo presionando para que consiguiera ésta película de Bob Fosse. Pero al igual que muchas veces que me presiona para que consiga alguna, no la encontré en mis primeras búsquedas y la dejé pasar.
Mucho tiempo después y como un regalo de navidad muy atrasado, me la regaló. Junto con unos hermosos peluches que él mismo hizo. Ajam. Él siempre insistió en que era, para él, el único musical que valía la pena (o quizá sólo su favorito, más o menos esa es la idea). Todo ello porque, claro, me paso la vida diciendo que odio los musicales y alguien tiene que llevarme la contraria. Como que todos deberían saber que odio las películas de perros y viene Iván y me dice que debería ver "Marley y yo". Pues. Un día, cuando aún llevaba al pie de la letra lo de ver una película diaria, decidí ponerla con mi hermana (para que no diga que siempre trato de atormentarla con películas de terror).



"If I die, I'm sorry for all the bad things I did to you. And if I live, I'm sorry for all the bad things I'm gonna do to you"

Lo primero de todo, lo que es imposible no notar desde el principio es definitivamente Roy Scheider. Imposible no sentirse terriblemente cautivada por aquel hombre que en mi niñez venció tantas veces a aquel diabólico tiburón y que ahora regresaba más sensual que nunca. O soy sólo yo, no lo sé, pero con un protagonista así era difícil que las cosas pasaran tan sencillamente como en cualquier otro musical.
Creo que también eso fue un punto importante, a veces tengo la sensación de que las tramas de los musicales están muy diluidas entre la intención de hacer que todo cante y baile y muchas veces se pierden un poco. Es difícil, ante mis ojos, hacer que todo cuadre de modo que no resulte molesto o demasiado fantasioso: compaginar correctamente la idea con la realización.
El hecho de que todo aquí vaya alrededor de la vida de Joe Gideon, un hombre de teatro, y su muy particular visión de la vida. Reduces una historia y la conviertes en un universo íntimo y particular. Además que es un personaje increíblemente carismático, no como esos héroes románticos-musicales que resultan empalagosamente odiosos.
Al principio resulta un poco confusa. Debo confesar que tardé un poco en captar correctamente las distintas líneas bajo las que se presentaba la historia y que, una vez distinguidas, me recordaron un poco a la elaboración de metáforas visuales de "El lado oscuro del corazón". Muy característico por el sentido circense, el inicio en la cuerda floja, y la representación femenina de la muerte.
La trama puede que ser un poco fragmentaria mientras que nos encontramos con las distintas facetas de su vida: él y sus amantes, él y su hija, él y la coreografía que no le convence del todo, él y sus productores. Incluso la intromisión de música no es tan abrupta y molesta como suele ser en otros musicales en que parece que si las cosas no se dicen cantadas no cuentan. Aquí verdaderamente los números musicales juegan un papel individual pero justificado dentro de la trama y llegan a ser de lo más variados, especialmente por el juego entre la verdadera puesta en escena (cuando están representando una pieza o cuando alguien deliberadamente interpreta un baile) y la ficción fantástica que contamina este ambiente del espectáculo como si necesariamente tuviera que pertener a este mundo deslumbrante.
Si bien, tiene algunas cosas que no terminaron de cuadrarme, pero al menos lo hicieron como una película, de modos generales, y no específicamente por ser un musical, que suele ser el problema. Y me parece que a veces se pierde un poco en lo que se quiere representar y termina por resultar de lo más sobrecargado. Esto sucede especialmente en las partes en que un número musical sigue inmediatamente al anterior dejando la sensación de que aunque ambos puedan ser buenos, uno sólo habría bastado para la escena. También puede que se deba a que las partes en que se divide la película estén mal distribuidas y al final, cuando ya todos esperamos que se muera, tarda horas desfilando un baile tras otro cuando ya todos hemos entendido el punto y esperamos que ya todo termine con un buen final y no que se prolongue hasta el infinito.

Con excelentes actuaciones, buenos bailes, los personajes característicos de los musicales (que no pueden ser demasiado complejos pero que no resultan tampoco dramáticamente estereotípicos) y, vamos, con el mejor protagónico que podría tenerse. Incluso creo que cualquier malestar que me hubiera causado en ese momento (por la duración principalmente, y porque tenía ya sueño) se disipó por completo en los días próximos, al reflexionar sobre ella en retrospectiva.
Y ahora creo que debería bajarme la filmografía completa de Scheider. Es que, wow.

Y huyo porque me corren, que seguro que podría haber comentado más al respecto :P

1 comentario:

  1. Increíble película :3 también es mi musical favorito. Aunque a mi sí me gustan los musicales... tampoco al estilo footloose digamos :P
    De casualidad encontré el libro una vez a $12 y fue una de las mejores compras que hice jamás.
    Saludow n.n

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